Isidoro Hernández Tendero (73 años) y su mujer, Ketty Martín (68 años), ejemplifican la realidad de estrechez económica que padecen cientos de miles de jubilados, que tienen peores sueldos en la última parte de su vida laboral, son expulsados del mercado de trabajo, o deben hacerse autónomos como única salida profesional, tras ser despedidos de sus empresas. En el caso de Isidoro, estuvo cotizando durante 43 años, pero pasó los últimos 15 afiliado al régimen de Autónomos, justo los años que le contaron para calcularle la pensión, por lo cual, le bajó la cuantía drásticamente. Además, se vio obligado a jubilarse de forma anticipada forzosa, a los 61, lo que le asestó un32% de penalización perpetua. Su mujer, Ketty, también conoce lo que es sufrir el despido y el paro de larga duración a edad avanzada, y por ello hoy día sigue trabajando, a punto de cumplir 69 años, ya que al fin la contrataron, durante la pandemia, y necesita subir su pensión todo lo que pueda..
En su entrevista con 65YMÁS, Isidoro Hernández, nacido en Albacete pero desde 1982 residente en un municipio de la provincia de Barcelona, denuncia la falta de información al jubilarse: "La Seguridad Social no me explicó que el 32% de coeficiente reductor era para toda la vida. Yo pensaba que al cumplir la edad legal de jubilación, me pagarían la pensión completa. Entre eso, y que me contaron los años que menos había cotizado, por ser autónomo, me han arruinado la vida”.
Socio de ASJUBI40(@asjubi40), la asociación que lucha contra los coeficientes reductores en la jubilación anticipada con 40 o más años cotizados, es uno de los pensionistas que firma la queja interpuesta ante el Parlamento Europeo contra el Reino de España.
P.- Empezó a trabajar siendo casi un niño, pero se tuvo que jubilar antes de tiempo. ¿Le aplican un fuerte recorte de pensión?
R.- Sufro un recorte tremendo, del 32%, a pesar de que tengo casi 43 cotizados, pero con la mala suerte de que los últimos 15 los pasé afiliado al régimen de Autónomos, y ya se sabe que los autónomos no tenemos derecho a nada, no cobramos paro, no tenemos ayudas y nos quedan pensiones ínfimas. Empecé a trabajar con 15 años de administrativo en una empresa en Barcelona, cotizando en el Régimen General, con fecha oficial el 1 de enero de 1966, pero no me cuenta el tiempo que estuve de prueba, ni tampoco la mili, a la que me fui en 1971. En el año 74 entré en Pegaso, y ahí estuve también como asalariado 15 años. Pero me hice daño en un brazo y la cosa se torció, así que en el 90 aproveché la posibilidad de una indemnización para marcharme y fue cuando empecé a trabajar en el reparto de prensa, ya como empresario-autónomo. Finalmente, me despidieron en junio de 2010 y me tuve que acoger a la jubilación anticipada a los 61 años. Llevo ya 12 años soportando esa penalización. Y, para postre, mi señora se quedó en paro en 2015 y estuvo cinco años sin trabajar, y el día que cumplía los 65 la llamaron del ayuntamiento y le hicieron un contrato. Y ahí sigue, trabajando, para subir la pensión.
P.- ¿Esperaba que le quedara una pensión tan baja, llevando casi 43 años cotizados?
R.- No esperaba de ningún modo el recorte de pensión que me aplican. Porque sí, los últimos 15 años laborales los pasé como autónomo, pero los otros 28 años anteriores había cotizado en el régimen general. Pero claro, en el año 2010, la normativa establecía que la base reguladora se calculaba con los últimos 15 años, que en mi caso son los peores, con diferencia. Por eso digo que me han arruinado la vida, porque en las últimas empresas me obligaban a ser empresario-autónomo, y luego, al contarme solo los últimos 15 años, la pensión me bajó mucho, y tampoco sabía que el 32% de coeficiente reductor era para toda la vida. En la Seguridad Social solo me explicaron que por cada año de jubilación anticipada me quitaban un 8% de pensión, es decir, el 32% que padezco desde entonces.
"Me era imposible pagar 500 euros al mes para optar a una mejor pensión"
P.- ¿Por qué no cotizó más en esos últimos años?
R.- Tenía una base normal de cotización de autónomo. Me era imposible pagar 500 euros para optar a una mejor pensión, porque tenía que pagar la furgoneta y todos los gastos que conlleva el ser autónomo… Si hubiera pagado más cotización, no habría ganado lo suficiente como para mantener a mi familia.
P.- Y luego lo despidieron siendo aún joven, pero no pudo encontrar otro empleo…
R.- Exactamente. Desde el 1 de junio de 2010, que me despidieron, hasta diciembre de ese año, estuve buscando trabajo, sin que nadie me llamara de ningún sitio. Incluso la Seguridad Social me hizo pagar un seguro aparte, desde septiembre hasta diciembre, de 210 euros para que me subiera algo más la cotización. Así que me tuve que jubilar, no me quedó más remedio, con una paga de poco más de 500 euros al mes. Y para para inri, la ministra de entonces, Fátima Báñez, del PP, me mandaba una carta cada año diciendo que me subían 1 euro de pensión.
P.- A usted le tocó la jubilación en lo peor: 2010, en plena crisis económica; le contaron solo 15 años, que estuvo como autónomo; le aplicaron el 8% de recorte por año anticipado; y después, pasó varios con la pensión congelada...
R.- Ahora, en 2023, con el 8,5% de revalorización de las pensiones, es el único año de los 12 que llevo jubilado en que la pensión me ha subido una cantidad que se note. Porque todos los años anteriores, me subía 1, 2 o 3 euros. ¡Y he trabajado durante casi 43 años, que se dice pronto! En los años de gobierno del PP, a los pensionistas nos han estado acribillando, y en los del PSOE también, salvo los dos últimos.
"Creía que al cumplir los 65 me quitarían el 32% de coeficiente reductor. ¿Qué menos, teniendo casi 43 años cotizados?"
P.- ¿Cree usted que tuvo mala suerte, que no le informaron bien?
R.- El problema es que me tocaron las peores condiciones de jubilación. Yo estaba en forma para trabajar unos años más, pero en este país, con 60 o 61 años, nadie te da trabajo. Acababa de comprar una furgoneta que me costó 23.000 euros. Mi mujer en 2010 trabajaba, pero tuvo la mala suerte de quedarse en paro. Y yo intenté buscar cosas, pero entre pagar la furgoneta, los gastos, y sin ingresos ni por mi parte ni por la de mi mujer, me tuve que jubilar anticipadamente. Y sí, me informaron mal, yo pensaba que al cumplir los 65 años me quitarían el castigo del 32% de coeficiente reductor. La Seguridad Social no me informó de que ese 32% me lo iban a seguir quitando por siempre.
P.- Siendo usted autónomo, ¿no tenía un plan de pensiones o algunos ahorros para complementar la pensión?
R.- Me había hecho un plan de pensiones, que me salió rana, como casi todo en este país. Al tener que jubilarme a los 61 y cobrar pensión, ya no podía ingresar nada en el plan, así que lo cerré. ¡Menos mal que teníamos el piso pagado, porque si no, la situación habría sido nefasta! Dese cuenta de que estando yo jubilado, mi mujer se quedó en paro y pasó cinco desempleada. El plan de pensiones nos lo tuvimos que gastar para vivir, y también tuvimos que vender la furgoneta y un coche pequeño. Afortunadamente, la hipoteca estaba pagada y no debemos nada a nadie, pero ganamos lo justo para vivir.
"No es justo aplicar la misma penalización a quien cobra 2.000-3.000 euros, que a quien gana 1.000"
P.- ¿Cree usted que en España se penaliza demasiado la jubilación anticipada?
R.- Se penaliza mucho, y de forma injusta, la jubilación anticipada en las largas carreras de cotización, porque otros colectivos, como los funcionarios o los policías, tienen jubilaciones privilegiadas, y con ningún recorte. No me parece justo. Hay muchas situaciones en la vida de las personas y de los trabajadores. Ahora mismo se cuentan 25 años cotizados para hallar el importe de la pensión, pero cuando yo me jubilé, la ley dictaba que eran 15 años. ¡Mis peores 15 años! ¿Es eso justo? No, es tremendamente injusto. Y encima me quitan un 32%… No me parece justo aplicar la misma penalización a quien cobra 2.000-3.000 euros de pensión, que a quien tiene 800 o 1.000 euros.
P.- Es usted socio de ASJUBI40, ¿participa también en la demanda interpuesta ante el Parlamento Europeo?
R.- Formo parte de ASJUBI40 desde 2017, un año después de su creación. Y sí, por supuesto, participo en la queja interpuesta en el Parlamento Europeo contra el Reino de España. Hay que defender lo que creemos que es justo. En total, somos unos 700.000 jubilados anticipados con largas carreras, afectados por los coeficientes reductores. Pero solo hemos denunciado unos pocos. Hay que tener esperanza, aunque no va a ser fácil, porque conozco un poquito de política y de sindicalismo y cómo funciona este país con el bipartidismo. También participo en las concentraciones de pensionistas de los lunes al sol, desde el principio.
P.- ¿Tiene esperanzas de que Europa les de la razón y elimine las penalizaciones en largas carreras?
R.- Esperanzas siempre hay que tener. Hay que confiar en que, a la corta o a la larga, la justicia europea nos quitará los coeficientes reductores. El despacho que nos lleva la causa, Navas & Cosí, advierte de que hay una presión política brutal para aplicar los coeficientes reductores de pensión, pero también es optimista porque asegura que España infringe varias normativas que discriminan a los jubilados anticipados con largas carreras.
P.- Con la reforma de pensiones recién aprobada, el Gobierno se compromete a subir las pensiones más bajas hasta los 1.200 euros en 2027. ¿Cree que será suficiente para paliar situaciones como la suya?
R.- Ojalá. En este país no debería haber ciudadanos que cobren 3.000 euros de pensión (que se la habrán ganado, no digo yo que no… ) y otros que ganen 500 euros habiendo trabajado más de 40, y aun así, no puedan comer ni pagar el recibo de la luz con desahogo.
"Luchamos por nuestras pensiones, pero también por las de nuestros hijos. Pero falta cohesión para reivindicar"
P.- ¿Sienten que el Gobierno y los sindicatos les han abandonado? Hubo un momento en que parecía que la reivindicación de ASJUBI40 se iba a resolver…
R.- Nos han dejado en la estacada todos. El PP, el PSOE, los sindicatos UGT y CCOO… Estamos luchando solos, y luchamos por nuestras pensiones, pero también por las de nuestros hijos. Y vemos que falta cohesión para reivindicar, que somos cuatro los que salimos a las calles a protestar. Los pensionistas vascos sí están más movilizados, pero al resto se les ve y se les escucha muy poco, porque son muy pocos los que siguen, lunes tras lunes, concentrándose en las plazas y pueblos.
P.- Decía que su mujer no se ha podido jubilar, sigue trabajando, ¿es también autónoma?
R.- Fue autónoma, de hecho, lo era en 2015, cuando con 60 años se quedó sin trabajo. Estuvo cinco años en el paro y haciendo cursillos, pero en ese tiempo tan solo le dieron dos meses de faena. Al cumplir los 65 años, intentó jubilarse, pero en la Seguridad Social se llevó la desagradable sorpresa de que solo figuraban 13 años y medio de cotización. Fue imposible encontrar varios años que había trabajado de administrativa, cuando era joven. Así que no se pudo retirar, por no llegar a los 15 mínimos necesarios.
"Mi mujer tiene que seguir trabajando, a sus 68 años, para subir un poco la pensión que le quedará"
P.- Pero ahora su mujer sí se puede acoger a la jubilación, tiene 68 años...
R.- Cuando ya desesperaba, en diciembre de 2019, la llamaron para un año de contrato como asalariada en el ayuntamiento, como agente medioambiental. Ironías de la vida, le tocó trabajar en la calle todo el año del COVID, 2020, yo le decía: “Vas a traer el virus a casa y nos vamos a morir”. Así que, a sus 65 años, en vez de jubilarse, aceptó el contrato de un año que le ofrecían, cotizando en el Régimen General. Y así ha estado, con empleos temporales en el ayuntamiento, ayudas… hasta que al cumplir los 67 le hicieron un contrato indefinido, en una empresa de gestión de limpieza.En estos momentos trabaja, con contrato indefinido, cotiza en el Régimen General, teniendo 68 años; cumplirá los 69 en diciembre de 2023.
P.- ¿Cree que a los trabajadores sénior, las empresas se lo ponen muy difícil, tanto para trabajar como para jubilarse?
R.- Desde luego, llegar a los 67 años o incluso a los 65 años con un buen empleo y condiciones laborales adecuadas es muy difícil. Por ejemplo, mi mujer ya se puede jubilar, pero se encuentra bien y prefiere seguir trabajando para mejorar la pensión que le va a quedar. Aunque es de risa: su jornada es de solo tres horas y cuarto y empieza a las seis de la mañana y termina a las nueve y cuarto, menos sábado y domingo, que tiene turno doble. ¡Y en una empresa de un ayuntamiento socialista! Por eso le digo que no confío en los partidos ni en los sindicatos.
"Me preocupa que la mayoría de la juventud española de hoy día pase de las pensiones"
P.- Al margen de su experiencia personal, ¿cómo ve el futuro del movimiento pensionista en España?
R.- Tengo dos hijos, uno con 47 años y otro con 44. Los dos trabajan y tienen buenos empleos, son el futuro y tienen buenas perspectivas. Ambos apoyan el movimiento de los pensionistas en todo lo que pueden. Pero, lamentablemente, la mayoría de la juventud española de hoy día pasa de las pensiones, lo ven un problema lejano y muchos incluso piensan que ellos no van a cobrar pensión. Y esa desilusión es dañina para los defensores de las pensiones públicas y dignas, justas para todos.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).