Pensión no contributiva: vivir con 500 euros en una España que lleva 2 años azotada por la inflación

España gasta 10.000 millones en pensiones mínimas y no contributivas: ¿se pueden subir?

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España cumple dos años bajo el azote de la inflación, con los hogares sufriendo subidas de precios que han llegado a picos máximos del 10,8% (julio de 2022), unos aumentos del nivel de vida que en el conjunto del año pasado supusieron un encarecimiento del 8,5%, y que en el mes más reciente, abril de 2023, el aumento del coste de la vida sigue siendo el doble que hace dos años, sin que las presiones inflacionistas tengan visos de desaparecer.

En este contexto, y con los precios de los alimentos hasta el 16,6% más caros (esa tasa récord se alcanzó en febrero), casi medio millón de pensionistas no contributivos sobreviven con una media de 500 euros mensuales. Estas pensiones tienen un importe realmente bajo, tanto las de jubilación como las de invalidez, a pesar de que ambas conservan la subida extraordinaria que se les aplicó en el verano pasado. Hay que recordar que sus titulares gozan en 2023 de la prórroga del 15% del alza que se produjo en el verano de 2022.

Los datos oficiales son contundentes: en abril de 2023, el Estado abonó 447.066 pensiones no contributivas (en marzo fueron 446.163), de las cuales, la gran mayoría, 270.180, fueron de jubilación, y las restantes 176.886, de invalidez. Sostener a este casi medio millón de pensionistas cuesta a las arcas públicas 227 millones mensuales (la nómina de marzo ascendió a 225,82 millones, en febrero fueron 223,77 millones y en enero 220,45 millones), tal como muestran las estadísticas recién publicadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). El gasto anual para sufragar estas prestaciones ha rondado los 3.000 millones en los últimos ejercicios: fue de 2.957,42 millones en 2022, frente a 2.600 millones en 2021 y 2.569,4 millones en 2020. En 2023, el Gobierno ha destinado 3.003 millones en los Presupuestos Generales del Estado.

Existen dos clases de pensiones no contributivas: las de jubilación, que cuestan 132 millones al mes (el gasto fue de 130,95 millones en marzo), y las de invalidez, con 95 millones (ligeramente superior a los 94,87 millones de marzo), y ello se debe a que el número de jubilados no contributivos es bastante más elevado (ver tabla inferior).

Jubilados no contributivos: no llegan a 500 euros

Estas pensiones tienen un importe realmente bajo, tanto las pagas no contributivas de jubilación como las de invalidez, a pesar de que ambas conservan la subida extraordinaria que se les aplicó en el verano pasado. Hay que recordar que sus titulares gozan en 2023 de la prórroga del 15% del alza que se produjo en el verano de 2022; una subida extraordinaria que aprobó el Gobierno, como parte de las medidas para luchar contra la inflación y la crisis por la guerra en Ucrania.

Pese a ello, las estadísticas de abril reflejan que tanto las de jubilación como las de invalidez no llegan ni siquiera a la mitad del salario mínimo interprofesional (SMI), situado en 1.080 euros mensuales en 2023.

Las más bajas son las de jubilación no contributivas, cuyo importe es de solo 488,71 euros en abril (486,44 euros de media en marzo y 484,38 euros en febrero).

CUANTÍA PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS DE JUBILACIÓN (ABRIL 2023)

El importe medio que cobran los jubilados no contributivos (aquellos que no han cotizado el mínimo de 15 años exigido por la Seguridad Social) ni se acerca a los 500 euros: en 2022, la pensión de un jubilado no contributivo fue de 449,61 euros, frente a los 396,68 euros en 2021, los 389,08 euros en 2020, los 382,84 euros en 2019 o los 368,70 euros en 2018. 

El perfil tipo de estos perceptores suelen ser mujeres, españolas, casadas, y con un rango de edad entre los 70 y 79 años. 

Invalidez no contributiva: 537 euros

Una nómina algo más elevada cobran los titulares no contributivos de invalidez: 537,39 euros de media en abril (536,15 euros en marzo y 529,63 euros en febrero), a tenor de las estadísticas del Imserso. 

Esta clase de prestaciones tienen mayor cuantía que las de jubilación, ya que, por una parte, en torno a 37.000 de sus beneficiarios perciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona, y también influye el hecho de que el montante a percibir en nómina por atrasos es mayor, al ser más compleja la gestión, y, por ende, el plazo de resolución, según detalla el Imserso.

CUANTÍA PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS DE INVALIDEZ (ABRIL 2023)

En cuanto al perfil del pensionista no contributivo de invalidez, se trata de personas de nacionalidad española, que conviven en una unidad económica integrada por dos o tres miembros y que acreditan un grado de discapacidad del 65%-74%. Si se trata de hombres, suelen ser solteros, menores de 45 años. Y si el titular es una mujer, en la mayoría de los casos están casadas, tienen más de 45 años y presentan discapacidades de tipo psíquico, seguidas muy de cerca por las de tipología física, tal como explica el Imserso.

Cuantías básicas para todo 2023

Los movimientos de pensionistas y asociaciones de personas mayores denuncian que la inflación disparada que sufre España desde hace dos años hace que las pensiones más bajas, fundamentalmente las no contributivas, padezcan una enorme pérdida de poder adquisitivo. Y es que el inaudito encarecimiento de los productos de primera necesidad les golpea en mayor medida, puesto que esos productos básicos son los que más consumen las familias de rentas bajas.

Frente al encarecimiento generalizado de la cesta de la compra, poco pueden hacer los titulares de pensiones no contributivas, que este año tienen una cuantía básica que no llega a 6.800 euros anuales, o lo que es lo mismo, 484,61 euros al mes, en caso de que tengan derecho a la paga íntegra (ver tabla inferior).

Quién puede cobrar una pensión no contributiva

Las pensiones no contributivas son las que se conceden a quienes no tienen 15 años cotizados (periodo mínimo para optar a una pensión contributiva de la Seguridad Social), y su objetivo es asegurar a todos los ciudadanos en situación de jubilación o invalidez, y en estado de necesidad, una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios. Las dos clases existentes (de jubilación e invalidez) son incompatibles entre sí. 

Son pensiones que financia el Estado, mediante una partida que se incluye en los Presupuestos Generales de cada año, y se abonan a través del paraguas de la Seguridad Social, aunque la gestión la realizan las autonomías (si tienen transferidas las funciones) o el propio Imserso.

Las plataformas y movimientos de pensionistas reclaman al Gobierno central y a los autonómicos que suban el importe de estas prestaciones hasta al menos 1.000 euros mensuales. 

En 2024-27, subirán de modo extraordinario

En virtud de la segunda fase de la reforma de las pensiones, la cuantía de las pagas no contributivas se va a incrementar de modo extraordinario, entre los años 2024 y 2027, hasta converger con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.

Esto significa, de acuerdo con las proyecciones del Ministerio de Seguridad Social, que las pensiones subirán el 22% en el conjunto de los próximos cuatro años, con lo cual, se verían incrementadas en unos 1.500 euros en esos cuatro años.