El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha marcado como meta el negociar en la segunda mitad de año con los agentes sociales (empresarios y sindicatos) dos importantes reformas: por una parte, llevará a la mesa de diálogo el destope de la pensión máxima y de la correspondiente base de cotización; y por otra, pondrá sobre el tablero posibles modificaciones en el sistema de cómputo para calcular la cuantía de la pensión (actualmente se cuentan los últimos 25 años cotizados). Así lo ha desvelado en una entrevista con Manuel Campo Vidal (@mcampovidal) durante la jornada inaugural del V Encuentro Economía Senior, celebrado este miércoles 11 de mayo.
"Hay que repensar el sistema de cómputo de la pensión para tener en cuenta las nuevas realidades laborales, por ejemplo, de aquellas personas cuyos últimos años no son precisamente los mejores en cuanto a ingresos. A lo mejor, para esas personas, conviene extender el periodo de cálculo de la base reguladora, o trabajar en las lagunas de cotización que pueden tener en esos años, o permitir que la persona excluya del cómputo los peores años. Hay distintas soluciones que llevaremos en los próximos meses a la discusión con los agentes sociales", ha detallado Escrivá.
El ministro no ha mencionado la polémica sobre una eventual extensión a 35 años trabajados para calcular la pensión; polémica que estalló a principios de 2021 y que entonces negó rotundamente. Sin embargo, en noviembre pasado, se supo que en el memorando entre el Gobierno español y la Comisión Europea por el que se rigen las ayudas a nuestro país, una de las medidas comprometidas es la revisión del periodo de cálculo que se utiliza para determinar el importe de las pensiones de jubilación, según consta en el anexo al documento Operational Arrangements (ver tabla inferior).
Tranquilidad ante la jubilación del baby-boom
Durante su entrevista con Campo Vidal, el titular de Seguridad Social ha restado dramatismo a la próxima y masiva jubilación de la generación del baby-boom, asegurando que la mayor tensión en la Seguridad Social se producirá en las próximas dos décadas, pero será un apuro transitorio. "A partir de 2050, la situación se reequilibrará, pero es verdad que hasta entonces tenemos que reforzar el sistema. Por ejemplo, con el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que va a volver a reactivar el Fondo de Reserva de las pensiones, la famosa hucha, hasta el año 2032", ha explicado.
Fuente: Seguridad Social
Recordemos que el MEI constituye una especie de colchón de seguridad para afrontar desviaciones en el gasto en pensiones. Entre 2023 y 2033, rellenará el Fondo de Reserva mediante una cotización adicional del 0,6%, de la cual, el 0,5% lo pagará la empresa y el otro 0,1% el trabajador. Según el ministerio, significará pagar unos 12 euros mensuales para una base reguladora media, y 6 euros mensuales para el salario de un mileurista.
En su entrevista con Campo Vidal, el ministro ha resaltado que el destope de la pensión máxima y de las cotizaciones correspondientes, "reforzará los ingresos. A medio plazo, el destope será neutral para las cuentas de la Seguridad Social porque aumentamos la pensión máxima pero también hay que cotizar más y por tanto ingresos y gastos casarán. Pero a corto plazo, dado que primero se recauda por todos y luego se pagan las pensiones, el destope permitirá rellenar de ingresos justamente las dos décadas que son más débiles y así salvaremos el bache de la jubilación del baby-boom".
Sostenibilidad de las pensiones "asegurada"
José Luis Escrivá, durante su entrevista con Manuel Campo Vidal.
Escrivá ha vuelto a repetir que la sostenibilidad de las pensiones está asegurada. "Por una parte, estamos reduciendo el déficit de la Seguridad Social, que el año pasado fue del 09% del PIB, este año acabará en torno al 0,5%, y al final de la legislatura estará cerca del equilibrio. Las medidas que hemos ido adoptando han reforzado la Seguridad Social, lo que sucede es que en los momentos de vacas gordas, a principios del año 2000 y por distintos gobiernos, sobrecargaron la Seguridad Social de gastos pagados con cotizaciones sociales, los llamados gastos impropios, que nosotros estamos traspasando al Estado".
"Fruto de una recomendación del Pacto de Toledo, hemos realizado una separación de fuentes, según la cual, el Estado está asumiendo gastos que antes sufragaba la Seguridad Social (pero que no le correspondrían), lo que está permitiendo que la situación financiera del sistema sea ahora mucho más fiel que antes, cuando una parte de los ingresos contributivos iban a pagar gastos no contributivos".
Más incentivos en jubilación activa y parcial
Desde el 1 de enero, cualquier persona que retrase su jubilación un año recibe una compensación que, dependiendo de su nivel de cotización, puede llegar hasta los 12.000 euros por año demorado, a cobrar en un solo pago o en forma de mayor pensión. "Nuestras encuestas indican preferencia por pagos de una sola vez. Una persona que tenga un nivel de pensión alta y aplace tres años su retiro recibirá 36.000 euros", ha resumido Escrivá, avanzando que, tras haber incentivado la jubilación demorada, "es momento de introducir incentivos en el ámbito de la jubilación activa y la parcial".
Esto significa que trabajará en nuevos incentivos para fomentar esta modalidad de jubilación, que permite compatibilizar un empleo con el cobro de parte de la pensión. Una fórmula legal que ya existe, pero escasamente utilizada por los trabajadores por cuenta ajena, debido a la falta de incentivos y a que precisa el acuerdo con la empresa para mantener al empleado más allá de la edad ordinaria de retiro. La jubilación activa es utilizada sobre todo por los autónomos, que además tienen el aliciente de que pueden cobrar el 100% de la pensión si contratan al menos a un empleado.
El ministro ha avanzado que la jubilación activa estará dentro del segundo paquete de negociación con los agentes sociales para este año. "Nos quedaba incidir en esta jubilación activa, compatibilizar pensión y trabajo. Vamos a trabajar con los representantes de los sindicatos y la patronal. Cuando tengamos el tema madurado, lo elevaremos".
Con respecto a una hipotética elevación de la edad de jubilación, el ministro asegura que en España "tenemos solucionado el tema de la edad de jubilación, no es un asunto que genere confrontación, al contrario, existe consenso", y ha recordado que fue en 2011, con el acuerdo de los agentes sociales y del Pacto de Toledo, cuando se aprobó una subida transitoria, que finalizará en 2027, cuando se exigirán 67 años para el retiro ordinario.
El titular de Seguridad Social ha sacado pecho del logro de España en este campo, en contraste con Francia e Italia, "que siguen sin ponerse de acuerdo. En Francia, desde hace años, el Senado tiene varada una ley para subir la edad de jubilación a los 65 años. Y en Italia, donde existe la llamada regla 100 (la persona se puede jubilar si acumula 100 sumando su edad y los años cotizados), tras un enorme debate, el Gobierno de Mario Draghi ha movido la regla del 100 al 102, con lo que siguen sin abordar el problema de fondo".
Escrivá ha aprovechado su entrevista con Campo Vidal para tranquilizar sobre el gasto en pensiones, comparando el 12% del PIB que representa en España, en contraste con el 16% que supone en Francia o los también cuatro puntos más de Italia.
Freno al "abuso" de las jubilaciones anticipadas
En España ha habido un abuso de las prejubilaciones y no solo en el ámbito de las empresas, según el ministro, una realidad que se pretende corregir con la Ley de reforma de las pensiones en vigor desde el 1 de enero de 2022. "La jubilación anticipada voluntaria era un sistema muy regresivo que propiciaba que en las pensiones altas la penalización por jubilarse dos años antes fuera muy pequeña, y eso lo estamos cambiando. Hemos comprobado que las jubilaciones anticipadas se dan sobre todo en personas con rentas más altas", asegura Escrivá.
Uno de los empeños de su ministerio es incrementar la permanencia de los trabajadores sénior en las empresas. "Tenemos que luchar contra la idea errónea de que el empleo es un dato estanco, que viene dado, y que al tener un gran problema de desempleo juvenil, si prejubilamos a los mayores estaremos dejando espacio a otros. Pero esta idea es radicalmente falsa. De hecho, en España, los mayores de 55 años presentan la tasa de actividad más baja de nuestro entorno, y al mismo tiempo tenemos la tasa de paro más alta. Es completamente erróneo que prejubilando a los mayores habrá más empleo para los más jóvenes".
Pacto Social por el Envejecimiento
A juicio del ministro Escrivá, en España es preciso firmar un Pacto social para abordar los retos del envejecimiento, siguiendo el ejemplo del Pacto de Toledo en pensiones. "La edad media cada vez va a ser más alta y la nueva realidad de la longevidad requiere una mayor focalización de las políticas públicas hacia los retos que plantea el envejecimiento. Estos son los mimbres con los que deberemos hacer un pacto social".
Fuente: INE (1 de enero de 2021)
Ante la realidad de un país con una pirámide de edad cada vez más estrecha en la base y más ancha hacia la mitad, hace falta financiar más partidas del Estado del bienestar. "Vamos a necesitar trabajadores migrantes más formados, que se adecúen a las necesidades de la sociedad y de las empresas, a los que formemos e integremos en nuestro mercado de forma permanente. El envejecimiento de los nacionales es un hecho, la esperanza de vida va a seguir creciendo, y tenemos una tasa de fecundidad bastante baja", es el panorama dibujado por Escrivá.
En su opinión, esasimismo imprescindible impulsar más la conciliación familiar facilitando que las parejas puedan permanecer en el mercado de trabajo a la vez que tienen y cuidan a sus hijos.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).