Pensiones del futuro: menor cuantía, cuentas nocionales o jubilarse a los 70 años
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José Manuel Jiménez Rodríguez (@yimy65) es director del Instituto Santalucía (@santalucia_inst), una plataforma de investigación y debate perteneciente a Santalucía (@santalucia_seg), que tiene como objetivo fomentar la discusión sobre el problema del ahorro sostenible y ayudar a las personas a entender sus decisiones financieras. Este economista y actuario con más de 25 años de experiencia en el sector asegurador está convencido de que "la educación financiera debe ser obligatoria desde la enseñanza primaria" y afirma que "uno de los grupos de referencia son las personas mayores, porque a la hora de educar no podemos dejar a nadie detrás".
Para Jiménez, las dos grandes asignaturas pendientes de los políticos son "pensar a largo plazo y alcanzar consensos", algo perentorio al abordar el envejecimiento, puesto que "la longevidad es uno de los grandes retos del futuro, a la altura de los cambios medioambientales". En el espinoso tema de las pensiones, el director del Instituto Santalucía asegura de forma rotunda que "no podemos cambiar el paradigma a los ya jubilados ni a la gente que no tiene capacidad de reacción", y reclama a los partidos que vuelvan otra vez al consenso en el Pacto de Toledo. "Hay que ir más en piña, hacen falta reformas profundas y duraderas para garantizar la sostenibilidad de la Seguridad Social", según Jiménez, quien pide un mayor apoyo público y privado al pilar del ahorro complementario, "avanzar hacia los planes de empresa de adscripción obligatoria" y abrir el melón de las cuentas nocionales, entre otras propuestas.
PREGUNTA.- En el debate sobre la sostenibilidad y suficiencia de las pensiones, ¿es usted pesimista, optimista, alarmista?
RESPUESTA.- Hay que ser cautos, pero no excesivamente alarmistas. El Estado de bienestar no está en riesgo, aunque necesita reformas porque lleva muchos años exactamente igual. Es preciso cambiar el sistema de forma estructural y a largo plazo. Se han hecho pequeños cambios paramétricos, y alguna gran reforma en el año 2013, con el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) y el factor de sostenibilidad, pero han sido cambios sin consenso y ahora mismo se están dando pasos hacia atrás. Tenemos que ser conscientes de que se recibe más de lo que se aporta de media, es decir, la Seguridad Social es muy generosa, y precisa reformas si queremos que siga siendo un sistema contributivo y sostenible.
"Los impuestos finalistas restan contributividad al sistema, pero pueden ser una solución intermedia"
P. ¿Cuáles son las reformas más acuciantes?
R.- No podemos cambiar el paradigma a los jubilados ni tampoco a la gente que ya no tiene capacidad de reacción, pero tampoco me parece bien trasladar el problema a nuestros hijos. La reforma ha de ser estructural y debe equilibrar de forma actuarial lo que se paga y lo que se recibe. Y tenemos que afrontar el problema del déficit, que está cuantificado en 20.400 millones por un grupo de trabajo de la Universidad de Valencia, y eso no se resuelve con el impuesto a las compañías tecnológicas (conocido como tasa Google).
P.- ¿Más impuestos para costear las pensiones?
R.- El Instituto Santalucía no es muy partidario de los impuestos finalistas, porque le quitan contributividad al sistema, pero igual sí puede ser una solución intermedia; o bien redistribuir ciertos gastos que no tiene por qué pagar el sistema. Habrá que pensar en ir aumentando la edad de jubilación, incluso adelantar unos años la entrada en vigor de las variables paramétricas para llegar a los 67 años.
"Se buscará alguna forma para que los pensionistas sigan cobrando el IPC, esté quien esté en el Gobierno"
P.- Si las elecciones generales no arrojan mayorías claras, ¿ve posible que los pensionistas estén hasta marzo, o más allá, con un 0,25% de subida de las pensiones?
R.- Desde el Instituto Santalucía creemos que hay un consenso político y social bastante amplio en que no se pueden limitar las pensiones. Además, los jubilados suponen una fuerza electoral de 9 millones de personas. Por eso, creemos que alguna norma se buscará para que los pensionistas sigan cobrando el IPC, esté quien esté en el Gobierno. Ahora bien, dicho esto, resaltar que el índice IRP es una buena herramienta para testar la temperatura y el nivel de equilibrio del sistema. No sabemos si se seguirá utilizando, pero creemos que sería muy bueno que se siguiera calculando, ya que nos indica si en el futuro habrá déficit o no.
P.- Numerosos expertos alertan de que revalorizar las pensiones con el IPC inyectaría mucho más déficit en el sistema…
R.- Claro, tiene que llegarse también a un consenso político para buscar soluciones a medio y largo plazo al desequilibrio entre cotizaciones y gastos. Porque incrementar las pensiones en función del IPC, sin reformas, generaría en el año 2040 un desfase de 100.000 millones de euros.
"Tenemos que volver al consenso en el Pacto de Toledo, ir más en piña"
P.- ¿Cree que el Pacto de Toledo tiene aún recorrido, o es una vía agotada?
R.- Es una pena que se haya roto el consenso, porque esta comisión parlamentaria ha funcionado muy bien y ha puesto sobre la mesa cuestiones trascendentales. Se tiene que volver otra vez al consenso en el Pacto de Toledo. Tenemos que ir más en piña.
"Hay que avanzar hacia la adscripción obligatoria a planes de pensiones de empresa"
P.- ¿Qué pueden hacer las empresas, los bancos, la iniciativa privada, para sostener el sistema público?
R.- Primero, información y formación. Como he dicho antes, no podemos cambiarle las reglas de juego a una persona que tiene 67 años, pero a alguien que tiene 30 años sí se le puede ir indicando que su forma de jubilarse va a cambiar. En segundo lugar, necesitamos desarrollar un segundo pilar fuerte de planes de pensiones de empresa, que en España no ha funcionado, por motivos fiscales, por cuestiones legales y porque psicológicamente todos pensamos que la tasa de reposición de nuestra pensión va a ser del 80% (respecto al último salario) y por tanto no vemos demasiados problemas. Desde el Instituto Santalucía estamos convencidos de que hay que avanzar hacia la adscripción obligatoria a planes de empresa. Esto supondría un coste para las empresas y para el Estado, pero conforme se vaya consolidando se relajaría la presión sobre el primer pilar (las pensiones públicas).
P.- Dice usted que los planes de empresa no han funcionado, tampoco los individuales…
R.- Los planes individuales no se han desarrollado todo lo que se esperaba. Pero también hay que tener en cuenta que estamos en una situación muy extraña de tipos cero donde los vehículos de inversión se han reducido y para obtener una rentabilidad que al menos supere a la inflación, hay que asumir riesgos.
"Los planes de pensiones necesitan mejor fiscalidad. Y nosotros, entender que ahorrar es imprescindible"
P.- ¿Hacen falta incentivos fiscales para los planes de pensiones?
R.- Una de las medidas que se implantó hace unos dos años fue dotarlos de más liquidez, que se pudieran rescatar a los diez años, para intentar atraer gente joven. Pero primero tenemos que hablar de ahorro global. Se ahorra más en época de crisis que en época de bonanza. Y es verdad que la situación actual de tipos de interés desincentiva el ahorro; lo que se fomenta ahora es el consumo. También hay que poner en la balanza que los sueldos no han crecido tanto: hemos recuperado empleo y estamos recobrando los niveles de aportación a la Seguridad Social pre crisis, pero el salario medio sigue más bajo. Con respecto a los planes de pensiones, hace falta mejorar la fiscalidad, por supuesto, pero también una mayor conciencia de que necesitamos ahorrar y cuanto antes empecemos, mayores réditos obtendremos.
(Dcha. a izq.) José M. Jiménez, Andrés Romero (consejero director general de Santalucía), la ministra en funciones Nadia Calviño y Guillermo de la Dehesa (presidente del Foro de Expertos del Instituto Santalucía).
"Todo el mundo puede ahorrar, ya sean 5 euros o 5.000 euros"
P.- ¿Qué producto de ahorro/inversión recomendaría a una persona en torno a los 50 años? ¿Y para alguien próximo a la jubilación?
R.- Daría esta regla: hasta la jubilación, acumulación, y a partir de entonces, desacumulación. Es decir, para la fase de la vida de acumulación, cualquier producto de ahorro es bueno, lo importante es ser constante y ahorrar de forma periódica. Todo el mundo puede ahorrar, ya sean 5 euros o 5.000 euros. Ahora bien, por lo que se refiere a la fase de desacumulación, a partir de la jubilación, el producto estrella es la renta vitalicia, que distribuye a su beneficiario una cantidad de dinero a perpetuidad de acuerdo con su esperanza de vida. Sinceramente, nos tenemos que acostumbrar cada vez más a este tipo de productos y pensar en consumir parte del capital ahorrado durante nuestra vida, arriesgarnos a que, si fallecemos antes de consumir la renta, pues hemos perdido dinero, pero si vivimos más de la esperanza de vida teórica, salimos ganando.
"A partir de la jubilación, el producto estrella es la renta vitalicia"
P.- Las personas mayores son reacias a productos complejos. ¿Hay alguno equivalente al depósito de toda la vida, con rentabilidad garantizada?
R.- Por ese tipo de depósitos, los bancos ya están cobrando a las empresas, y están haciendo todo lo posible para que eso no se traslade a los particulares, pero vivimos una situación tan extraordinaria, que no sabemos qué puede suceder. Desde luego, si queremos lograr rentabilidades superiores al IPC, tenemos que asumir riesgos. Y tomar medidas, porque esta situación de tipos cero, propiciada por el Banco Central Europeo (BCE @ecb), va a durar tres o cuatro años.
"En Santalucía nos planteamos comercializar la hipoteca inversa, aunque no a corto plazo"
P. ¿Qué le parece la hipoteca inversa, dirigida a los mayores de 65 años?
R.- Es un hecho que a los españoles nos gusta invertir en vivienda, tenemos un índice de propiedad del 80% y, además, se compra mucha segunda residencia. Respecto a la hipoteca inversa, aún existen muchas limitaciones psicológicas, porque la mayoría de la gente quiere legar la casa a sus herederos. También hay personas que piensan “y si yo fallezco a los cuatro años, ¿quién se va a quedar con el piso?” En definitiva, alrededor de este producto hay bastante grado de desconocimiento y, al mismo tiempo, entraña un cierto riesgo, que nosotros definimos como reputacional.
P.- Las entidades financieras se están lanzando a vender la hipoteca inversa de nuevo...
R.- Este producto tiene que tener una venta clara, transparente y sobre todo, muy profesional. Hay que vencer el riesgo reputacional y los reparos psicológicos de los clientes y de sus familias, además de que no toda vivienda sirve, ha de ser fácilmente vendible. Desde el Instituto Santalucía estamos convencidos de que en el futuro este producto va a tener un gran desarrollo, apostamos por la hipoteca inversa y por otras fórmulas que tienen como base el ahorro inmobiliario, como la venta de la nuda propiedad o la transformación de patrimonio en renta vitalicia.
P.- El Grupo Santalucía se plantea comercializar la hipoteca inversa?
R.- A corto plazo, no. Cuando ofrezcamos un producto de esta tipología al mercado será un producto completo e innovador, porque Santalucía tiene las capacidades para ofrecer y ejecutar esta clase de proyectos.
"Con las cuentas nocionales, la pensión sería un poco más baja, porque ahora mismo el equilibrio actuarial no existe"
P.- Últimamente se habla mucho del sistema de cuentas nocionales. ¿Es un modelo aplicable a España?
R.- Es un sistema más equitativo y más claro donde la pensión a cobrar se fija en función de los años cotizados. Es asimismo más flexible, porque si lo que vas a cobrar no te parece suficiente, puedes seguir trabajando; y al contrario: retirarte antes de tiempo si tu pensión te parece adecuada. ¿Qué puede ocurrir? Que en la misma situación la pensión sea un poco más baja porque en estos momentos el equilibrio actuarial no existe: ahora estamos pagando 28 céntimos más por cada euro que estamos cobrando. Pero esto no tendría que aplicarse a la gente ya jubilada, sino dejar un periodo de transición. Es decir, a quienes no pueden reaccionar, no hacerle cambios de calado, y a quienes sí pueden reaccionar, traspasarles la responsabilidad y las herramientas para que planifiquen su jubilación.
P.- Si España adoptara un sistema nocional, ¿desaparecería el tope máximo de pensión?
R.- Lo que sin duda debería existir es un tope mínimo de pensión, para garantizar la suficiencia de las pensiones. En cuanto al tope máximo, se podría desligar de alguna manera. Pero sobre todo se tendría que estudiar muy bien el tope mínimo porque puede haber trabajadores que salgan perdiendo por haber cotizado menos tiempo, así que el sistema asistencial se tendría que hacer más fuerte.
"Santalucía tiene un enfoque global para atender la longevidad"
P.- La mayor longevidad y la menor natalidad plantean enormes retos. ¿Cómo lo afronta el sector asegurador?
R.- La longevidad está aquí para quedarse, hasta el punto de que ya empezamos a hablar de la ultralongevidad, es decir, puede que dentro de unos años nos encontremos con esperanzas de vida de 120 años; algo que ocurre en todos los países desarrollados. Desde un punto de vista asegurador, la longevidad es un riesgo que llevamos muchos años gestionando.
P.- ¿Qué está haciendo Santalucía?
R.- Santalucía tiene un enfoque global para atender la longevidad: somos líderes nacionales en seguros de Decesos; estamos apostando por la previsión social a largo plazo y, desde el año pasado, somos el quinto grupo asegurador en Vida, posición que mantenemos también en el primer semestre de este año. Y además tenemos una parte asistencial, queremos ser pioneros en ofrecer soluciones de servicio y asistencia a nuestros mayores. Nuestro reto es posicionarnos como un grupo referente a todos los niveles. Somos muy conscientes del riesgo que conlleva la longevidad; un riesgo a largo plazo que a la sociedad le cuesta ver, sobre todo a los políticos.
"Un medio como 65Ymás ayuda a los mayores a tener una importante línea de comunicación"
P.- El negocio asistencial es una pata importante para el Grupo Santalucía.
R.- En el Grupo Santalucía apostamos por una visión global de la tercera edad, que para nosotros es la cuarta edad. Dentro de nuestro negocio asistencial, contamos con Temmpo, empresa especializada en productos y servicios de valor añadido para la población sénior; y con Ballesol, que es una entidad líder en la atención a personas mayores y dependientes, que gestiona 48 residencias y más de 7.400 plazas residenciales; y Albia es la empresa de referencia a nivel nacional en la gestión integral de servicios funerarios.
P.- Por último, ¿qué le parece que exista un diario como 65ymás?
R.- La existencia de este tipo de medios es muy importante porque tiene objetivos muy en paralelo con el propósito fundacional del Instituto Santalucía, que es mejorar la educación financiera y ayudar a los mayores, un segmento tan concreto y con necesidades tan específicas, que necesita enfoques muy profesionales. Un medio como 65Ymás ayuda a tener una importante línea de comunicación.