Anna Blanco
Pensiones
Lo que tienes que saber sobre la fiscalidad de las pensiones no contributivas
Las pensiones no contributivas tienen la consideración de rendimientos del trabajo para tributar
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Las personas que llegada la edad de jubilación no tienen cotizados suficientes años para acceder a una pensión contributiva pueden optar por una no contributiva si cumplen determinados requisitos. Para acceder a estas pensiones, de menor cuantía, no se exige un periodo mínimo de cotizaciones, y sí se exigen otros requisitos como puede ser acreditar carencia de rentas o tener fijada la residencia en España. Y es que como informa el Imserso, 'la pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva'.
Dicho esto, y si se tiene derecho a una pensión no contributiva, ¿qué deberemos tener en cuenta sobre cómo tributan y su fiscalidad?
A priori, todo trabajador, pensionista y cualquier persona que obtenga algún tipo de renta debe hacer la declaración de la renta. Sin embargo, la obligación depende de los ingresos que se obtengan y su procedencia, así como de las deducciones que se pueda practicar cada contribuyente.
De esta manera, las pensiones, tanto contributivas como no contributivas, están sujetas a tributación y su consideración es la de rendimientos del trabajo. Es decir, las pensiones están sujetas a las mismas normas que, por ejemplo, los ingresos del trabajo de un empleado por cuenta ajena y se les practica la retención correspondiente según las circunstancias económicas y familiares del beneficiario. Merece mención aparte el tratamiento de las pensiones no contributivas de invalidez ya que existen desgravaciones, bonificaciones y límites especiales para contribuyentes con discapacidad.
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Dicho esto, con carácter general, la Ley de IRPF establece en 22.000 euros el mínimo exento para declarar para las rentas del trabajo provenientes de un pagador y también para las prestaciones pasivas a las que se refiere el artículo 17.2a de la ley y que incluye las pensiones percibidas de los regímenes públicos de la Seguridad Social y demás prestaciones públicas por situaciones de incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad, o similares.
Siendo el mínimo exento para declarar de 22.000 euros, en caso de ser beneficiarios de una pensión no contributiva y significar esta pensión nuestro único ingreso, no estaremos obligados a presentar la declaración de la renta.