Pensiones
El Banco de España reclama computar toda la vida laboral y jubilarse más tarde
Insta a Sánchez a tomar medidas urgentes en salud y dependencia
Este martes, el Banco de España (@BancoDeEspana) ha lanzado un mensaje claro a todos los agentes sociales, pero sobre todo al Gobierno de Pedro Sánchez, al reclamar medidas adicionales, sin demoras injustificadas, para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Lo ha hecho en su Informe anual 2018, donde la autoridad monetaria española alerta de que la sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones requerirá la introducción de nuevos incentivos que favorezcan “un mayor alineamiento entre la edad de jubilación efectiva y la referencia legal”, además de proponer "políticas que refuercen el vínculo entre la cuantía de la pensión contributiva recibida, las contribuciones realizadas durante toda la vida laboral y la esperanza de vida prevista en el momento de la jubilación".
Asimismo, el organismo, cuyo gobernador es Pablo Hernández de Cos, ve con buenos ojos "la incorporación de algunos de los elementos de transparencia que inspiran los modelos de cuentas nocionales, en los que las cotizaciones se contabilizan en una cuenta individual sobre la que se aplica una revalorización en función de determinadas variables demográficas y económicas", señala el informe publicado este martes.
Este sistema, muy criticado por sindicatos, Unidas Podemos y organizaciones de jubilados (que temen una erosión de la solidaridad del sistema público), contribuiría a "aumentar la disponibilidad de información sobre los derechos de pensión acumulados, que resulta esencial para que los trabajadores adopten, con la anticipación necesaria, las decisiones de ahorro para la jubilación más adecuadas a su perfil de necesidades de gasto, renta y riqueza", resalta el informe.
A vueltas con la edad de jubilación
El retraso de la edad de jubilación en España se acometió en 2011 y se completará en 2027, cuando esta se sitúe en 67 años (para trabajadores con períodos de cotización inferiores a 38,5 años). No obstante, la edad efectiva de retiro sigue estando por debajo de los 65 años "y no muestra una tendencia clara de crecimiento", constata el Banco de España, motivo por el cual reclama "acompasar la entrada en la jubilación con el aumento de la longevidad".
En realidad, lo que plantea el organismo no es nuevo, y la mayoría de expertos y economistas están de acuerdo en que hay que ir acomodando la edad de retiro con la mayor esperanza de vida durante la jubilación, para así aminorar el impacto de las pensiones en el gasto público. Lo novedoso es que el informe de la entidad emisora tira de las orejas al Gobierno de Sánchez (e indirectamente a los partidos del Pacto de Toledo) porque "las últimas medidas aprobadas han retrasado la aplicación del factor de sostenibilidad y han reintroducido, en los últimos años, la revalorización de las pensiones con el IPC”, lo que lleva a la entidad gobernada por Hernández de Cos a urgir reformas "por la vía de los ingresos y de los gastos".
Ni el alza del empleo o de cotizaciones cubren el gasto
El panorama que dibuja el Banco de España es ciertamente preocupante. Según sus analistas, el gasto en pensiones aumentará significativamente si se mantienen los determinantes del sistema actual. Por ejemplo, calculan que la ratio entre la población que recibirá prestaciones de jubilación (mayores de 66 años) y la población en edad de trabajar (16-66 años) se duplicará entre 2020 y 2050. Por consiguiente, "mantener en el futuro el nivel actual de gasto en pensiones como proporción del PIB, en ausencia de ingresos adicionales, obligaría a aumentar la tasa de empleo o a disminuir la tasa de beneficio", afirman.
"Aun con aumentos significativos de la tasa de empleo, para mantener la actual tasa de beneficio sería necesario un incremento en la recaudación a través de las cotizaciones sociales de una magnitud muy elevada", señala el informe.
En 2018, el gasto en pensiones contributivas fue del 10% del PIB, con una tasa de dependencia del 29,8% (definida como la ratio entre la población mayor de 64 años y la población de 16 a 64 años), una tasa de empleo del 58,5% (referida a la población de 16 a 64 años), una participación de los salarios en el PIB del 47,3% y una tasa de beneficio del 41,5%. El gasto en pensiones asistenciales ascendió a alrededor del 1%. En total, sufragar el gasto en pensiones cuesta el equivalente al 10,6% del PIB, según las estadísticas que maneja el Banco de España.
¿Cómo evolucionará este gasto, ya de por sí cuantioso? Las estimaciones realizadas por la Autoridad Fiscal (AIREF @AIReF_es) calculan que, si se adoptan ahora reformas, en 2048 el gasto habrá subido hasta el 13,4% del PIB y que, si no se adoptan dichas reformas, el desembolso supondrá el 16,7% en ese año. Las proyecciones de Fedea (@socialfedea) para esa fecha vaticinan un gasto en pensiones del 12,7% del PIB (con reformas) y del 17,5% en ausencia de medidas.
Muy poco ahorro en planes de pensiones
Otro aspecto que resalta el Banco de España es que, si bien el sistema público de pensiones se complementa con un pilar voluntario basado en la capitalización del ahorro para la jubilación (los fondos y los planes de pensiones), ese pilar "tiene un peso reducido". Así, en 2017, el volumen total de los activos en fondos de pensiones era en España del 13,6% del PIB, algo superior al de Italia, Francia o Alemania (del 10,1%, del 9,8% y del 6,9%, respectivamente), frente al 50,6% en el promedio de los países de la OCDE.
Salud y dependencia, desbordados
Las estimaciones más recientes anticipan un incremento significativo del gasto público en pensiones, sanidad y cuidados de larga duración derivado del sustancial aumento previsto en la tasa de dependencia, que "incluso en las proyecciones demográficas más optimistas pasaría del 25% actual a superar el 50% a mediados del presente siglo", advierte la autoridad monetaria en su informe. Esto hace imperioso, además de reformar el sistema de pensiones, acometer medidas de calado también para sostener los sistemas de salud y de dependencia, "sin que asegurar la financiación de una generación se haga a expensas de la imposición de una carga excesiva sobre otras".
