El 35,6% de los trabajadores que retrasan su jubilación voluntariamente, al menos un año después de cumplir la edad legal ordinaria, se equivocan al elegir el tipo de incentivo económico, desde el punto de vista actuarial. Es decir, casi 4 de cada 10 personas que acceden a la fórmula legal del retiro demorado escogen mal la recompensa que la Seguridad Social les aplicará por haber seguido trabajando más allá de los 65, 66 o 67 años.
Así lo desvela un estudio de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada @socialfedea), realizado por investigadores de las Universidades de Valencia y Extremadura, integrados en el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, entre ellos, Enrique Devesa (@DevesaCarpio) e Inmaculada Domínguez. El informe, que evalúa los efectos de la Ley de reforma de pensiones 21/2021 sobre la jubilación anticipada y demorada, constata que la reforma ha reducido las prejubilaciones, aumentado el retraso laboral e incrementado la edad efectiva de jubilación, pero sin limitar el gasto en pensiones.
Fuente: Fedea
El 8,1% de las jubilaciones ya son demoradas
Respecto a la jubilación demorada, que ha experimentado un incremento importante, al pasar del 4,8% que suponía en 2021 al 8,1% en 2023, hay que recordar que existen tres tipos de incentivos económicos:
- Percibir un 4% extra de pensión por cada año que el trabajador retrase el momento de su jubilación.
- Cobrar un cheque único, que se percibe en un solo pago.
- Una combinación de las dos opciones anteriores (vigente desde 2023).
Según este estudio, que lidera Enrique Devesa, en 2022, la opción por el cheque único fue la preferida en el 28,1% de los casos, mientras que el71,9% se decantó por el porcentaje adicional sobre la pensión inicial.
Fuente: Fedea
Otra de las conclusiones del informe es que, según un cálculo objetivo basado en una metodología financiero-fiscal-actuarial (con el supuesto de una revalorización de las pensiones del 2% y un tipo de interés real del 2%), se elige la mejor opción desde un punto de vista actuarial en el 64,4% de los casos, lo que significa que hay "un 35,6% de los individuos que no han elegido la mejor opción, lo que lleva a pensar que puede existir otro tipo de variables que ha influido en la decisión", subrayan sus autores (ver gráfico superior).
Más en detalle, sugieren que "compatibilizar trabajo y pensión, tener derecho al complemento a mínimos, tener más meses cotizados y demorar la jubilación más años son las variables que más favorecen, en ese orden, la probabilidad de elegir el cheque único".
"Tendencia a sobreponderar el cheque único"
En cuanto al incentivo del 4% anual adicional por año de demora, "es la mejor opción en el 77,1% de los casos y el cheque único es la mejor opción en el otro 22,9% de los casos. Sin embargo, se elige el 4% anual adicional en un 71,9% de los casos y el cheque único en un 28,1%. Hay, por tanto, cierta tendencia a sobreponderar la elección del cheque único", explican los autores del estudio.
Aproximadamente, el cheque se elige en 1 de cada 3 casos en los que es conveniente esta alternativa y en 1 de cada 4 casos en los que es mejor el 4% anual. En total, se elige la mejor opción desde un punto de vista actuarial en el 64,4% de los casos.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).