La pensión de jubilación no contributiva no llega a 500€, pendiente de cuánto subirá en 2024

Qué pasará con las pensiones y la jubilación en 2024: así será la subida

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Las pensiones no contributivas son las que se conceden a las personas que no han cotizado a la Seguridad Social el mínimo de 15 años exigidos para cobrar una pensión contributiva. Son las más bajas del sistema público y, al tratarse de prestaciones asistenciales, su cuantía se fija cada año en los Presupuestos Generales del Estado. En los últimos años, han subido más que el resto de pensiones, debido al impacto del COVID-19 y a la crisis desatada por la guerra en Ucrania y la espiral inflacionista, que han golpeado especialmente a las familias más desfavorecidas.

Sin embargo, la cuantía de estas pagas es ínfima, no llegan ni a la mitad del salario mínimo interprofesional (situado en 1.080 euros mensuales), y esto a pesar de que en 2023 se han revalorizado el 15% respecto a 2022, precisamente para afrontar el fuerte encarecimiento de la energía y de los alimentos en el último año.

Más en detalle, la pensión de jubilación no contributiva media se sitúa en 485,27 euros mensuales, según reflejan las estadísticas correspondientes a agosto, recién actualizadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso @Imserso). En el octavo mes de año, existen 274.200 beneficiarios de jubilaciones no contributivas (273.349 el mes previo), y el gasto para abonar estas nóminas alcanza los 133 millones de euros al mes (134,7 millones en julio).

Esta bajísima cuantía de las pagas se mantendrá al menos hasta enero próximo, fecha en la que se debe producir la revalorización anual, tal como marca la Ley en vigor.

Hay que recordar que la segunda fase de la reforma de pensiones, tal como establece el Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, incrementará el importe de las no contributivas, de forma que estas nóminas, revalorizadas conforme a la revisión anual general (en función del IPC medido entre noviembre de 2023 y diciembre de 2022), crecerán un importe extra desde 2024, hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal. 

El importe exacto de la subida extra en cada ejercicio lo decidirá el Gobierno en los respectivos Presupuestos del Estado. Pero, según cálculos del Ministerio de Seguridad Social, las pensiones no contributivas experimentarán en 4 años un incremento del 22%, con lo cual, pasarían desde los alrededor de 6.800 euros al año actuales, hasta unos 8.300 euros en 2027.

Paga de invalidez no contributiva: 528,4 euros/mes

Esta situación de penuria es compartida por los 175.641 pensionistas no contributivos de invalidez, cuyas pagas tampoco llegan ni a la mitad del importe del salario mínimo. En concreto, en agosto ingresaron una pensión media de 528,39 euros. En julio habían percibido 534,76 euros en promedio, mientras que en junio recibieron 1.043 euros, debido a que ese mes se cobró también la paga extraordinaria de verano.

La razón de que las nóminas de invalidez no contributiva sean algo superiores a las de los jubilados es que existen unos 40.000 beneficiarios de invalidez que perciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona, además de que "el montante a percibir en nómina por atrasos es mayor al ser más compleja la gestión y, por ende, el plazo de resolución", tal como detalla el Imserso.

La incógnita de la subida en 2024 

La Ley 31/2022, de Presupuestos Generales del Estado para 2023 y el Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre (de medidas de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania) establecieron una revalorización del 15% para las pensiones en su modalidad no contributiva, respecto a la cuantía que tenían a 1 de enero de 2022.

Tras este incremento, durante todo el año 2023, el importe general de estas pagas se sitúa en 6.784,54 euros íntegros anuales, que se abonan en 14 mensualidades al año (12 ordinarias más dos pagas extraordinarias, en noviembre y en junio).

La incógnita es qué pasará con la subida en 2024, puesto que estas prestaciones asistenciales dependen de lo que fije el Gobierno en los Presupuestos del Estado, y es probable que este año se deban prorrogar los Presupuestos de 2023, debido al retraso en formar el nuevo Gobierno.

No obstante, si se cumple lo estipulado en la ley de reforma de las pensiones, las no contributivas en 2024 deberían revalorizarse en un porcentaje extra al del IPC medio anual. La previsión es que estas pagas se incrementen de modo extraordinario, desde 2024, hasta que converjan con el 75% del umbral de la pobreza en 2027.

Mujer de 70-79 años, perfil del jubilado no contributivo

El perfil del pensionista de PNC de jubilación es predominantemente el de una mujer española, casada, con una edad comprendida entre 70 y 79 años y que convive en una unidad familiar formada por dos o tres miembros.

Por lo que se refiere al pensionista predominante entre los perceptores de invalidez no contributiva, los datos del Imserso reseñan que se trata de un nacional español, que convive en una unidad económica integrada por dos/tres personas y que acredita un grado de discapacidad valorado entre 65%-74%. No obstante, atendiendo a su edad y sexo, es posible distinguir entre el pensionista varón, soltero, menor de 45 años, y la mujer casada, con edad superior a 45 años, que presentan preferentemente discapacidades de tipo psíquico, seguidas muy de cerca por las de tipología física.