David Vargas
Pensiones
Grecia quiere atraer a pensionistas extranjeros con una tarifa plana
La medida que quiere introducir Grecia en su sistema fiscal es parecida a la que implantó Portugal
Parece que los jubilados son, cada vez más, un objetivo codiciado para algunos países de la Unión Europea, que intentan atraerlos con ventajas fiscales para que fijen allí su residencia. Es lo que se conoce con el nombre de “visa dorada” en el argot tributario y consiste en una serie de medidas económicas muy favorables para los jubilados extranjeros con la finalidad de atraer nuevas rentas que aporten riqueza al país. Curiosamente, son los países del sur de Europa los que más se han afanado por conquistar a este segmento de la población, seguramente porque saben que son los destinos más buscados por los pensionistas europeos del norte y centro del continente.
El país que dio el pistoletazo de salida fue Portugal en 2009, en plena crisis económica, y es el que ha ido marcando tendencia para el resto de los países del Mediterráneo. Durante más de diez años, jubilados del Reino Unido, Suecia, Francia e incluso España se han beneficiado en el país luso de una especie de paraíso fiscal por el que no tributaban nada de la pensión cobrada en otro país. Por supuesto, esta controvertida medida levantó la ira de los Estados emisores y de los propios jubilados portugueses, que veían en ella un trato discriminatorio. Este mismo año, el Gobierno de Portugal ha modificado el régimen y los nuevos inscritos deberán pagar un 10% sobre el impuesto de la renta, aun así un tipo inferior al normal.
Grecia, el nuevo oasis para el jubilado
Tras Portugal, han llegado otros países como Malta o Italia, que quiere captar a los pensionistas extranjeros con el objetivo de reactivar la economía del sur del país. Y Grecia, que ha sido el último en apuntarse a esta tendencia con una reforma fiscal agresiva que establecerá una especie de tarifa plana del 7% en el IRPF para aquellos jubilados europeos que fijen su residencia en el país. Atenas asegura que, aunque en un principio pierda recaudación fiscal por la rebaja, en el medio plazo supondrá estimular otros sectores de la economía.
Al final, es algo no muy distinto a lo que hacen otros países como Luxemburgo, Irlanda u Holanda, aunque en estos últimos casos las ventajas impositivas estén destinadas a atraer a las grandes multinacionales a sus territorios. En el caso griego, para beneficiarse de esta tasa impositiva del 7% es necesario vivir como mínimo seis meses al año en el país y los jubilados deben proceder de un país con el que Grecia haya establecido un acuerdo de cooperación en asuntos fiscales.