Martínez-Aldama: "No es lógico quitar incentivos a planes individuales sin impulsar los de empresa"

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Los planes de pensiones individuales deben seguir incentivándose fiscalmente y potenciándose como instrumento de ahorro complementario de cara a la jubilación, entre otras razones, porque "6 de cada 10 trabajadores en España o son autónomos, o trabajan a tiempo parcial, o son temporales, y por tanto no tienen posibilidad de acceder al sistema de pensiones de empleo, les es casi imposible lograr una acumulación de ahorro razonable a través de planes de empresa, ya que solo trabajan parte de la jornada o tienen grandes lagunas de cotización", advierte Ángel Martínez-Aldama, presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco @INVERCOinfo).

En relación a la intención del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, de realizar un traspaso progresivo de incentivos fiscales desde los planes individuales a los de empresa, Martínez-Aldama asegura que "quitar las deducciones a planes individuales, sin desarrollar los de empresa, no sería lógico, por dos motivos: porque supondría dejar al 90% de los trabajadores, incluyendo a los autónomos, sin un pilar complementario de pensión; y segundo, porque a nivel europeo existe una regulación que entra en vigor en 2021, y no tendría sentido que España fuera en la línea contraria y suprimiera ventajas fiscales".

Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco.

 

En declaraciones a 65Ymás, el directivo de Inverco resalta que "lo importante es que todos los trabajadores tengan un plan de empleo, lo que implica una obligatoriedad; y una vez que todos los empleados dispongan de esa cobertura, y los autónomos y otros tipos de trabajadores tengan un sistema equivalente, entonces veremos qué hacer con el individual".

Devolver los incentivos fiscales a las empresas 

PARTÍCIPES DE LOS FONDOS DE PENSIONES POR SISTEMAS

Fuente: Inverco

 

Respecto a impulsar el sistema de previsión social complementaria vinculada a las empresas, en Inverco son defensores de ello desde hace mucho tiempo. Es más, "lamentamos que se hayan eliminado incentivos a las empresas, ya que en el año 2006 se les quitó una deducción del 10% en el Impuesto de Sociedades, y más recientemente, en el año 2013, se han incluido las aportaciones por parte de las empresas en la base de cotización de la Seguridad Social".

Por tanto, en opinión del responsable de Inverco, lo que hemos visto en los últimos 15 años es una "eliminación y erosión de los incentivos a las empresas para establecer planes de pensiones".

Fuente: Inverco

Tan solo 2,2 millones de trabajadores con plan de empleo

 

 

Ahora mismo, en España existen "alrededor de 2,2 millones de trabajadores con planes de pensiones de empleo, de los cuales 800.000 son de la Administración Pública, así que el sector privado llega a 1,4 millones de trabajadores sobre una población activa de 21,5 millones de personas, es decir, solo el 10% de los trabajadores tiene un plan de pensiones", detalla el presidente de la patronal de la inversión colectiva en nuestro país.

Reino Unido, el modelo a seguir en planes de empresa

Viendo la experiencia internacional, Inverco aboga por un modelo como el 'Automatic Enrolment', establecido en Reino Unido en 2012, de tal forma que "las empresas tengan la obligación (que no la voluntariedad que rige ahora) de establecer un plan de empleo, y los trabajadores tengan la opción de darse de baja. El modelo británico implica que la empresa hace aportaciones y el trabajador también. En el Reino Unido ha sido un éxito en términos de aceptación, ya que solo el 9% de trabajadores lo ha rechazado, y ahora está en fase de implementación en Irlanda", especifica Martínez-Aldama.

Para el presidente de Inverco, en España, el modelo del sistema de pensiones de empleo debe consistir en "establecer más incentivos, salvo que vayamos a un sistema obligatorio como el de Reino Unido, donde el éxito del instrumento ya no dependería ni de las ventajas fiscales ni de la negociación colectiva".

Estancados por falta de incentivos fiscales y bajos sueldos

Los planes de pensiones de empleo (o de empresa) son instrumentos de ahorro a largo plazo con vistas a la jubilación promovidos por las empresas, cuyos beneficiarios son los empleados. Su funcionamiento está supervisado por una comisión de control formada, de modo paritario, por representantes de la empresa y de los sindicatos, con un estricto sistema de supervisión en el que interviene la Dirección General de Seguros.

Dentro de los planes colectivos, existen además los planes de pensiones asociados, que los promueven entidades, sindicatos o asociaciones.

Tanto unos como otros son productos estancados desde hace muchos años y muy poco atractivos: no crecen ni en número de partícipes ni en patrimonio ni en empresas promotoras y de hecho, los asociados son casi irrelevantes. Las razones de este estancamiento hay que buscarlas en la falta de incentivos fiscales, que hacen que las empresas se retraigan en ofrecerlos; en los bajos sueldos, que tampoco incitan a trabajadores y sindicatos a reclamarlos dentro de la negociación colectiva; y en la escasa rentabilidad que proporcionan.