Los pensionistas, indignados por el fracaso del Pacto de Toledo, exigen blindar las pensiones
El agotamiento del Fondo de Reserva de las pensiones, en el que apenas quedan 5.000 millones de euros, ha obligado al Gobierno a aprobar un nuevo préstamo a la Seguridad Social por importe de 13.830 millones de euros, para que esta pueda abonar a los pensionistas las dos pagas extras del año. Del total del dinero prestado, 7.500 millones de euros se usarán con fecha límite el próximo 1 de julio de 2019 para abonar la nómina doble de más de 9,7 millones de pensiones, que en junio perciben la paga ordinaria y extraordinaria. En cuanto a los 6.330 millones de euros restantes, se emplearán en abonar las pagas ordinaria y extraordinaria en el mes de noviembre (extra de Navidad).
En la actualidad, y con las cifras correspondientes al mes de febrero de 2019, la Seguridad Social necesita desembolsar 9.563 millones de euros para hacer frente a la nómina mensual de pensiones. Lo que implica que con el préstamo del Gobierno no basta para sufragar dos pagas extras, pero el Ejecutivo confía en que el alza de recaudación por cotizaciones palíe el desajuste y no deba usar todo el excedente del Fondo.
El estrangulamiento de la hucha de las pensiones es un hecho constatado hace años. El propio secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ya reconoció en octubre pasado que la situación del Fondo era “poco halagüeña” al presentar el Informe del Fondo de Reserva correspondiente a 2017, que había cerrado con un valor de 8.061 millones de euros (ver gráfico adjunto). Desde entonces, el Fondo se ha vaciado en otros 3.000 millones de euros, que la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, tuvo que utilizar para pagar la extra de Navidad de 2018.
Los préstamos empezaron en 2017
El crédito que ahora ha aprobado el Gobierno de Sánchez estaba incluido en los Presupuestos Generales del Estado para 2018, que el Ejecutivo socialista ha tenido que prorrogar al no poder sacar adelante sus propias cuentas. Pero no es ni mucho menos la primera vez que se recurre a un préstamo para financiar la Seguridad Social. De hecho, fue el Ejecutivo del Partido Popular el que comenzó a dar préstamos a la Seguridad Social para financiar su déficit en el año 2017, al comprobar que la brecha entre los ingresos por cotizaciones de Sistema y los gastos no podía cubrirse con el Fondo de Reserva, la denominada hucha de las pensiones.
Este Fondo, en el que llegó a haber la cifra récord de casi 67.000 millones de euros en 2011, tiene ahora únicamente 5.000 millones de euros; una cantidad con la que ni siquiera se puede abonar una sola paga extra a los pensionistas.
Pacto de Toledo encalla en financiación
Las negociaciones del Pacto de Toledo, que se han roto ante la inminencia de las elecciones del 28 de abril, también habían encallado en cómo financiar el déficit de la Seguridad Social, en especial porque Podemos no comparte “ni la existencia del Fondo de Reserva ni que se establezca una dotación mínima equivalente al 7% del gasto anual en pensiones contributivas”, según consta en un borrador de la propuesta del grupo confederal al que ha tenido acceso 65Ymás. Con el cierre del Pacto de Toledo se ha quedado en standby el preacuerdo parlamentario del Pacto de Toledo, que preveía abandonar progresivamente los préstamos y pasar a un sistema de transferencias, hasta reducir el déficit de la Seguridad Social en torno a 2025.
La Seguridad Social prevé cerrar 2019 con un déficit superior a los 18.000 millones de euros.