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El pleno del Parlamento Europeo ha dado este jueves su visto bueno a la normativa que creará una etiqueta europea de planes de pensiones privados, que tendrán unas características básicas comunes, serán transferibles entre Estados miembros y a los que los clientes podrán contribuir independientemente del país del bloque comunitario en el que residan.
Los eurodiputados han validado el acuerdo alcanzado con los Estados miembros a finales de febrero para crear el nuevo producto paneuropeo de pensiones individuales (PEPP), con el que se pretende acabar con la fragmentación actual del sector de pensiones privadas en el bloque comunitario.
Los PEPP podrán ser ofrecidos por varios proveedores como compañías de seguros, bancos, fondos de pensiones de empleo, empresas de inversión y gestores de activos. Además, esta nueva etiqueta será una opción que complementará los sistemas públicos, profesionales y nacionales de pensiones individuales.
Además, los clientes tendrán derecho a cambiar de promotor, tanto a nivel nacional como internacional, después de un periodo mínimo de cinco años, y podrán seguir contribuyendo a su PEPP aunque se desplacen a otro Estado miembro.
Por su parte, los promotores de planes de pensiones podrán vender PEPP en distintos Estados miembros, lo que les permitirá poner en común activos con mayor eficacia y llegar a consumidores de todo el bloque comunitario.
El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Servicios Financieros, Valdis Dombrovskis, ha celebrado el acuerdo, ha celebrado el voto y ha subrayado que ofrecerá a los ciudadanos europeos más opciones de ahorro para su jubilación. "Un importante primer paso hacia un mercado paneuropeo de productos personales de pensiones", ha escrito en la red social Twitter.
En cambio, el euroduputado de Catalunya en Comú Ernest Urtasun ha votado en contra de la normativa, que enmarca dentro de una "estrategia generalizada" de promover los planes privados "como forma de reducir los gastos públicos en pensiones".
"Los esquemas privados en ningún caso deber ser substitutivos del sistema público y en consecuencia no debe ser promovido desde los poderes públicos. Y menos aún pedir incentivos fiscales", ha defendido el catalán en un comunicado, en el que ha añadido que "estas rebajas fiscales benefician a las rentas más alta".
También lo ha criticado la eurodiputada de BNG Ana Miranda porque, a su juicio, beneficiará a las rentas más altas y supondrá "una notable pérdida de ingresos públicos" que se podrían destinar a políticas sociales como la creación de empleo y las ayudas a los más desfavorecidos y a la dependencia.