Lola Meño (63 años)es uno de los cientos de miles de jubilados anticipados que sufren penalizaciones perpetuas en sus pensiones, a pesar de haber estado trabajando casi toda su vida y poseer largas carreras laborales. En su caso, acumulaba 47 años de cotización a la Seguridad Social cuando se vio obligada a acogerse a la jubilación anticipada forzosa. "Empecé a trabajar con 14 años recién cumplidos, y tuve la desgracia de quedarme en paro con 58 años y medio, y, como a tantas personas de esa edad, me fue imposible encontrar otro empleo. La triste realidad es que a los 50 años ninguna empresa te quiere, por mucha experiencia que tengas", denuncia en su entrevista con 65YMÁS.
Confiesa una enorme decepción con el Pacto de Toledo y su anterior presidenta, Magdalena Valerio; con el Gobierno de Pedro Sánchez y, en particular, con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá; así como con los sindicatos y partidos políticos, que durante 2020 y 2021 les pusieron "la miel en los labios", haciéndoles creer que la reforma de las pensiones suprimiría los recortes para quienes acrediten largas carreras laborales.
Meño, socia de ASJUBI40 (@asjubi40),participa en la reclamación presentada en Bruselas contra el Estado español. Aunque el camino es largo y difícil, estos días ha recibido buenas noticias. "El Parlamento Europeo ha admitido a trámite la petición de ASJUBI sobre la indebida penalización de la jubilación anticipada con largas carreras. Creemos que se vulnera la Directiva Europea 2000/78 sobre discriminación por motivos de edad, porque los miembros de ASJUBI40 padecemos una discriminación frente a otros grupos de jubilados, incluidas las clases pasivas del Estado", asegura.
"La mía es una generación que veía en el trabajo, la libertad"
P.- ¿A qué edad empezó a trabajar, y por qué se vio obligada a jubilarse con penalización?
R.- Empecé a los 14 años, no por necesidades económicas, sino porque la mía es una generación que veía en el trabajo, la libertad, aunque en casa me obligaron a seguir estudiando porque mi padre era de los que quería darnos carrera, si o sí. Me saqué el título de Administrativo y he trabajado sin parar, hasta que, por problemas de la empresa, acabé en el paro, con 58 años y medio. Cobré el desempleo durante dos años, mientras buscaba trabajo infructuosamente, y luego pasé a recibir la ayuda de 400 euros, hasta que al cumplir los 61 años no tuve más remedio que jubilarme. Porque es evidente que con 400 euros al mes es imposible vivir, cuando en la casa no entra ningún otro sueldo.
P.- ¿Cómo llegó a ese despido?
R.- Yo he trabajado casi toda mi vida en la misma empresa, perteneciente a tres socios que acabaron mal. Uno de ellos escogió a varios trabajadores de los más antiguos y nos llevó con él, formando una empresa distinta, y allí nos hizo socios accionistas. Yo nunca recibí ningún beneficio por ser socio accionista, salvo que cuando había que trabajar más, nos tocaba a nosotros. Los problemas empezaron cuando el dueño quiso declarar la quiebra y nos pidió que firmáramos las cuentas de los últimos cinco años, a lo que yo me negué, puesto que no sabía lo que había pasado en esos años y podía estar cometiendo un fraude. Su respuesta fue declarar el concurso de acreedores y yo fui de las primeras en ir a la calle. Hoy día la empresa sigue funcionando, con otro nombre, y el dueño consiguió no pagar ni un euro, ni a los bancos, ni a nadie. A mí me pagó el Fogasa.
P.- Cuando se quedó en paro, ¿tenía esperanzas de volver a encontrar trabajo?
R.- Tenía pocas esperanzas, que en seguida se esfumaron. En la propia oficina del SEPE me dijeron que lo más probable era que no me llamaran de ningún sitio. Y así fue. Yo he trabajado toda la vida en artes gráficas, pero buscaba trabajo de lo que fuera, y aun sí, imposible. Como detalle, le diré que, en una ocasión, haciéndome un favor, me ofrecieron un trabajo de noche, que tuve que rechazar por circunstancias personales, que me obligaba a trabajar dos días a la semana, y en esos dos días tenía que hacer toda la jornada semanal. Por mi propia experiencia le digo que a los 50 años ya nadie te contrata, por mucha experiencia que tengas.
"Es una auténtica vergüenza que me apliquen un 24% de tijeretazo en la pensión"
P.- Sufre usted un fuerte recorte de pensión, pese a sus 47 años cotizados. Un recorte legal...
R.- El recorte será legal, pero desde luego, es injusto y discriminatorio. No veo justo que, este mismo año 2023, con 37 años y nueve meses cotizados se pueda cobrar el 100% de la pensión, y a mí, que me sobran diez años, me estén quitando un 24% de paga (del orden de 400 euros y pico al mes). Me parece una auténtica barrabasada y una vergüenza que me apliquen ese tijeretazo en la pensión.
P.- ¿Cómo valora el plus para largas carreras de cotización, ideado por el ministro Escrivá?
R.- Creo que el famoso plus del señor Escrivá debe haber llegado al 0,0001% o algo así. Ese plus es un descomunal engañabobos, como una limosna para los pobres. Algunas personas que sí lo cobran reciben unos 45 euros al mes, y esa es una cantidad que no soluciona nada, además de que puede darse el caso de que les suba el tramo del IRPF, con lo cual, se quedan con "lo comido por lo servido".
P.- ¿Considera que el Gobierno discrimina a los jubilados anticipados con largas carreras, frente a otros colectivos?
R.- Por supuesto que nos discriminan. Además de los funcionarios de clases pasivas, o de los policías o mineros, existen otros trabajos que posibilitan la jubilación sin penalizar por ser penosos o peligrosos para la salud o la integridad del trabajador. En mi caso, trabajaba en una empresa de artes gráficas, y parte de mi trabajo era manipular bobinas de papel de 1.000 kilos, además de trabajar con disolventes, ¡si eso no supone un riesgo para la salud y para la integridad! Y mi carrera laboral no era precisamente de 25 o 30 años, sino de 47 años. Y pese a ello, el premio que me dieron fue recortarme la pensión un 24% para toda la vida.
"El Parlamento Europeo ha admitido a trámite la queja presentada por ASJUBI40 contra España"
P.- ¿Se ha unido a la queja presentada por ASJUBI40 en Bruselas contra el Estado español?
R.- Sí, por supuesto. Formo parte de la demanda de ASJUBI40 ante las instituciones europeas. Llevo en la asociación cinco años y estoy muy esperanzada porque han admitido a trámite en el Parlamento Europeo la queja presentada por el despacho de abogados que nos representa, Navas & Cusí. Nosotros no reclamamos nada que sea ilegal. Pedimos lo que nos hemos ganado trabajando y cotizando. La inmensa mayoría nos hemos jubilado obligados por las circunstancias (despido, agotar el paro, sin medios para subsistir), y todos tenemos más de 40 años cotizados. Eso debería ofrecernos algún reconocimiento, y no la penalización perpetua que padecemos.
P.- ¿Se siente decepcionada por el Pacto de Toledo, el Gobierno o los partidos, que en 2020 y 2021, parecía que iban a atender sus reivindicaciones?
R.- Sí, muy decepcionada. Tanto el Pacto de Toledo, como los grupos políticos, mandaban señales de que iban a resolver nuestra reclamación. Había un clamor en ese sentido. Pero nos dejaron con la miel en los labios. La presidenta del Pacto de Toledo, Magdalena Valerio,nos dijo muchas veces que no nos preocupáramos, que nuestra reclamación iba a entrar en la reforma. Unidas Podemos estaba de nuestra parte, incluso partidos como el PP nos apoyaban de palabra, y Tomás Cabezónvino a algunas de nuestras concentraciones, instándonos a presionar, para que el Pacto de Toledo lo estudiara. Todas las palabras y promesas quedaron en el olvido, ya no se acuerda nadie, ni los sindicatos, ni el propio Pedro Sánchez, que también se hizo una foto con nosotros.
"La mentalidad del empresario es muy cicatera: quiere gente joven y pagar lo mínimo posible"
P.- Su despido, y su posterior jubilación forzosa, fueron por culpa de la mala praxis empresarial y del edadismo...
R.- Los trabajadores mayores de 50 años es muy fácil que vayan a la calle. En el caso de mi empresa, de todos los despedidos, hubo uno de 30 y otro de 40 años que sí pudieron hallar otro empleo. Pero a los mayores no nos quieren, porque prefieren gente joven y porque les tienen que pagar un salario más elevado. ¿De qué vale entonces la experiencia? En España se permite un gran desperdicio de talento. La mentalidad del empresario es muy cicatera: despide a un sénior que gana 1.900 euros y prefiere contratar a dos jóvenes por 1.100 euros cada uno. Sinceramente, no entiendo la política de empresa de hoy en día, que solo busca pagar lo mínimo posible, aunque descarte la experiencia y el talento.
"Las mujeres sufren más para acceder a los cargos y están más penalizadas"
P.- ¿Cree que las mujeres sufren mayor discriminación?
R.- Personalmente, no puedo hablar de brecha de género o de que me hayan penalizado por ser mujer. En mi último empleo era la única mujer entre 15 hombres, y no sufría discriminación salarial. Pero es cierto que las mujeres sufren más para acceder a los cargos y están más penalizadas, porque casi siempre son las primeras que irse a la calle y ls que más difícil lo tienen para reengancharse al empleo, tanto las mayores de 45-50 años, como tras una baja o un parón por la maternidad.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).