La subida anual de las pensiones en función del IPC, efectiva desde enero de 2022, ha supuesto un aumento nominal sustancial en las cuantías, que, sin embargo, no se ha traducido en ganancia de poder adquisitivo, por culpa de la inflación disparada y el exorbitante incremento del precio de los alimentos, que agujerea aún más los bolsillos de las rentas bajas. De hecho, pese a las revalorizaciones generales del 3,8% en 2024 y del 8,5% en 2023, la mayoría de pensiones de la Seguridad Social tienen un importe bajo, o muy bajo, y en el caso del 100% de las pagas no contributivas, que gestiona el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), su cuantía es ínfima.
Según las últimas estadísticas oficiales, la Seguridad Social abonó en abril 10.149.834 pensiones a 9.187.187 pensionistas, una diferencia que se explica por el hecho de que hay personas que perciben más de una prestación (normalmente, viudedad y jubilación, que son compatibles).
Fuente: Seguridad Social
De esos 9,18 millones de pensionistas, 4,73 millones (el 51,5% del total) cobranmenos del salario mínimo interprofesional (SMI), situado en 1.134 euros mensuales para el año 2024. Además, la radiografía de lo que ingresan los pensionistas españoles (ver gráfico inferior) desvela asimismo que existen 3,96 millones de perceptores (43,1%) con nóminas entre el SMI y la pensión máxima (3.175,04 euros mensuales, o 44.450,56 anuales), mientras que únicamente 494.730 personas (el 5,4% del total) perciben o sobrepasan el tope permitido en España, tal y como detalla el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, a cuyo frente se halla Elma Saiz.
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La realidad, por lo tanto, es que existen 4,73 millones de pensionistas, que cotizaron lo necesario durante su vida profesional y se ganaron su jubilación, y aun así las pagas que generaron tienen cuantías inferiores al salario mínimo interprofesional. Si a ellos se suma el casi medio millón de pensionistas no contributivos (452.203 en el mes de abril), que no cotizaron el mínimo de 15 años que la Seguridad Social exige, en nuestro país hay 5,18 millones de pensionistas cuyas nóminas quedan por debajo, o muy por debajo, del nivel que marca el SMI.
Persiste la fuerte brecha de género
Los datos oficiales confirman asimismo que, a pesar de la mejoría laboral experimentada por la mujer en los últimos años, y el nuevo complemento de brecha de género, las pensiones femeninas sufren una fuerte brecha, como consecuencia de la discriminación salarial durante toda su vida profesional.
A fecha 1 de abril de 2024, la Seguridad Social contabiliza 2.796.332 mujerescon pensiones inferiores al salario mínimo profesional vigente, mientras que tan solo hay 1.938.747 hombres en esa misma situación de estrechez económica tras el retiro laboral (ver tabla superior).
O lo que es lo mismo, el 61,5% de mujeres pensionistas no llega a 1.134 euros mensuales; un porcentaje muy superior al de los hombres (41,8% del total) en el rango bajo de la tabla de ingresos por pensión.
Las estadísticas constatan así que es la mujer, a su pesar, quien rebaja el importe medio de las pensiones, puesto que la mayoría de hombres (el 50,7%) ingresan al mes una prestación cuya cuantía se sitúa entre el salario mínimo y los 3.175,04 euros de la pensión máxima.
Pensionistas asistenciales: ni la mitad del SMI
Si delicada es la situación económica de los 4,73 millones de perceptores de la Seguridad Social cuyos ingresos mensuales no llegan al SMI, de desesperada puede calificarse la realidad de 452.203 pensionistas no contributivos que, por no haber cotizado 15 años reglamentarios, reciben una paga asistencial poco más de 550 euros mensuales; ni la mitad del salario interprofesional.
Existen son modalidades: pensiones de jubilación, las más numerosas, que cobran 280.034 personas, y pensiones de invalidez, con 172.169 titulares, según las estadísticas oficiales del Imserso de abril de 2024.
La cuantía ínfima es común a estos dos tipos de prestaciones: 516,9 euros perciben los jubilados, y 568 ingresan al mes, en promedio, los titulares de invalidez. Por lo tanto, el importe medio conjunto de ambas apenas llega a los 550 euros al mes (ver gráficos abajo).
Estos escasos importes son todavía más exiguos, si se recuerda que el Gobierno les ha aplicado una revalorización del 6,87% en 2024, y que subieron el 15% en 2023. Es decir, han aumentado más que la media de las pensiones en España, para protegerlas frente a la fuerte crisis provocada por el COVID-19, por la guerra en Ucrania y la inflación disparada. Incluso así, las pensiones asistenciales no llegan ni a la mitad del salario mínimo.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).