Factor de sostenibilidad: ¿me beneficia o perjudica?

Durante meses han corrido ríos de tinta sobre la viabilidad del actual sistema de pensiones. Uno de los principales problemas que hay es la falta de un relevo generacional que mantenga el nivel de contribuyentes respecto al de personas con pensión o que se pueden beneficiar de una de las prestaciones sociales. Todo ello con unas tasas de desempleo muy altas (el paro juvenil cerró noviembre de 2020 con un 40,9%, triplicando la media de la OCDE).

Para atajar estos problemas comenzaron a plantearse reformas que tuvieran el impacto suficiente para hacer el sistema de pensión un sistema viable. Una de las propuestas era crear un factor de sostenibilidad. Este factor añadía nuevas variables al cálculo de la pensión.
Hasta ahora, como hemos escrito en otros artículos, la pensión de jubilación tenía en cuenta la edad a la que se solicita, los años que se han cotizado a la seguridad social, y la cuantía cotizada.
El factor de sostenibilidad añade dos nuevos elementos:

El primero es la esperanza de vida que se tiene al percibir la primera pensión. Se le conoce con el nombre de “factor de equidad intergeneracional”. Este nuevo componente surge pensando en que cada vez la esperanza de vida tiende a aumentar, y con ello los futuros jubilados por lo que los derechos cotizados mientras trabajaban deberían repartirse durante un mayor número de años. En definitiva, se cobraría menos, pero se garantiza su viabilidad durante más años.

Por otro lado, se crea otro nuevo elemento, el factor de revalorización anual. Si en el anterior el cálculo dependía del número de años que fuera a vivir el nuevo jubilado, en este dependerá del estado de salud de las cuentas públicas. En términos prácticos las pensiones solamente se revalorizarían si los ingresos del sistema se encuentran por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones. En concreto se movería entre un mínimo de un 0,25% y un máximo del IPC del 0,5%.
Actualmente las pensiones durante los dos últimos años han tenido un aumento respecto al IPC del 1,6% y del 0,9% (2019 y 2020). Para este año se sabe que el Gobierno tiene la intención de crear un sistema estable de revalorización vinculado a la inflación real.

Ambos factores, el de equidad intergeneracional y el de revalorización anual se encuentran suspendidos ya que los presupuestos generales del estado se encuentran en trámite.