Pensiones de miseria: las pagas no contributivas han subido 44 euros al mes en ocho años

Pensiones de miseria en 2022: las pagas no contributivas serán de 421 euros mensuales

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En 2022, las pensiones no contributivas (aquellas que se conceden a personas que no han cotizado el mínimo de 15 años que exige la Seguridad Social para acceder a una contributiva) se han revalorizado el 4,6% respecto a la cuantía fijada para 2021, según detalla el Imserso, el organismo encargado de su gestión. Tal como explica en su web, "la Ley 22/2021, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado y el Real Decreto 65/2022, de 25 de enero, sobre actualización de las pensiones del sistema de la Seguridad Social, de las pensiones de Clases Pasivas y de otras prestaciones sociales, establecen la cuantía de las pensiones de la Seguridad Social en su modalidad no contributiva y una revalorización del 4,6% respecto a la cuantía fijada para 2021, en el que se incluye la desviación del 1,6% sobre el IPC previsto durante el período diciembre 2020-noviembre 2021".

En total, por tanto, la cuantía de las pensiones no contributivas (hay de dos tipos: jubilación e invalidez) ha aumentado el 3% que fijaban los Presupuestos más ese 1,6% adicional por el mayor IPC.

Pese a esta revalorización, el importe básico de las pagas es de 421,40 euros mensuales, que se traducen en 5.899,60 euros íntegros al año abonados en 14 mensualidades (12 ordinarias más dos extraordinarias), según detalla el Imserso.  Unas cuantías muy bajas, rayanas en la miseria, que ni siquiera llegan por ejemplo a la mitad del salario mínimo interprofesional (SMI), que acabó 2021 en 965 euros y ha subido a 1.000 euros con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2022.

A partir de ese mínimo de 5.899,60 euros anuales, la cuantía individual actualizada para cada pensionista se establece en función del número de beneficiarios que vivan en el mismo domicilio, de sus rentas personales y/o de las de su unidad económica de convivencia, no pudiendo ser la cuantía inferior a la mínima del 25% de la establecida.

Acabar con el importe irrisorio de las pensiones no contributivas es una de las principales reivindicaciones de los movimientos de pensionistas, quienes tienen como exigencia prioritaria que el Gobierno aumente el importe de este tipo de pensiones, para igualarlo al SMI o al umbral que la Carta Social Europea marca para no caer en la pobreza.

448.816 perceptores y 454,6 euros de media en enero

Las estadísticas del Imserso constatan que en el mes de enero, el importe medio mensual abonado a cada pensionista es de 432,55 euros en el caso de pensiones de jubilación, mientras que las de invalidez son más elevadas, 476,72 euros, entre otras razones, porque al menos 37.178 de sus beneficiarios perciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona. En promedio, pues, la cuantía de las pensiones no contributivas es de 454,6 euros al mes. Esto implica que, incluso habiéndose producido una fuerte revalorización del 4,6%, el importe de esta clase de prestaciones sigue hundido, bastante por debajo de la mitad del SMI.

La penuria de estos pensionistas viene de lejos, tal y como constatan las estadísticas del Imserso. En los últimos ocho años completos, las cuantías medias de estas pensiones han subido un 12%, pasando desde los 369,72 euros mensuales que suponían en 2013, hasta los 414,03 euros que representaban en promedio al cierre de 2021. Y, pese a ello, el incremento en dinero contante y sonante es de solo 44 euros mensuales a finales de 2021 respecto a 2013, una suma irrisoria que no da ni para pagar un recibo de la luz medio.

Así lo refleja el informe Evolución de las nóminas 2015-2021, recién publicado por el Imserso (ver gráfico inferior), donde se detalla la evolución de número de beneficiarios, clases de pagas, cuantías, coste de las nóminas, porcentajes de incremento, etc. 

IMPORTE MEDIO MENSUAL ABONADO AL PENSIONISTA NO CONTRIBUTIVO

Si se toma en cuenta la revalorización efectuada en 2022 (el 3% general más el 1,6% de desvío del IPC) y se comparan los únicos datos disponibles (enero), el aumento de las pagas respecto a 2013 sería del 23%, que se traducen en casi 85 euros más al mes. No obstante, esa revalorización no se traduce en una ganancia real de poder adquisitivo, ya que la inflación interanual en enero es del 6,1%, frente a ese 4,6% conjunto que se han incrementado las nóminas no contributivas.

Cuatro años con el importe congelado

Las ínfimas pagas que cobran los beneficiarios de pensiones no contributivas se ven hoy aún más hundidas debido a los cuatro años (2014-2017, ambos incluidos) en que estuvieron congeladas durante la gran crisis. En esos cuatro años, el Gobierno de Mariano Rajoy les aplicó la revalorización mínima legal del 0,25% que estableció la reforma de 2013. Esa situación se corrigió parcialmente en los años 2018 y 2019, cuando los aumentos superaron la inflación, y en 2020 la revalorización fue otra vez de tan solo el 0,9%, de acuerdo a la inflación esperada. 

Apenas cumplido un año de pandemia, las pagas no contributivas aumentaron el 1,8% en 2021, mientras que en 2022 han subido el 3% (en total, el 4,6% si se cuenta el 1,6% de desvío por la inflación).

SUBIDA Y CUANTÍA BÁSICA ANUAL DE LA PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA 

Todos los requisitos para cobrar esta pensión

-Acreditar que se carece de ingresos suficientes. Existe carencia cuando las rentas o ingresos personales de que se disponga, en cómputo anual para 2022, sean inferiores a 5.899,60 euros anuales. No obstante, si las rentas o ingresos personales son inferiores a 5.899,60 euros anuales y se convive con familiares, únicamente se cumple el requisito cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su unidad económica de convivencia, sean inferiores a las cuantías que se recogen más adelante. Existirá unidad económica de convivencia en todos los casos de convivencia del beneficiario con otras personas unidas con aquel por matrimonio o por lazos de parentesco de consanguinidad o adopción hasta el segundo grado. El parentesco por consanguinidad hasta el 2º grado alcanza a: padres, abuelos, hijos, nietos y hermanos del solicitante.

-Edad y residencia. Existen unos requisitos específicos: se trata de la edad (tener 65 años o más) y de la residencia, ya que es imprescindible residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de diez años, en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los 16 años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.

-Incompatibilidades. La pensión no contributiva de jubilación es incompatible con la no contributiva de invalidez, con las pensiones asistenciales, reguladas en la Ley 45/1960, de 21 de julio, por la que se crean determinados Fondos Nacionales para la aplicación social del Impuesto y del Ahorro, y suprimidas por la Ley 28/1992, de 24 de noviembre, de Medidas Presupuestarias Urgentes y con los subsidios de garantía de ingresos mínimos y por ayuda de tercera persona contemplados por el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, así como con la condición de causante de la asignación familiar por hijo a cargo mayor de 18 años y con discapacidad igual o superior al 65%.