Las previsiones del gobierno sobre el gasto en pensiones hasta 2050, publicadas hace unos días por el Ministerio de Seguridad Social, no resultan creíbles y son "poco plausibles", según un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea @socialfedea), que considera que las proyecciones "infravaloran" los efectos de la reforma sobre el déficit presupuestario y, por lo tanto, sobre el margen de gasto disponible para otras políticas. A juicio de este think tank, España va a soportar un crecimiento sustancial del gasto en pensiones neto de nuevos ingresos, que rondaría los 1,5 puntos del PIB en promedio entre 2022 y 2050, y excedería los 3,5 puntos en 2050.
Así lo explica Fedea en un estudio del Grupo de Trabajo Mixto Covid-19 (GTMC), coordinado por Ángel de la Fuente, donde se asegura que las proyecciones del Ministerio, que dirige José Luis Escrivá, en funciones, "se apoyan en supuestos demográficos y macroeconómicos más favorables que los utilizados por otras instituciones, así como en estimaciones no suficientemente documentadas y en ocasiones poco creíbles de los efectos presupuestarios".
Como consecuencia de ello, Fedea advierte de que "lacondición que activa la cláusula de salvaguarda del MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional) se cumple ya en la actualidad, lo que previsiblemente obligará a tomar medidas correctivas en la revisión prevista para dentro de dos años", es decir, sugiere que España habrá de adoptar nuevas medidas de ajuste del gasto para sostener las pensiones públicas, o proceder a un incremento extra de cotizaciones desde 2025.
Fuente: Fedea
"Dado su ya elevado nivel, una subida adicional de las cuotas para cubrir el creciente déficit del sistema público de pensiones podría tener efectos adversos sobre el crecimiento potencial, el empleo, la productividad y, en definitiva, sobre el bienestar", advierte Fedea. Para el organismo, los "sesgos al alza" de las proyecciones del Ministerio son "preocupantes" porque "las dinámicas electorales de las democracias contemporáneas favorecen que las proyecciones excesivamente optimistas, además de utilizarse como instrumentos de autolegitimación, acaben justificando políticas expansivas de gasto y/o retrasos de ajustes fiscales por parte de los gobiernos".
Estas previsiones contrastan con los cálculos de Seguridad Social, que estima para el conjunto del periodo 2022-2050 un gasto medio "holgadamente" por debajo del nivel que activaría la cláusula de salvaguarda del MEI. En el escenario contemplado por el Gobierno, no sería necesario subir las cotizaciones sociales o tomar otras medidas compensatorias.
Jubilación demorada, autónomos y pensión mínima
Las principales diferencias entre las proyecciones de Fedea y las del Ministerio se encuentran en el impacto de los incentivos a la jubilación demorada, la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y la mejora de las pensiones mínimas.
En los dos primeros casos, la discrepancia se debe, al menos en parte, a que las proyecciones del Ministerio "no recogen" los efectos inducidos sobre el gasto futuro en pensiones de los incentivos a la demora de la jubilación o de la subida de las cotizaciones de los autónomos, subraya Fedea.
En cuanto a las pensiones mínimas, Fedea avisa de que "no parece tenerse en cuenta" que la revisión de las pensiones mínimas y no contributivas no solamente comporta una subida puntual de su cuantía, sino un cambio importante en su regla de evolución, que deja de referenciarse a la inflación para ligarse a la evolución de la renta per cápita media.
Asimismo, el estudio advierte de que el escenario del Ministerio se basa en unas proyecciones de población propias, "notablemente más optimistas que las de Eurostat": las del Ministerio suponen mayores flujos migratorios a partir de 2035, menor esperanza de vida a partir de los 65 y 67 años, y mayor ocupación. "Si en lugar de utilizar el escenario demográfico del Ministerio se utiliza el de Eurostat, el gasto total en pensiones en ausencia de las últimas reformas aumentaría en 2050 del 15,65% al 16,90%, es decir, en más de 1,2 puntos de PIB. Adicionalmente, por cada décima anual de menor crecimiento de la productividad, el gasto en pensiones en 2050 aumentaría unas tres décimas de PIB", sostiene Fedea.
Economistas piden bajar cotizaciones para subir el SMI
El presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE @EconomistasOrg), Valentín Pich, ha sugerido que, para seguir subiendo el salario mínimo interprofesional (SMI) sin perjudicar la creación de empleo, habría que explorar la posibilidad de reducir las cotizaciones a la Seguridad Social, subrayando que, con el salario mínimo interprofesional (SMI), situado en 1.080 euros al mes por 14 pagas, los trabajadores aún tienen dificultades para financiar sus necesidades, pero, por el lado de los empresarios, su "elevado coste real" dificulta que sigan creando empleo.
Una rebaja de las cotizaciones que pagan las compañías reduciría el coste del trabajo, fomentaría la creación de empleo y desincentivaría la economía sumergida, al decir de Pich, que ha realizado esta sugerencia durante un coloquio sobre el SMI organizado por el CGE, en el que han participado el director de Investigación del área laboral de Fedea, Marcel Jansen; el coordinador del Gabinete Económico de CCOO, Luis Zarapuz; y el catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y Premio Rey Jaime I de Economía, José García Montalvo.
Montalvo ha avisado de que "no se puede sostener de manera generalizada y acrítica que cualquier aumento del SMI es inocuo sobre el empleo, ni que existen niveles mágicos, por ejemplo, el 60% del salario medio, hasta los cuales el salario mínimo no tiene efectos contraproducentes". Según su expertise, "la evidencia muestra que los resultados son muy sensibles a las condiciones iniciales del mercado laboral, al aumento del salario mínimo y a la estructura productiva de la economía".
En cuanto a si se puede seguir subiendo el SMI, mientras que Jansen considera que "a partir de ahora deben evitarse más saltos en el SMI" y que debe actuarse con "cautela", Luis Zarapuz cree que "se puede y se debe seguir subiendo el SMI". En concreto, el experto de Fedea ha afirmado que esta renta mínima se acerca ya al 60% del salario medio y sitúa a España entre los países europeos con el salario mínimo más alto. Sugiere que la mejor estrategia sería la de acordar una senda gradual para el SMI con los agentes sociales y evaluar, a continuación, sus impactos en el mercado laboral.
"Estas evaluaciones deberían servir también para identificar posibles mejorar en el diseño del SMI", ha dicho Jansen, que ha recordado que España es uno de los pocos países donde el SMI es universal e igual para todos los mayores de 16 años. "La diferenciación por edades podría permitir subidas en el SMI para adultos, sin deteriorar las perspectivas laborales de los jóvenes.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).