El PSOE propondrá a la exministra de Sanidad María Luisa Carcedo ( 69 años) para presidir la Comisión del Pacto de Toledo, que ahora deberá reactivarse para discutir, entre otras cuestiones, la reforma de las pensiones.
Carcedo sustituirá en el cargo a la también exmnistra Magdalena Valerio, que el pasado mes de octubre dejó la comisión del Pacto de Toledo tras renunciar al escaño para ser nombrada presidenta del Consejo de Estado.
La elección de Carcedo en el Pacto de Toledo conllevará otro cambio posterior, ya que la exministra preside actualmente la comisión de Política Territorial, puesto que dejará a otro compañero del Grupo Socialista que aún no se ha decidido.
Médica de formación, la diputada asturiana fue ministra de Sanidad con el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, entre septiembre de 2018 y enero de 2020, pero ya no repitió tras el pacto de coalición con Unidad Podemos y se quedó como diputada en el Congreso.
De probado talante negociador –fue una de las artífices del respaldo mayoritario a leyes controvertidas como la de la eutanasia– Carcedo asumirá ahora el reto de dirigir la Comisión del Pacto de Toledo en una etapa centrada en el debate de la reforma de las pensiones que el Gobierno de pactar con la oposición.
Un pacto, una Comisión
A mediados de los 90, en un escenario de población envejecida, con un aumento de los despidos, de las jubilaciones anticipadas y del desempleo, se hacía necesario dar respuesta de algún modo a todos estos problemas que ponían en riesgo el sistema de pensiones.
Es por ello por lo que, en el año 1995, con el foco puesto en el reto de la longevidad y con una crisis económica de por medio, se constituye el Pacto de Toledo, una comisión parlamentaria cuyo objetivo consiste en analizar el estado de las pensiones y proponer medidas para la mejora del sistema.
El Pacto de Toledo es un consenso alcanzado entre los partidos políticos de España, cuya finalidad es el estudio de todos los problemas que afectan a las pensiones y su sostenibilidad. Cuenta con representantes de todos los partidos políticos y permite proponer y debatir medidas para garantizar la viabilidad del sistema público de pensiones.
A través del Pacto de Toledo se pretenden aportar soluciones para los problemas a los que se enfrentan las pensiones públicas. Tratando así de evitar que el sistema de pensiones acabe formando parte de debates partidistas y logrando acuerdos mediante consenso.
El documento aprobado por este acuerdo describe la evolución del sistema de pensiones español, cuáles son los factores futuros que podrían afectar a dicho sistema y una serie de recomendaciones.
Estás son las 15 recomendaciones del Pacto de Toledo:
Separación y clarificación de las fuentes de financiación
Constitución de reservas
Mejoras de las bases
Financiación de los regímenes especiales
Mejora de los mecanismos de recaudación
Simplificación e integración de regímenes especiales
Integración de la gestión
Evolución de las cotizaciones
Equidad y contributividad del sistema
Edad de jubilación
Mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones
Reforzamiento del principio de solidaridad
Mejora de la gestión
Sistema complementario
Análisis y seguimiento de la evolución del sistema
Además, en el año 1999, se creó en el Congreso de los Diputados, una Comisión no permanente de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo. Su objetivo no era otro que el de excluir de la controversia partidista al sistema de protección social y encuadrarlo dentro de un debate político más sosegado y de amplio calado. Esto permitiría alcanzar el máximo nivel de acuerdo como garantía de la eficacia y la perdurabilidad de las reformas.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.