Escrivá: "Las pensiones subirán con el IPC, aunque la inflación sea del 8%"

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El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escriva, ha vuelto a ratificar que la revalorización de las pensiones, en enero de 2023, se realizará conforme a lo que marca la Ley, es decir, en función del IPC medio que se registre en el mes de noviembre de 2022, con independencia del gasto extraordinario que ello suponga o del porcentaje final de aumento de las pagas. En una entrevista televisiva en el programa 'Al Rojo Vivo' de La Sexta, ha asegurado este viernes de manera categórica que el Gobierno va a cumplir lo que dicta la Ley y fue acordado en el Pacto de Toledo, aunque la tasa de inflación sea del 8%.

"Este año los ingresos de la Seguridad Social están creciendo el 8,5%, y estamos logrando reducir el déficit: en 2021 cerró en el 0,9% del PIB y este año finalizará en el 0,5%", ha detallado Escrivá, poniendo de relieve la buena marcha de los ingresos por cotizaciones sociales y recalcando que el saldo entre gastos e ingresos refleja la mejoría de la salud financiera del sistema de pensiones. 

El ministro ha avanzado asimismo que a comienzos de septiembre planteará a los agentes sociales la reforma del sistema de cómputo de la pensión, que actualmente toma en cuenta los últimos 25 años cotizados. Un asunto espinoso, por su posible impacto en la cuantía de las pensiones futuras y por el previsible choque entre las posiciones del Gobierno, los sindicatos UGT y CCOO y las patronales CEOE y Cepyme.

¿Ampliar los años hasta para un 30% de trabajadores?

Según el ministro, la forma de abordar el cómputo para el cálculo de las pensiones se hará "teniendo en cuenta que los últimos años de cotización no son necesariamente los mejores", y en todo caso se llevará a cabo de forma negociada. Escrivá ha explicado que "hay que ver cómo conjugamos período, lagunas y también posibilidades de excluir los peores años; ahí tenemos que negociar con los agentes sociales".

De ese modo, se confirma que Escrivá está abierto a ampliar los años de cómputo para personas cuyas carreras laborales no son lineales ascendentes, y presentan al final de su vida laboral importantes lagunas de cotización o salarios muy inferiores a los que acostumbraban en el pasado; en torno a un 30% según cálculos del ministerio. Aunque, según el ministro, esa teórica ampliación podría ir acompañada por la posibilidad de descartar los peores años cotizados, o de elegir los que resulten más beneficiosos para la cuantía de la pensión. 

Sin embargo, de entrada, los movimientos y asociaciones de pensionistas se oponen a una eventual extensión del periodo de cómputo, por ejemplo, desde los 25 actuales hasta 35, una posibilidad que en algunos momentos se ha apuntado (sin confirmar), y que el ministro no ha querido confirmar ni negar. “En todos los temas siempre hemos llegado a un acuerdo con los agentes sociales”, ha sido su respuesta, remitiéndose a la inminente negociación en septiembre con los agentes sociales.