Pensiones

Los incentivos para retrasar la jubilación son un "peso muerto" para las pensiones, critica Fedea

Pepa Montero

Foto: BigStock

Martes 24 de septiembre de 2024

8 minutos

Alerta del riesgo de tener la mayor tasa de reposición de pensiones de la UE: 77% frente a 45,4%

Los incentivos para retrasar la jubilación son un "peso muerto" para las pensiones, critica Fedea
Pepa Montero

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Martes 24 de septiembre de 2024

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Un estudio recién publicado por el investigador de Fedea (@socialfedeaMiguel Ángel García (@magarciadiaz) alerta sobre varios efectos negativos del último acuerdo en pensiones, firmado entre el Gobierno y los agentes sociales (los sindicatos CCOO y UGT más la patronal CEOE-Cepyme), que introducirá nuevos incentivos para retrasar la jubilación, ampliando la compatibilidad entre el cobro de la pensión y el trabajo. 

La "generosidad" de los incentivos al retraso de la jubilación supondrá un "peso muerto" para el gasto de la Seguridad Social, pues la reforma permitirá combinar los beneficios de jubilación demorada y activa, avisa Fedea. "Estas medidas podrían generar un mayor coste para el sistema de pensiones respecto a la situación previa, al añadir ahora el porcentaje por diferimiento de la jubilación (4% por año extra a la pensión inicial), al pago realizado en el periodo adicional de trabajo remunerado (entre el 45% y 100% de la pensión)", detalla el estudio de Miguel Ángel García.

Además, el previsible uso de esta nueva modalidad por más personas incrementaría en términos agregados el gasto futuro en pensiones, apunta este investigador del think tank. "Hay motivos para pensar que (la reforma) aumentará el gasto, sin un efecto proporcional sobre el retraso de la edad de jubilación, al que el Gobierno fía en buena parte la sostenibilidad de la reciente reforma", pone de relieve el estudio.

Para Fedea, es innegable que España necesita "incentivar el diferimiento de la edad de jubilación para mantener la población activa y la posibilidad de crecimiento de la economía (junto con la productividad)", pero insiste en que "debe hacerse en un marco de sostenibilidad financiera del sistema de pensiones. La más alta tasa de reposición de la Unión Europea (77% vs 45,4%) es un elemento que ayuda a situar a España con el mayor gasto en pensiones sobre PIB de los países de la Unión Europea (16,8% de PIB)".

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Esto cobrará una persona con 66 años

Tal como detalla el investigador de Fedea, la novedad más relevante del acuerdo es que permitirá que una persona que se acoja a la jubilación activa para seguir trabajando mientras percibe al menos una parte de su pensión acumulará, además, los incentivos por demora que recoge la normativa.

"Al mismo tiempo, se modifica al alza desde el segundo año de actividad después del cumplimiento de la edad legal el porcentaje de pensión que cobran los trabajadores acogidos a la jubilación activa", explica.

Con la nueva norma, una persona con 66 años (un año después de su edad de jubilación ordinaria, si cotizó más de 38 años y medio) o 68 años (con menor cotización) y que trabaje un año más, recibirá su sueldo, el 45% de pensión y acumulará un 4% extra a su pensión (un beneficio que empezará a cobrar cuando se jubile definitivamente).

Si esa misma persona trabaja dos años adicionales, percibirá su salario, un 55% de la pensión y acumulará un 8% más de cara a su pensión futura. En el quinto año de retraso de la jubilación, el trabajador podrá percibir su salario, el 100% de su pensión y acumulará un 20% en su prestación, que cobrará el resto de su vida como pensionista.

Jubilación activa y demorada antes del cambio

Tras el acuerdo entre Gobierno y agentes sociales, estos cambios en pensiones todavía deberán ser aprobados por el Congreso de los Diputados. En la actualidad, así funcionan las distintas modalidades:

- La jubilación voluntaria demorada permite a los trabajadores por cuenta propia o ajena prolongar su vida laboral, una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación (67 con carácter general y 65 cuando se han cotizado más de 38 años y medio), a cambio de recibir beneficios en su futura pensión de jubilación. Por cada año completo de demora de la jubilación, el pensionista recibe un 4% de incremento de su pensión o, si lo prefiere, una cantidad a tanto alzado, que va desde los 5.000 a los 12.000 euros, dependiendo de los años cotizados, o una combinación de ambas posibilidades.

- La jubilación activa posibilita cobrar parte de la pensión a la vez que el pensionista realiza un trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia. En ambos casos se puede acceder a esta modalidad de jubilación cuando el acceso a la pensión se haya producido al menos un año después de haber cumplido la edad para el acceso ordinario y se disponga del 100% de la base reguladora, es decir, una carrera profesional completa (37 años cotizados). La cuantía de la pensión a percibir mientras se trabaja es del 50% para los trabajadores asalariados y del 100% para los trabajadores por cuenta propia cuando acrediten tener contratado al menos a un trabajador por cuenta ajena.

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"Sobran requisitos para el trabajador"

Aunque la reducción de los obstáculos existentes para la prolongación de la vida laboral ha de valorarse positivamente, especialmente en un contexto de intenso envejecimiento de la población, Fedea considera que las medidas adoptadas en el acuerdo resultan "insuficientes", al mantener "trabas innecesarias" para compatibilizar el trabajo remunerado con la pensión, como la espera de un año para el acceso a la jubilación y la imposición de límites sobre la jornada laboral.

En su estudio, este think tank también lamenta que no se haya aprovechado este acuerdo de pensiones para establecer condiciones atractivas para las empresas, como la eliminación de los costes de despido para los trabajadores que continúen trabajando más allá de la edad legal de jubilación y la posibilidad de renegociar sus salarios y otras condiciones laborales.

Las pymes se beneficiarán en menor medida

La última reforma prevé mejorar la jubilación parcial con contrato de relevo, una medida que beneficiará a las empresas más grandes, que podrán rejuvenecer su plantilla sin incurrir en costes de despido, y también a sus trabajadores, que evitarán los coeficientes reductores en su pensión, explica Fedea.

La cara B de este acuerdo es que "podría deteriorar la equidad en el trato" de los trabajadores de las pymes (pequeñas y medianas empresas), debido a que las medidas acordadas en el ámbito de la jubilación parcial con contrato de relevo incentivan un mayor uso de esta modalidad, muy concentrada en las grandes empresas, con el correspondiente incremento de coste para el sistema de pensiones.

A su vez, el estudio critica que se generará una pérdida de equidad personal, al no estar extendida en la práctica a los trabajadores de todas las empresas porque, sobre todo, las pequeñas empresas no tienen posibilidad de aplicar las condiciones necesarias de reparto de empleo que exige esta modalidad contractual.

Más poder a las mutuas "no reducirá el gasto en IT"

Otra de las medidas incluidas en el reciente acuerdo en pensiones establece un mayor papel para las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, mediante convenios entre los servicios autonómicos de salud, las mutuas y el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), para tratar casos de incapacidad temporal, por bajas traumatológicas o enfermedades del aparato músculo-esquelético, que hayan superado en la provincia y/o en la comunidad autónoma las duraciones recogidas en el manual de tiempos óptimos de incapacidad temporal editado por el INSS.

Fedea considera que ese mayor papel de las mutuas puede reportar "ciertas ganancias" en la eficiencia de la gestión de la incapacidad temporal (IT), pero ve "improbable" que pueda reducir "significativamente" el crecimiento del gasto en esta prestación, triplicado desde 2000 a 2023, hasta superar los 14.000 millones de euros. Asimismo, en apariencia, cree que esta medida conllevará "bastantes costes administrativos".

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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