El Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá (@inclusiongob) insiste en que las pensiones se revalorizarán conforme al IPC, aunque aún negocia con los agentes sociales el mecanismo de revalorización, y la fórmula para calcular esa subida. Entretanto, los economistas auguran subidas de la inflación después de meses en negativo. Pensionistas y ahorradores se preguntan cómo les afectará esa posible subida.
¿Cómo influirá en mi pensión una posible subida de la inflación?
En líneas generales, la inflación ya no debe ser el temor de los pensionistas, que en los últimos diez años han acumulado una pérdida de 422 euros de media en su poder adquisitivo.
Tras la subida del 0,9% de las pensiones contributivas establecida por la Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2021, y con el compromiso del Gobierno de aprobar este año un mecanismo de revalorización de las pensiones con el IPC, cabe pensar que en caso de que la inflación comience a subir, tal y como pronostican ya algunos economistas, el poder adquisitivo del pensionista no caerá, puesto que su pensión recogerá esa subida y se actualizará.
Ahora bien, aún es pronto para hacer cálculos, puesto que la subida exacta que recogerán las pensiones, depende de la fórmula de revalorización por la que finalmente se apueste. Y si la subida del IPC es ligera, las pensiones incluso podrían quedar estancadas.
“A punto de cerrar” la negociación para la revalorización de las pensiones con el IPC
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado estar "a punto de cerrar" con sindicatos y patronal la fórmula para revalorizar las pensiones "con el IPC". De hecho, el Gobierno prevé que la nueva fórmula de subida anual de las pensiones en base al IPC esté aprobada ya en el último trimestre del año. Ese el calendario con el que trabaja el Ejecutivo.
Y aunque Escrivá insiste por activa y por pasiva en que las "pensiones se revalorizarán indefinidamente conforme al IPC", para asegurar el poder adquisitivo de los pensionistas, aún no conocemos la fórmula por la que apostarán, y de ello depende mucho cómo evolucionen las pensiones.
Existen diferentes posibilidades:
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Estimación prevista de los precios: este sistema parece descartado por tomar como referencia un dato ficticio como es una previsión. Era el sistema que existía antes de que el Gobierno de Rajoy desvinculase las pensiones del IPC.
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Inflación media de diciembre: se tomaría como referencia para la subida del año siguiente la inflación a diciembre. Podría dar lugar a que los pensionistas ganen poder adquisitivo, en el caso de que en los meses posteriores a diciembre, bajara la inflación.
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Media de la inflación de tres años: se calcula la media del IPC de los últimos tres años. En el el caso del último año se tomaría la media solo con los meses de enero a noviembre, para tener margen de tiempo y que la cifra de revalorización se incluya en los Presupuestos Generales del Estado.
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Media de la inflación de cinco años: se calcula la media del IPC de los últimos cinco años. Igual que en el caso anterior, en el último año solo se tomaría en consideración hasta noviembre para que tener la cifra de revalorización antes y que se incluya en los Presupuestos.
Cuando se toma como referencia para subir las pensiones la inflación media del mes de diciembre, puede ocurrir que la inflación baje después, lo que haría que los pensionistas ganen poder adquisitivo, puesto que su pensión subirá por encima del nivel al que están los precios. La subida de las pensiones se realiza con la foto fija de un momento, lo que resulta más inestable e inexacto.
En los sistemas en que se toma la media de inflación de varios años, tanto si son tres como si son cinco, las pensiones se revalorizan al mismo nivel que la inflación, pero nunca por encima, lo que impide a los beneficiarios ganar poder adquisitivo. Es dato más estable, con menos variaciones, que no recoge ni las caídas abruptas, ni los picos de inflación.
En contra de estos sistemas que toman la inflación media de varios años también juega el hecho de que, de ser así, durante los próximos años se tomaría como referencia la inflación que, en el último año ha sido nula o negativa. Lo que redundaría aún más en la pérdida de poder adquisitivo producida en los últimos años por parte de los pensionistas.
El último punto conflictivo está en la inflación negativa, como ha ocurrido en 2020. ¿Qué hacer en este caso? Tal y como avanza El Economista, citando fuentes cercanas a la negociación, se estaría barajando la opción de que las pensiones no bajen en ese caso, pero la diferencia se compensaría en los años siguientes con revalorizaciones más moderadas. En 2020 la inflación cerró en el -0,5%. Las pensiones no bajarían cinco décimas, pero en los siguientes años, cuando haya subida de precios, se compensaría con subidas un 0,5% menores.
El impacto de la inflación sobre una economía en crisis
La inflación se ha convertido en el primer factor de riesgo para el 37% de los gestores de fondos y ha desbancado a la COVID-19, que encabezaba la lista desde febrero de 2020 y este mes baja hasta el tercer puesto.
“Si subiera mucho la inflación, los bancos centrales dejarían de inyectar liquidez y de comprar deuda, eso frenaría la capacidad de los gobiernos de financiar el déficit, eso pararía en seco la política fiscal y pasaríamos a una política monetaria y fiscal contractiva. Sería como volver a 2010 y 2012, porque se amplificaría la fragmentación de los mercados, subiría la prima de riesgo, el riesgo de ruptura del euro. Sería entrar de nuevo en una dinámica de recesión y crisis”, explica José Carlos Díez, Profesor de Economía de la Universidad de Alcalá y socio de Luafund. “Pero los temores son infundados”, tranquiliza el economista. “A mí no me preocupa nada la inflación”.
El IPC mide la evolución de los precios a través de un conjunto de bienes y servicios que representan el consumo medio de una familia en España. Este grupo de indicadores componen lo que se conoce como “cesta de la compra”. Y sí, todo apunta a que va a subir en los próximos meses, pero de forma suave y razonable.
¿Es real la posibilidad de que suba la inflación?
El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,6% en febrero en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 0,0%, cinco décimas por debajo de la de enero, registrando así su segunda tasa positiva consecutiva tras nueve meses en valores negativos. La inflación cerró 2020 en el -0,5%. El Banco Central Europeo (BCE) espera que la tasa de inflación se sitúe en 2021 en el 1,5%, frente al 1% que preveía el año pasado, en tanto que Estados Unidos registró una tasa del 1,3% en febrero.
“A estas tasas de inflación no las podemos llamar inflación, sino temperatura en la economía”, explica José Ignacio Gutiérrez Laso, presidente en Mercados y Gestión de Valores. “La media de inflación de los últimos años en Europa está en el 1,1% anual, eso no es temperatura, es frío, eso es invierno en la economía”, añade.
“Ahora mismo yo veo deflación por todos lados, y si no la hay es porque los bancos centrales no paran de inyectar dinero en el sistema”, explica José Carlos Díez, Profesor de Economía de la Universidad de Alcalá y socio de Luafund. Ahora bien, “los mercados descuentasn que si el ritmo de vacunación avanza, los mercados se abran, mejore la economía, las tasas de empleo y entonces suban los precios”, añade José Ignacio Gutiérrez Laso. Aún así, no hay grandes presiones inflacionarias que resulten preocupantes. “Hay un exceso de capacidad de producción, no hay incentivos de las empresas para subir precios, ni por parte de los sindicatos y trabajadores para subir salarios, el paro es muy elevado, el petróleo está normalizado… ¿qué canal inflacionario se va a producir así?” se pregunta José Carlos Díez.
Y así influye la inflación sobre el ahorro para la jubilación
La inflación también repercute en la rentabilidad real de productos de ahorro como los planes de pensiones, ya que reduce la renta que percibirá un partícipe cuando llegue el momento de la jubilación, según explica Mapfre en su canal espacializado en Jubilación.
La rentabilidad real de los productos como los planes de pensiones también recibe un impacto similar, ya que el efecto de un aumento del IPC en nuestro plan de ahorro es negativo. La rentabilidad de los mismos, como mínimo, debe ser igual que la evolución del IPC. Si es superior, estaremos logrando batir el efecto de los precios en nuestro capital y, por tanto, la inversión realizada con el mismo será rentable. Pero si es inferior, podríamos hablar de rentabilidad negativa en términos reales.