Pensiones

Manuel Carmona: "Llevo 10 años jubilado sufriendo un recorte de pensión del 30%"

Pepa Montero

Foto: Foto cedida por el entrevistado

Martes 2 de noviembre de 2021

8 minutos

"Escrivá no nos va a arreglar nada, no tiene palabra", critica este prejubilado miembro de Asjubi40

Manuel Carmona: "Llevo 10 años jubilado sufriendo un recorte de pensión del 30%"
Pepa Montero

Foto: Foto cedida por el entrevistado

Martes 2 de noviembre de 2021

8 minutos

 Medio millón de jubilados anticipados sufre recortes eternos de pensión tras cotizar más de 40 años

La jubilación anticipada es cosa de hombres: por cada 7 que se prejubilan, lo hacen solo 3 mujeres

A qué trabajadores penalizará más la nueva jubilación anticipada voluntaria

 

Manuel Carmona Gutiérrez (Granada, 1950) lleva diez años sufriendo los fuertes recortes de pensión que se aplican de por vida a quienes se jubilan de manera anticipada. En su caso, el retiro fue involuntario ya que estaba en el paro por un despido improcedente y había agotado la prestación por desempleo. Aun así, lleva una década cobrando un 30% menos de lo que le hubiera correspondido, a pesar de haber cotizado durante 42 años y ocho meses.

Carmona es miembro de la asociación Asjubi40 (@asjubi40), que lleva meses peleando para que, con 40 años o más cotizados, se acceda al 100% de la pensión, independientemente de la edad que tenga el trabajador. Su caso ejemplifica bien la injusta situación de casi medio millón de prejubilados que empezaron a trabajar siendo niños, acumulan más de 40 años de contribuciones y pese a ello, soportan penalizaciones eternas en el importe de la pensión.

"Empecé a trabajar a los 12 años porteando maletas y estuve cotizando desde los 14 años, hasta que la empresa me despidió a los 58 años y acabé expulsado del mercado laboral. Cuando cumplí los 60 ya no pude aguantar más y me prejubilé", explica. Muy crítico con el Gobierno ("El ministro Escrivá no nos va a arreglar nada, porque es una persona que no tiene palabra: hoy dice blanco y mañana dice negro"), Carmona recuerda que los jubilados anticipados con largas carreras no quieren miserias ni que les regalen nada. Lo que exigen es "una pensión digna conforme a lo que hemos cotizado y a los años que hemos trabajado durante toda nuestra trayectoria laboral. Pero no tenemos esperanzas en que el ministro Escrivá nos arregle nada, ni él ni su jefe".

Manuel Carmona, interior

"Me pusieron a trabajar con 12 años, acarreando maletas. Los marines americanos me daban dólares de propina"

P.- ¿Puede resumirnos su carrera laboral y su situación actual?

R.- Nací en noviembre de 1950 en un pueblecito de Granada. Mis padres, por circunstancias de la vida, tuvieron que emigrar a diferentes lugares de España, y en ese vaivén me dejaron a cargo de una tía que poseía un hotel en Tortosa. Allí estuve unos años, hasta que mis padres se asentaron en Barcelona, a donde llegué con seis o siete años. Cuando cumplí los 12 años, en verano me pusieron a trabajar (para que no hiciera el golfo, según decía mi madre) en un hotel de la plaza Real de Barcelona. Acarreaba los petates y maletas de los marines de la flota americana, en aquella época no había ascensor y tenía que subirlos a mano. Cuando empezó el colegio, mi madre me dejó trabajando: ella fregaba escaleras y las propinas que yo ganaba (los marines me daban dólares) eran una ayuda muy necesaria. Cuando cumplí los 14 años, me contrataron en el hotel Continental, delante de la fuente de Canaletas, y ahí ya empecé a cotizar a la Seguridad Social. 

P.- Perdió su empleo por tener que irse al servicio militar...

R.- Exacto. Como todos los hombres de mi generación, tuve que hacer el servicio militar obligatorio, y cuando volví de la mili, ya no tenía trabajo. Pasó un tiempo hasta que encontré un empleo para entregar calendarios por los domicilios, ganaba una miseria pero cotizaba a la Seguridad Social, que en definitiva era lo que me interesaba. También estudiaba en academias que me pagaba yo. Hablo francés, me defiendo muy bien con el inglés y el italiano, también hablo y escribo catalán perfectamente, así que me salió la oportunidad de entrar en una multinacional llamada Motor Ibérica. Ahí estuve muchos años, pasando por diferentes categorías laborales, hasta colaboré en labores sindicales. 

"Sufrí un despido improcedente a los 56 años y el definitivo, a los 58 años, con la gran crisis de 2008"

P.- ¿Cuándo sufrió usted el despido que le obligó a prejubilarse?

R.- Trabajé en Motor Ibérica muchos años y de ahí salí con la ley del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que facilitó a las multinacionales aligerar sus plantillas despidiendo a personas de edad avanzada que estaban muy tocadas físicamente. A mí el despido me tocó cuando cumplí los 56 años, fuimos a juicio porque yo no estaba de acuerdo, así que me indemnizaron, pero igual acabé a la calle, con una mano delante y otra detrás.

P.- ¿Y ya no pudo volver a trabajar?

R.- Todavía trabajé dos años, recorriendo España como agente comercial, porque me interesaba cotizar a la Seguridad Social. Pero en seguida llegó la gran crisis de 2008 y el sector de la automoción que era donde yo trabajaba se vio muy afectado. La empresa no aguantó mucho más y me quedé otra vez sin empleo a los 58 años. Lógicamente, me apunté al desempleo, pero nunca me llamaron para nada. Imagínese, yo estaba cobrando menos de 1.000 euros al mes, se me acabó el paro, y con 60 años ya me pude acoger al sistema de jubilación a los 60 años que había para quienes habíamos empezado a cotizar antes del año 1966.

"Me penalizaron con el 30% de pensión, y además tengo que pagar IRPF"

P.- ¿Qué coeficiente reductor le aplicaron en la pensión?

R.- Me aplicaron una rebaja del 30% de la pensión. Es decir, desde que cumplí los 60 años me están quitando un 30% de la pensión que me hubiera correspondido, sin importar que empezara a cotizar a los 14 años. Además, tengo que pagar hasta IRPF, así que imagínese usted el tijeretazo que me aplican por haber tenido que acogerme al retiro anticipado. 

P.- La penalización que sufre es eterna, salvo que el Gobierno modifique la ley...

R.- Es muy injusto que se nos penalice después de cotizar más de 40 años, pero es directamente inhumano que esa penalización sea perpetua. Yo admito que nos apliquen coeficientes reductores durante los años que vayan desde la prejubilación a la edad legal de retiro, pero una vez cumplidos esos años, en mi caso los 65, es de justicia que nos regularicen el importe de la pensión y nos paguen el 100% de lo que nos corresponda según nuestro historial de cotizaciones. 

"Somos personas, no robots. No podemos trabajar hasta los 75 años, como quiere Escrivá"

P.- ¿Tiene esperanzas de que el ministro Escrivá resuelva su situación y las reclamaciones de Asjubi40?

R.- Con toda franqueza, el ministro Escrivá no nos va a arreglar nada, porque es una persona que no tiene palabra: hoy dice blanco y mañana dice negro. No van con la verdad por delante, ni Escrivá ni su jefe. La realidad es que la situación es perentoria, no admite demora. Nosotros somos personas, no somos robots. Y las personas no pueden trabajar hasta los 75 años, pese a lo que proclama a los cuatro vientos Escrivá. Es una locura, además imposible, porque las empresas no quieren empleados de más de 55 años.

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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