Pensiones muy bajas, algunas rayando en la miseria, son las que reciben los más de 444.000 pensionistas no contributivos en España, ya que, en promedio, lo que cobran cada mes no llega ni siquiera a la mitad del salario mínimo interprofesional (1.080 euros mensuales), según reflejan las estadísticas recién actualizadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), correspondientes a enero de 2023.
En concreto, las pagas de jubilación tienen un importe medio de 475,46 euros, mientras las de invalidez son algo superiores, 527,16 euros de media, lo que arroja una cuantía conjunta de 501,31 euros en enero. Y así seguirán todo el año, salvo decisión en contra del Gobierno, puesto que las pensiones no contributivas poseen una cuantía anual fija, que se establece en los Presupuestos Generales del Estado.
Este ínfimo importe es el que cobran sus titulares, pese a que se benefician de la prórroga de la subida del 15%, que habían experimentado estas pagas en verano, dentro del paquete de medidas económicas para luchar contra la inflación y la crisis desencadenada por la guerra en Ucrania.
Este tipo de pensiones las financia el Estado, a través de la Seguridad Social, y las gestionan las autonomías que tienen transferidas las funciones del Imserso, o el propio instituto. Son las que se conceden a personas que no tienen 15 años cotizados (este es el mínimo para tener derecho a una pensión contributiva) y existen dos tipos: de jubilación einvalidez, que son incompatibles entre sí.
Importe: 6.784,54 euros anuales, en 14 pagas
Tal como detalla el Imserso, la Ley 31/2022, de Presupuestos Generales del Estado para 2023 y el Real Decreto-ley 20/2022, de medidas de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania, establecen para las pensiones de la Seguridad Social en su modalidad no contributiva una revalorización del 15% respecto a la cuantía establecida a 1 de enero de 2022.
De este modo, en 2023, el importe de las pagas queda establecido en 6.784,54 euros íntegros anuales, que se abonan en 12 mensualidades más dos extraordinarias al año. El importe medio mensual abonado a cada pensionista ha quedado establecido, para la PNC de invalidez, en 527,16 euros, y para la de jubilación en 475,46 euros, algo superior el de la PNC de invalidez al de la jubilación.
Fuente: Imserso (Pinchar en imagen para tamaño completo)
Por su parte, el número total de pensiones no contributivas en la nómina de enero de 2023 en todo el Estado español alcanza la cifra de 444.356 (el 0,04% menos que el mes anterior), con un coste de 220.451.036,01 euros para el Estado.
PNC de jubilación: 475,46 euros
Las estadísticas son meridianas al constatar la bajísima cuantía de la jubilación no contributiva. Según los datos correspondientes a enero de 2023, los jubilados no contributivos siguen sin alcanzar los 500 euros mensuales de media. En concreto, percibieron un importe medio de 475,46 euros en el primer mes del año, lo que significa el 9,9% más de lo que cobraban hace un año, pero aun así se quedan a mitad de camino del salario mínimo interprofesional (SMI), que desde este martes ha subido hasta los 1.080 euros mensuales.
En el último mes de 2022, estos jubilados cobraron de media 488,82 euros, y en noviembre, 939,44 euros en promedio, pero ello se debe a que entonces recibieron dos pagas; la corriente de noviembre, más la extraordinaria de Navidad.
CUANTÍA DE PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS DE JUBILACIÓN
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Invalidez no contributiva: 527,16 euros
En cuanto a las personas beneficiarias de una pensión no contributiva de invalidez, perciben una nómina algo más elevada que quienes cobran por jubilación; en concreto, 527,16 euros en enero, frente a los 535,58 euros en diciembre de 2022. Un mes antes, en noviembre, la cuantía fue de 1.041,56 euros (incluyendo dos pagas: la ordinaria y la extra), mientras que enoctubre, cuando tan solo se cobró la nómina del mes corriente, el importe medio de las pagas quedó establecido en 531,8 euros.
CUANTÍA DE PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS DE INVALIDEZ
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Las razones de la mayor cuantía de las pensiones no contributivas de invalidez son que "al menos 37.069 de sus beneficiarios perciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona, además de porque el montante a percibir en nómina por atrasos es mayor al ser más compleja la gestión y, por ende, el plazo de resolución", tal como aclara el Imserso.
Imposible llenar la cesta de la compra
El primer mes del año 2023 ha arrancado con las pensiones no contributivas congeladas en 500 euros, si bien para quienes cobran por jubilación la situación es aún peor, ya que reciben de media los citados 475 euros al mes. Con este umbral de ingresos es imposible que sus perceptores puedan llenar la cesta de la compra, incluso la más básica, habida cuenta de las fuertes subidas de precios de los alimentos y de la energía.
Y es que llueve sobre mojado, puesto que durante el año 2022, el importe medio de las pensiones de jubilación fue 449,61 euros, frente a los 493,75 euros de promedio que alcanzaron las pagas de invalidez. Mientras tanto, la inflación media anual entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022 (la que se tiene en cuenta para revalorizar las pensiones) fue del 8,5%, es decir, todos los pensionistas se han empobrecido en torno a un 8,5%, lo que supone un mazazo mucho mayor para los bolsillos de quienes menos ingresan cada mes.
Y en enero de 2023, la inflación sigue siendo muy alta, del 5,8% en tasa anual, con el coste de los alimentos disparado, y sin saber si las tensiones inflacionistas (que España padece desde hace año y medio) van a disminuir a corto plazo, o el coste de la vida continuará siendo prohibitivo.
Las pagas más bajas sufren la inflación en mayor medida. Así, según un estudio realizado por CCOO, la subida de precios de la cesta de la compra afecta principalmente a los hogares de rentas bajas, que dedican entre un 60% y un 65% de sus ingresos a "productos básicos" (alimentación, vivienda, energía y transporte), frente al 50% que dedican los hogares de rentas altas, así como los hogares monomarentales. Tal como detalla el informe, la priorización de los productos básicos por parte de las familias de rentas bajas va "en detrimento del consumo de otros bienes como la sanidad, educación o cultura".
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).