La pensión de jubilación del autónomo, estancada en 800 €, pese a haber subido un 51% en 15 años

Los autónomos podrán 'sobrecotizar' para mejorar su pensión, pero con límites según sus ingresos

Acuerdo histórico para que los autónomos coticen por sus ingresos: cuotas desde 200 €

La pensión de jubilación de los autónomos tiene una cuantía media muy baja (en 2021 era inferior a 800 euros mensuales y en julio de 2022 supone 835,4 euros) para tratarse de un régimen contributivo de la Seguridad Social (el RETA), debido a que tradicionalmente este colectivo ha podido escoger cuánto cotizar, de forma que el 85% de ellos elige hacerlo por el mínimo, lo que a su vez redunda en unas pagas de escaso importe, muchas de la cuales la Seguridad Social se ve obligada a complementar con mínimos para que no caigan por debajo del umbral de pobreza

Las estadísticas constatan el exiguo importe de la jubilación de los autónomos, así como su estancamiento. En concreto, ha permanecido cuatro años enquistada entre los 700 y 800 euros mensuales, ya que tenía un importe medio de 710,09 euros en el año 2017, y a finales de 2021 su cuantía media era de apenas 793 euros, según reflejan los datos facilitados por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA @autonomosata).

En lo que va transcurrido de 2022, el importe de las pagas medias de los trabajadores por cuenta propia ha logrado al fin rebasar la cota de los 800 euros mensuales, aunque por muy poco, y ello se debe sobre todo gracias a la revalorización según el IPC que aplicó el Gobierno a primeros de año (2,5% de IPC de 2021 y 1,6% por desviación repecto del año previo, en total, un 4,1% de subida en todas las pensiones contributivas).

La realidad es que en la actualidad, y cuando faltan cuatro meses para que empiece a funcionar el nuevo régimen de cotización por rendimientos netos, las pensiones de jubilación de los autónomos son unos 200 euros inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fijado en 1.000 euros al mes en 2022. 

PENSIÓN DE JUBILACIÓN: AUTÓNOMOS Y RÉGIMEN GENERAL (2005-2021)

La reducida cuantía de la jubilación de los autónomos es aún más patente, ya que se produce después de que en los últimos 15 años estas pensiones hayan subido un 51%: han pasado desde los exiguos 526,10 euros mensuales que cobraban de media los pensionistas del RETA en 2006, hasta los citados 792,94 euros que ingresaban a finales de 2021 en promedio. En comparación, en ese mismo periodo, las pensiones de jubilación de los asalariados del Régimen General ascendían a 909,23 euros al mes en 2006, que se convirtieron en 1.335,19 euros mensuales al cierre de 2021 (un incremento del 47% en esos 15 años), tal como reflejan los datos recopilados por ATA.

Grandes y explicables diferencias con los asalariados

La menor cuantía de las nóminas mensuales de los autónomos se produce en todas las clases de pensiones, además de la de jubilación, y llega hasta estos momentos. A falta lógicamente de conocer cómo acabará 2022, los datos más recientes, correspondientes a julio pasado, confirman que un jubilado del RETA cobra 835,4 euros al mes, la pensión más baja de todos los regímenes; mientras que quienes proceden del Régimen General perciben 1.403,8 euros al mes.

También con datos de julio de 2022, la pensión de viudedad de un autónomo es de 561,57 euros mensuales, en comparación con los 829,32 euros que reciben las viudas/os del Régimen General. En cuanto a la prestación por Incapacidad Permanente, los trabajadores por cuenta propia cobran un promedio de 787,5 euros al mes, frente a los 1.054,96 de esta clase de pensión en el Régimen General (ver tabla inferior).

Asimismo, considerando la totalidad de las pensiones del sistema de Seguridad Social, los autónomos también cobran muy por debajo de la media, debido precisamente a esa voluntaria elección de cotizar por la base que deseen (esto se acabará el 1 de enero de 2023). Así, en el pasado mes de julio, en el total de pensiones contributivas (jubilación, viudedad, incapacidad, orfandad...), la pensión media del autónomo resulta ser 750,97 euros, frente a los 1.194,91 que perciben los pensionistas del Régimen General.

¿Es posible reducir esa fuerte diferencia de cuantías entre las pagas de autónomos y asalariados? El propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, reconocía recientemente que la pensión de los autónomos es más de un 40% inferior a la que de media cobran los asalariados. Durante su intervención en la Comisión del Pacto de Toledo para explicar la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), se mostró confiado en que el nuevo sistema de cotización, que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, ayudará a ir reduciendo esa diferencia entre las pensiones de autónomos y asalariados.

ATA: "Se ha llegado al mejor acuerdo posible"

En el mismo sentido que Escrivá, las organizaciones de autónomos también confían en que el nuevo modelo de cotización empuje al alza la cuantía de sus pensiones.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, asegura que en la negociación del nuevo sistema de cotización de autónomos "se ha llegado al mejor acuerdo posible, ya que el 75%  pagarán lo mismo o menos que ahora. Un 25% del colectivo va a pagar algo más, aunque de esos, para la inmensa mayoría la subida será la mitad de lo que en un inicio se anunciaba. Dijimos que no era el momento de subidas. No estamos recuperados aun, ni hemos salido de la crisis".

Amor destaca que "también se mejora la protección social, dando cobertura para situaciones de cese de actividad e incluso caídas de ingresos. Por lo que es un sistema que dará más protección y seguridad a los autónomos. Pero debemos ser muy pedagógicos. Las prestaciones, todas, incluida la de jubilación, dependen de la base de cotización, y es importante que los autónomos sepan que las bases de las cuotas bajas, son bajas". 

Una de las novedades con positivo impacto en la pensión, según explicaba recientemente a 65YMÁS Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, es que desde 2023 "se eliminará el tope que hoy existe a los 47 años para aquellos autónomos que no viniesen cotizando por bases superiores y que quisieran a los 47 años o después subirse la base. Muchos no son conscientes de que existe este tope y hay que tener en cuenta que aproximadamente el 50% de todos los autónomos tiene más de 50 años, con lo cual, el hecho de que vayan a cotizar por rendimientos netos, unido a que muchos querrán seguir cotizando por bases superiores, esto les permitirá hacerlo y mejorar la pensión. El destope y su vinculación a los rendimientos puede aumentar la protección de cara a la pensión de jubilación".

Así es el nuevo RETA, vigente desde 2023

1.- Cotización por rendimientos netos. El nuevo RETA, vigente desde el 1 de enero de 2023, implica que, a comienzos de cada año, o en el momento de darse como alta como autónomo, cada persona comunicará su previsión de rendimientos netos, y por ellos cotizará, en función de una tabla con bases mínimas y cuotas mínimas. 

2.- Modificar la cuota mensual hasta 6 veces al año. Cada dos meses (y como máximo seis veces al año), el autónomo podrá modificar la cuota mensual que paga para ajustarla a los rendimientos que vaya obteniendo a lo largo del año.

3.- Regularización anual de cuotas. Al año siguiente, y en función de los rendimientos netos anuales que facilite la Agencia Tributaria y las Haciendas Forales, la Seguridad Social procederá a regularizar las cuotas, en caso de que dichos rendimientos sean superiores o inferiores a los tramos que cada persona haya elegido para cotizar. Si resultada que el autónomo ha cotizado por encima de sus rendimientos netos anuales, se le devolverá ese importe. Y si hubiera cotizado de menos, deberá pagar la diferencia (sin coste ni penalización alguna, según aclaran fuentes del Ministerio).

4.- Interesante excepción, con plazo hasta diciembre de 2022. El nuevo RETA permite una interesante excepción para aquellos autónomos que en diciembre de 2022 se encuentren cotizando por una base mayor a la que determinen sus rendimientos netos, ya que estos podrán permanecer en esa base superior con carácter indefinido. A partir de 2023, este privilegio ya no se permitirá, y todos los autónomos tendrán un tope de sobrecotización que deberá estar avalado por los rendimientos netos que declare y certifique la Agencia Tributaria. La explicación oficial de esta ventana temporal es no perjudicar a aquellos autónomos que ya se acercan a la edad de jubilación, con carreras de cotización muy maduras, sin tiempo para reaccionar a los nuevos requisitos.