La pensión de jubilación no contributiva ha subido 130 euros en 5 años: ¿cuánto aumentará en 2025?

La pensión de jubilación no contributiva no llega ni a la mitad del salario mínimo

El Gobierno asegura el pago de pensiones no contributivas con un crédito de 828,5 millones

La pensión media de un jubilado de la Seguridad Social es de 1.445,7 euros mensuales, pero en España hay otro casi medio millón de pensionistas que cobran poco más de 500 euros al mes, en concreto, 454.771 personas, que son el número de perceptores de pensiones no contributivas en todo el Estado en septiembre de 2024. Esta cifra es el 0,2% inferior a la de agosto, de acuerdo con los datos del Imserso (@Imserso).

Estas pensiones, que son las que cobran quienes no han cotizado los 15 años mínimos que exige la ley, tienen muy baja cuantía: en 2024, tan solo 7.250,60 euros íntegros anuales, que se abonan en 12 mensualidades más dos extras. Existen dos tipos de pagas asistenciales: de jubilación y de invalidez, incompatibles entre sí.

En la actualidad, los jubilados no contributivos cobran 512,3 euros de media, con datos correspondientes a septiembre, lo que supone la segunda cuantía media más baja del año, tras los 511,48 euros del mes de enero. Un importe que no llega ni a la mitad del salario mínimo profesional (SMI), que en estos momentos es de 1.134 euros mensuales. La penuria de estas pagas es una de las quejas de los movimientos y plataformas de pensionistas de todo el país, que reclaman desde hace años un incremento de las cuantías básicas no contributivas, "para que sus perceptores no caigan en un nivel de vida que raya en la pobreza", según un reciente comunicado de Unidad de Acción del Movimiento Pensionista.

Pagas de penuria, pese a subir más de la media

En el plazo de cinco años, las jubilaciones no contributivas han incrementado su importe medio mensual en unos 130 euros, puesto que al cierre de 2019, tenían una cuantía de 382,84 euros mensuales. Muy inferior era lo que se percibía en el año 2018 (unos 368,74 euros mensuales) y en 2017, cuando las nóminas por invalidez asistencial apenas superaban los 357,5 euros al mes (ver gráfico inferior).

Esta escasa cuantía es aún más evidente, si se tiene en cuenta que el Gobierno ha revalorizado las pensiones no contributivas por encima del resto: en 2024 han subido el 6,9%, en 2023 aumentaron el 15% y en 2022 se incrementaron primero el 3%, y desde el verano dieron un estirón hasta el 15%.

Con todo, y contando con esos aumentos de los últimos años, la realidad es que siguen siendo unas pagas de penuria, sobre todo considerando los más de dos años de inflación disparada que han sufrido los hogares españoles.

Hay que recordar que se trata de prestaciones económicas que se conceden a los ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para subsistir en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.

564,8 euros de paga media por invalidez

Las estadísticas del Imserso reflejan asimismo lo que perciben los pensionistas asistenciales de invalidez, cuya nómina media es de únicamente 564,84 euros en promedio, algo superior a las pagas de jubilación, entre otras razones, porque 34.761 beneficiarios perciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona y porque el montante a percibir en nómina por atrasos es mayor al ser más compleja la gestión y el plazo de resolución.

En los últimos cinco años, el aumento de cuantía ha sido de 141 euros de media, ya que al cierre de 2019, estas prestaciones tenían un importe de solamente 423,75 euros al mes. Con ser reducida esta nómina, en 2018 se cobraba únicamente 410 euros, mientras que el año previo, 2017, ni siquiera se llegaba a esa franja, con solo 397,64 euros en promedio, de acuerdo con los datos publicados por el Imserso.

Así será la subida en 2025

La reforma de pensiones de 2023 estableció un calendario de subida, según el cual, se incrementarán cada año más que el IPC, es decir, su importe aumentará por encima de lo que lo hagan las pensiones de la Seguridad Social. Según el calendario previsto, en 2027, las pensiones no contributivas deberán suponer el 75% del umbral de pobreza para un hogar unipersonal, que se define como el 60% de la mediana de ingresos anuales por unidad de consumo.

A falta de Presupuestos Generales del Estado (aún no se han aprobado y puede que se deban prorrogar un año más), las proyecciones del Ministerio de Seguridad Social apuntan a que experimentarán entre 2024 y 2027 un incremento del 22%, con lo cual, pasarán desde los 6.800 euros al año que suponían en 2023, dejarán atrás los 7.250,60 euros que aportan en 2024, y alcanzarían los 8.300 euros en 2027.

Así pues, de cumplirse el calendario previsto por la Ley de reforma, la pensión no contributiva de jubilación debería subir a un ritmo del 5,5% anual, con lo cual, llegaría a unos 543 euros mensuales en 2025, o alrededor de 7.600 euros en cómputo anual.

También podrían revalorizarse en mayor medida, si el Congreso de los Diputados, que debe autorizar unos eventuales Presupuestos, reclama una mejor revalorización, como sucedió en 2022, en plena crisis inflacionista, cuando se aprobó un alza del 15%.