La brecha de las pensiones de los autónomos: Cobran un 40% menos, la mayoría por debajo del SMI

El colectivo de los trabajadores autónomos es uno de los más vulnerables ante la jubilación. Las peculiaridades del régimen en el que cotizan y sus volátiles carreras profesionales, se refleja en prestaciones que no llegan a los 900 euros al mes en la mayoría de los casos. Así, la pensión media de los casi dos millones de autónomos pensionistas que hay en nuestro país fue en febrero de 710 euros mensuales, frente a los 1.131 euros de los asalariados, según los datos de la Seguridad Social. 

Esto supone 420 euros menos que los pensionistas del régimen general, con una diferencia cercana al 40% en la cuantía. Además, de las 1,3 millones de pensiones de jubilación de autónomos otorgadas por la Seguridad Social, más del 85% está por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (950 euros mensuales en 14 pagas), según calculan las asociaciones de sector. El Gobierno, en plena negociación sobre los nuevos tramos para los autónomos, podría crear nuevas cuotas para este colectivo con menores ingresos, según informan fuentes que participan en la mesa de diálogo.

El problema de las bajas cotizaciones

"Esta brecha se debe principalmente a la falta de cotizaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) hechas por muchos miembros del colectivo y que no se pueden cambiar una vez superados los 47 años. Ahora está calando el mensaje aumentar la base de cotización, pero durante mucho tiempo se ha preferido cotizar por bases mínimas", explica Eduardo Abad, presidente de Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (@upta_es​). Según cálculos de la Seguridad Social, un 85% de los autónomos –personas físicas– cotiza por la base mínima, una situación que el ministro Escrivá ya anunciado que quiere revertir dentro de la reforma de las pensiones en la que la cotización será más cercana a los ingresos reales.

Pero desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (@autonomosata) aclaran que si se toman en consideración todos los regímenes, solo el 52% cotizan por la mínima", decisión que vinculan a varios factores entre los que se encuentra "la falta de información en tiempo real de cara a la jubilación o los escasos y volátiles ingresos de la mayoría de los autónomos, que se verán todavía más mermados tras los efectos de la pandemia", señala Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA. Lo cierto es que más de 1,2 millones de autónomos (cerca de un 38% del total) tienen rendimientos netos del trabajo que no llegan al Salario Mínimo Interprofesional (12.600 euros anuales), lo que complica su cotización de cara a la jubilación. 

Las mujeres autónomas, las que más lo sufren

Pero dentro de este grupo de trabajadores por cuenta propia hay un colectivo que sufre por partida doble, el de las mujeres autónomas. Según datos de UATAE Mujer (@uatae_es), la pensión media de una mujer trabajadora por cuenta propia es de poco más de 520 euros, frente a la pensión media de los hombres, de 700 euros. Estos supone diferencias que superan el 26% para las mujeres autónomas que suponen aproximadamente un tercio de todos los trabajadores por cuenta propia. "La situación es especialmente complicada para las mujeres agrarias", denuncian desde ATA.

Estas cifras se explican por un lado por las menores carreras de cotización que en España se ven especialmente penalizadas, al haberse incorporado más tarde o haberse dedicado más tiempo a los cuidados y por otro a la brecha salarial que existe en la sociedad que lleva a las mujeres a cobrar menos que los hombre, explican los expertos. Como consecuencia ellas tienen mayores dificultades para cobrar el 100% de la prestación por jubilación.​ La tasa de temporalidad de los hombres en España es del 7,8% mientras que en las mujeres es del 25,3%, según datos de BBVA.

Cambios en los tramos y las cuotas que planea Escrivá

"Si queremos corregir las desigualdades actuales en las pensiones de los autónomos hay que implementar nuevos sistemas que permitan mejoras en su cotización para que puedan acceder a pensiones dignas", defiende Eduardo Abad de UPTA, que forma parte de la negociación con el Gobierno para la futura reforma del RETA. Para ello defiende un nuevo sistema que se establezcan nuevos tramos, como los que ya está negociando con el Ministerio de la Seguridad Social, que van a obligar a tener una base más alta a los autónomos que tengan rendimientos de trabajo más altos, pero también va a beneficiar los que no llegan al SMI, que verán relajadas sus aportaciones. 

Entre los planes de Escrivá está "aliviar su carga" de los autónomos que menos ingresan con cuotas que podrían bajar a  90 o 170 euros al mes según el caso, según declaran fuentes cercanas a la negociación, si bien reconocen que el nivel de cotización aplicable aún está siendo debatido en la mesa de diálogo abierta para la reforma y también queda pendiente resolver si habrá una subida general de las cuotas al resto de los autónomos en 2021. "Subir ahora mismo la cuota con la Covid, es una locura. Y no podemos hablar de tramos si todavía contamos con los datos de 2019", señala Celia Ferrero. "El objetivo debe ser aumentar la protección social de todos los autónomos", reivindican desde ATA. También piden mayores incentivos fiscales.

Particularidades de las cotizaciones de los autónomos

A las particularidades del RETA y el problema de cotización por la mínima, se une en el caso de los autónomos que su carrera suele ser más irregular que la de los asalariados, por la propia naturaleza de los trabajos, que muchas veces se desarrollan por proyectos delimitados en el tiempo. "Estamos observando también el problema de transferibilidad, es decir, autónomos que en su día fueron asalariados y tienen problemas para sumar cotizaciones", señala Celia Ferrero. Desde UPTA reivindican que se tenga en cuenta las diferencias entre autónomos "no es lo mismo ser un notario o un tener un quiosco en un pueblo de Castilla", señala Abad.

Otro punto que señalan frecuentemente es la falta de protección por desempleo equiparable a la del Régimen General, en la que los trabajadores pueden percibir hasta 24 meses de prestación que, además, cotiza para la jubilación. El RETA cuenta además con otra particularidad, y es que los periodos sin cotización que sean computables para el cálculo de la pensión computan por base cero, a diferencia de lo que ocurre en el Régimen General, donde las lagunas de cotización se integran por bases mínimas o por el 50% de las bases mínimas, según calcula BBVA. Esta ausencia de integración de lagunas penaliza considerablemente la pensión de muchos autónomos explican los expertos.