La jubilación anticipada, 'prohibida' para los autónomos

Hay más de 534.300 autónomos mayores de 55 años y suponen ya el 26,8% del total

 

Los trabajadores autónomos han comenzado 2019 como despidieron 2018: jubilándose dos años más tarde (a los 65,7 años) que aquellos asalariados que cotizan por el régimen general de la Seguridad Social (63,7 años), de acuerdo con las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo, que comanda la ministra Magdalena Valerio. Además de tener que trabajar mayor número de años, cuando al fin se retiran, los autónomos cobran una pensión muy inferior: 893,04 euros mensuales las nuevas altas en enero pasado, frente a los 1.575,57 euros de prestación media para los cotizantes del régimen general.

PRESTACIÓN POR JUBILACIÓN (FEBRERO 2019)

Pero es que, además, los datos de la Seguridad Social constatan otra realidad: los autónomos apenas utilizan la modalidad de la jubilación anticipada. Con cifras de enero de 2019, únicamente se incorporaron a la jubilación 1.251 afiliados del Reta con edades comprendidas entre los 61 y los 64 años, mientras que hubo 14.409 cotizantes del régimen general entre 61 y 64 años que decidieron adelantar su jubilación. Es decir, los autónomos recurren al retiro anticipado 12 veces menos.

La desigualdad entre unos y otros es palpable en todos los rangos, pero muy significativa a los 61 y 62 años, edades a las que tan solo se jubilaron 22 y 19 autónomos en enero, respectivamente (frente a 5.776 asalariados de 61 años y 1.605 de 62 años).

Cotizan menos, cobran menos

Según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA (@autonomosata) en torno al 85% de los 3.250.000 trabajadores autónomos registrados en el RETA cotizan por la base mínima, que se sitúa en los 944,4 euros al mes. Esto significa que la pensión media de un autónomo que haya cotizado 25 años, siempre por el mínimo, será de unos 750 euros al mes en 14 pagas. Es decir, casi el 40% más baja de la pensión que recibe un empleado asalariado. Las últimas cifras publicadas por la Seguridad Social así lo demuestran: la pensión media de los autónomos a 1 de febrero era de 757,68 euros mensuales, en tanto que la de los jubilados por el régimen general reciben una pensión de 1.277,92 euros al mes.

Para ATA, sin embargo, no se puede hablar de desigualdad entre autónomos y el resto de los trabajadores, “dado que las diferencias en las cuantías de las pensiones se explican porque los afiliados al Reta cotizan un 40% menos”. Pese a ello, es evidente que la baja cuantía de las pensiones es el principal problema para los autónomos cuando llega el momento de la jubilación. Y por ello resaltan que es preciso mayor información, explicarles a los afiliados las desfavorables consecuencias de cotizar por el mínimo, que no solo les lleva a cobrar peores pensiones, sino también menores prestaciones por incapacidad.

Los que más usan la jubilación activa

Los autónomos no solo alargan más la edad de jubilación, sino que de hecho, son precisamente los que más utilizan el modelo de la jubilación activa, que les permite seguir trabajando por cuenta propia a la vez que cobran la pensión.

Una opción que va en aumento, si nos atenemos a las estadísticas contenidas en el Presupuesto de la Seguridad Social. En concreto, en el año 2013 había 7.517 autónomos trabajando y cobrando pensión (de un total de 9.094 personas), es decir, el 82,6%. Cuatro años más tarde, en 2017, el porcentaje había subido al 83,9% (existían 33.704 autónomos frente a 40.159 totales simultaneando empleo y pensión). Y en septiembre de 2018, según refleja el Informe Económico-Financiero a los Presupuestos de la Seguridad Social, había 40.794 autónomos en jubilación activa, de 48.264 totales, lo que supone el 84,5%. Esto evidencia dos hechos: en términos absolutos, el colectivo de autónomos recurre cada vez más a la jubilación activa (han pasado de ser 7.517 personas en 2013 a 40.994 en septiembre pasado) y en términos relativos, representan el 84,5% del total de jubilados activos, dos puntos porcentuales más que en 2013.