Los mayores ven luces y sombras en la reforma de las pensiones que el Gobierno lleva al Congreso
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Las trampas de la nueva jubilación anticipada: nuevos coeficientes
La gallega María Fernanda Sández Martínez (64 años) ha dedicado toda su carrera laboral a la enseñanza. Ha sido profesora, jefa de estudios y directora de un centro público hasta su jubilación, cuando llevaba cotizados la friolera de 42 años. Se tuvo que jubilar anticipadamente a los 63 años debido a que su cargo de responsabilidad como directora del centro le supuso "tal grado de desgaste y ansiedad que al dejar la dirección fui incapaz de continuar trabajando". Como resultado, ha perdido "mensualmente y de por vida lo que se me descuenta como penalización en la pensión, alrededor del 12%, pero también lo que me corresponde por tener dos hijos".
Para esta docente, "es totalmente injusto que personas que empezaron a trabajar mucho más tarde que yo, pero se jubilaron a los 65 años, con 38 años cotizados, cobren el 100% de pensión y una prima maternal, cuando han contribuido cuatro años menos que yo". Le parece "igualmente injusto que mis compañeros de clases pasivas se hayan podido jubilar a los 60 años sin perder un euro, cuando hemos realizado el mismo trabajo toda la vida".
Fernanda Sández explica: "Yo hice unas oposiciones cuando terminé en la facultad, como otros compañeros. Unos opositaron a la Xunta de Galicia o al Estado; yo lo hice a la Diputación. He realizado el mismo trabajo que ellos: profesora de un centro público. Pero estar en la Xunta o en el Estado suponía pertenecer a clases pasivas, mientras que estar en la Diputación, era estar en la Seguridad Social. Mis compañeros se pudieron jubilar a los 60 años sin ningún tipo de reducción, mientras que yo me jubilé a los 63 años, trabajando tres años más que ellos, y me aplicaron un coeficiente reductor. Yo creo que esto es inconstitucional y he escrito a Asjubi40 para plantearlo en el TC. A igualdad de tiempo trabajado no puede haber estas diferencias de pensión".
"Empecé a trabajar a los 20 años. Necesité permiso de mi padre para abrir una cuenta para la nómina"
La historia de María Fernanda ejemplifica "el agravio comparativo" que soportan unos 530.000 jubilados anticipados con más de 40 años de cotizaciones a sus espaldas, según la asociación de Jubilación Anticipada sin Penalizar (@asjubi40), a la que pertenece la entrevistada, y cuyos miembros avisan de que no pararán hasta que el Gobierno, el Pacto de Toledo, el Parlamento y los agentes sociales pacten una reforma que elimine los coeficientes reductores a las largas carreras de cotización, de forma que los actuales afectados pasen a cobrar la pensión íntegra que les hubiera correspondido, y que a los nuevos jubilados ya no se les aplique la penalización.
P.- ¿A qué edad empezó usted a trabajar?
A los 20 años comencé a trabajar como profesora en un colegio privado de secundaria. Yo era menor de edad, pues la mayoría se alcanzaba a los 21 y tuve que pedir permiso a mi padre para abrir una cuenta donde cobrar la nómina
R.- Estudié becada la carrera de matemáticas, que acabé un año antes de lo normal con una media de notable. A los 20 años comencé a trabajar como profesora en un colegio privado de secundaria. Yo era menor de edad, pues la mayoría se alcanzaba a los 21 y tuve que pedir permiso a mi padre para abrir una cuenta donde cobrar la nómina. Tuve dos hijos y en ambas ocasiones trabajé hasta el mismo día en que di a luz. Entonces las bajas por parto eran tan cortas que tratábamos de utilizar todo el permiso para estar con nuestros hijos. Al mismo tiempo, preparé las oposiciones para ser profesora de un centro público.
"Me jubilé a los 63 años, con 42 cotizados y pensión recortada. Mis compañeros de clases pasivas, con 60 y 100% de pensión"
P.- Desempeñó cargos de responsabilidad durante años...
R.- Sí, durante mi etapa de docente fui profesora, jefa de estudios y directora durante diez años. Esto último me supuso tal grado de desgaste y ansiedad que al dejar la dirección fui incapaz de continuar trabajando. El médico me ofreció una baja, dado mi estado anímico y depresivo, pero mi concepción de la enseñanza me impidió dejar a mis alumnos así. El nombramiento de profesores sustitutos es lento y los alumnos pierden demasiadas clases.
"Tras una vida entregada al Estado se me penaliza doblemente: con coeficientes y sin la prima por mis dos hijos"
P.- ¿A qué edad se jubiló y qué penalización sufre en su pensión?
R.- Tomé la decisión de jubilarme anticipadamente a los 63 años y con 42 cotizados. He perdido mensualmente y de por vida lo que se me descuenta como penalización, pero también lo que me corresponde por tener dos hijos. Es decir, después de una vida entera entregada al Estado se me penaliza doblemente: con los coeficientes reductores y perdiendo la prima correspondiente a mis dos hijos.
P.- ¿Tiene esperanzas de que este Gobierno suprima la penalización a cotizantes con largas carreras?
R.- Me siento muy frustrada. He visto a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias delante de las pancartas de Asjubi antes de llegar al Gobierno, pero esos partidos que ahora gobiernan, dicen que aplazan nuestro tema para el año que viene. No hay dinero para lo nuestro, pero sí para que las clases pasivas sigan jubilándose a los 60 años. Y para colectivos como la Policía que se jubilan antes, cuando podrían desempeñar trabajos burocráticos o de otro tipo, y para prejubilaciones bancarias... La verdad es que tengo pocas esperanzas.