La jubilación se retrasa: la edad real del retiro sube a 65 años, por las mujeres y autónomos

Qué pasará con las pensiones y la jubilación en 2024: así será la subida

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Los españoles cada vez trabajan hasta mayor edad y abandonan el mercado laboral más tarde, debido a tres factores fundamentales: el endurecimiento de los requisitos para la jubilación ordinaria (cada año exige más edad y un periodo de cotización más largo), los nuevos incentivos económicos por retrasar el retiro y la gran dureza de la jubilación anticipada, que desde 2022 tiene coeficientes reductores mensuales, en vez de trimestrales, que se aplican sobre el importe de la paga (antes, sobre la base reguladora). Todo ello está obligando a los trabajadores a atrasar su salida de la empresa, para poder cobrar el 100% de la pensión.

Estas tres medidas proceden de la reforma de las pensiones de 2011, que realizó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (situará la edad ordinaria de jubilación en los 67 años en 2027), y de las dos recientes fases de la reforma, aprobadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Como consecuencia de ellas, la edad de jubilación efectiva, es decir, a la que de verdad se sale del mercado laboral, ha ido creciendo, hasta llegar a los 65 años, por primera vez en la historia del sistema de Seguridad Social. Una extensión que perseguía el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para quien la sostenibilidad de las pensiones pasa por aproximar edad efectiva y ordinaria.

Los 65 años se han alcanzado en el acumulado hasta junio de 2023, y ya se venían rozando desde 2022, cuando el retiro de los nuevos jubilados se hizo con una media de 64,8 años, frente a los 64,7 años registrados en 2021 o los 64,6 años de jubilación efectiva correspondientes a 2020 (ver gráfico inferior).

No obstante, todavía persiste una diferencia de 16 meses entre la edad real y la legal ordinaria de retiro. Hay que recordar que en 2023 rigen los 66 años y 4 meses (para quienes tengan menos de 37 años y 9 meses cotizados). Y en 2024, que está a la vuelta de la esquina, la jubilación ordinaria exigirá tener 66 años y 6 meses, si la persona no acredita 38 cotizados.

Además, si el sistema de jubilación español ha alcanzado el umbral de 65 años efectivos, se debe a las mujeres, que en el Régimen General, el mayoritario, se retiran casi un año después que los hombres; y también en gran medida a los autónomos, que trabajan hasta cumplir 66,3 años de media, lo que hace que, en el total de los regímenes de Seguridad Social (General, autónomos, minería, mar...), se produzca un aumento de la edad efectiva de los nuevos jubilados (ver gráfico inferior).

Las mujeres superan los 65, los hombres no llegan

Otra gran diferencia que esconde la cifra global de los 65 años citados, es que solo la alcanzan las mujeres, cuyas altas de jubilación se producen a los 65,6 años de media, frente a los solo 64,7 de los hombres, según reflejan las estadísticas correspondientes al total de los regímenes de la Seguridad Social.

Y la misma brecha afecta a las mujeres en el Régimen General, el mayoritario de los asalariados, donde ellas se retiran con una media de 65,4 años, es decir, casi un año más tarde que ellos (64,5), tal y como constatan los datos de las nuevas altas de jubilación contabilizadas en el mes de junio de 2023 (ver gráfico superior).

Asimismo, en el régimen de autónomos, las mujeres se jubilan más tarde que los hombres: 66,7 años de media para ellas, frente a 66 años cumplidos en el caso de los varones que pasaron al retiro en junio pasado.

La razón de que las nuevas jubilaciones femeninas se produzcan más tarde se debe a las peores e irregulares carreras de cotización de las mujeres, que a menudo interrumpen o dejan de trabajar por el cuidado de los hijos o de personas mayores o dependientes, lo que, unido a la brecha salarial que sufren respecto a los hombres, las condena a jubilarse más tarde y con menor pensión. Acceder a la jubilación anticipada les es más difícil, aun perdiendo mucha pensión, porque a menudo no acumulan los años cotizados exigidos.

La jubilación demorada crece y hace subir la edad real

Las estadísticas confirman el nuevo auge que está cobrando la modalidad de la jubilación demorada. Así, la Seguridad Social contabilizó 13.223 retiros demorados entre enero y junio de 2023, lo que supone el 8,1% del total de las nuevas altas contabilizadas en el primer semestre del año. Hace solo un año, en 2022, esta modalidad representaba únicamente el 5,4% de los nuevos jubilados, y en 2021 la escogían apenas el 4,9% de quienes ingresaban en nómina de la Seguridad Social (ver gráfico inferior).

Los incentivos económicos son la principal razón del crecimiento de jubilados demorados. Desde 2022, todos aquellos trabajadores que retrasen voluntariamente su jubilación percibirán un plus, a elegir entre estas dos opciones: un 4% extra por cada año completo cotizado después de la edad ordinaria; o una cantidad fija, a determinar según los años cotizados; o una combinación de ambos incentivos. 

La jubilación anticipada baja: está muy penalizada

Por su parte, la fórmula legal de la jubilación anticipada se va reduciendo con fuerza (al tiempo que aumenta la demorada), y en la actualidad supone el 36,9% de las altas iniciales hasta junio de 2023. La disminución de este sistema es palpable en los últimos años, de hecho, en 2019 significaba el 40% de las nuevas altas, en 2018 suponían el 43,3%, y en 2016 tocaron techo, con el 44,5% (ver gráfico superior).

Dejar de trabajar antes de cumplir la edad legal implica un recorte de la pensión en función del número de meses que se anticipe el retiro. Los coeficientes reductores se aplican sobre la cuantía de la prestación (y no sobre la base reguladora, como ocurría antes de la reforma de 2021), y cuanto más se adelante la salida laboral y menos años cotizados se tengan, mayor pérdida de pensión. En 2023, la edad ordinaria es de 66 años y 4 meses, con menos de 37 años y 9 meses cotizados, aunque es posible a los 65 si se acredita dicha cotización. Para cobrar el 100% de la paga, son precisos 36 años y 6 meses cotizados. 

Pese a estos requisitos genéricos, es posible jubilarse de modo anticipado, tanto de forma voluntaria (hasta dos años antes) como involuntaria (hasta cuatro años antes). Las penalizaciones son mensuales (hasta 2021 eran trimestrales)

En el caso de la jubilación voluntaria, los coeficientes reductores pueden comerse hasta un 21% de la pensión, para quien acceda con un máximo de 2 años de adelanto y tenga menos de 38 años y 6 meses cotizados (ver tabla inferior).

COEFICIENTES REDUCTORES - JUBILACIÓN ANTICIPADA VOLUNTARIA

En el caso de la jubilación no voluntaria o forzosa, se puede perder hasta el 30% la prestación a recibir, si se adelanta el retiro cuatro años y la persona posee menos de 38 años y 6 meses (ver tablas inferiores). 

COEFICIENTES REDUCTORES - JUBILACIÓN ANTICIPADA NO VOLUNTARIA

Si el retiro anticipado forzoso se produce dos años antes, la disminución de la pensión será del 15% para trabajadores que no lleguen a los 38 años y medio de contribuciones a la Seguridad Social.

COEFICIENTES REDUCTORES - JUBILACIÓN ANTICIPADA NO VOLUNTARIA

La merma de la pensión en el caso de adelantar la jubilación involuntaria un año será como máximo del 5,5%, en el caso de que el solicitante no alcance 38 años y 6 meses cotizados.