La espiral inflacionista que sufre España desde hace meses agujerea el bolsillo de todos los consumidores, trabajadores y jubilados, además de acarrear un fuerte incremento del gasto en pensiones, que dentro de nueve meses (enero de 2023) tendrán que ser revalorizadas de acuerdo al IPC medio del año (de diciembre de 2021 a noviembre de 2022), tal y como marca la Ley de reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Tanto el presidente, como las vicepresidentas primera y segunda, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, han remachado que las nóminas de los pensionistas subirán de acuerdo a lo que dicta la ley, aunque el IPC resultante fuera de dos dígitos.
Cuando faltan ocho meses para conocer exactamente cuál será la inflación promedio a noviembre, los expertos del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, de la Universidad de Valencia, estiman que el valor de este IPC medio será del 7,2%, según sus cálculos, efectuados "a partir de los datos ya conocidos de diciembre de 2021 hasta febrero de 2022, del dato adelantado de marzo de 2022 y de una hipótesis para los datos de abril a noviembre". Y siempre y cuando se estabilice el índice de precios durante el periodo de abril a noviembre de 2022 al mismo nivel de marzo.
Fuente: Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social
Tomando este dato del 7,2%, se prevé que el coste de la revalorización de las pensiones gestionadas por la Seguridad Social se sitúe en 10.832 millones de euros. Los expertos, entre los que figura Enrique Devesa (@DevesaCarpio), profesor titular de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE (@Ivie_news), e Inmaculada Domínguez, doctora en Economía por la Universidad de Extremadura, matizan que esta estimación se refiere a la nómina de pensiones gestionadas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, con complemento a mínimos, complemento para la reducción de la brecha de género y otros complementos.
Fuente: Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social
Ahora bien, si a este coste se le añaden "las pensiones de Clases Pasivas y las no contributivas, entonces el montante de la revalorización asciende hasta 12.334 millones de euros", señalan en el informe (ver tabla inferior).
Fuente: Fuente: Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social
Y todavía se quedarían fuera de este cálculo otro tipo de prestaciones gestionadas por la Seguridad Social, como el Ingreso Mínimo Vital, la Incapacidad Temporal o las prestaciones familiares; así como las prestaciones del SEPE, como la prestación y el subsidio de desempleo.
El déficit de la Seguridad Social mejora
El grupo de investigación de la Universidad de Valencia también acaba de publicar su informe sobre el saldo de la Seguridad Social por operaciones no financieras, que arroja un déficit anual de 11.192 millones de euros, equivalentes al 0,93% del PIB tras el cuarto trimestre de 2021 (enero 2021-diciembre 2021). Esto significa una mejoría frente a los 11.925 millones de déficit anual del trimestre anterior (octubre 2020-septiembre 2021), equivalentes al 1,01% del PIB. Hace un año (diciembre 2020), el agujero en las cuentas era del 1,34% del PIB.
Esta bajada del déficit por operaciones no financieras del cuarto trimestre se debe al mayor aumento de ingresos (11.613 millones) que de gastos (10.879 millones), y a su vez, la importante subida de ingresos se debe tanto a mayores transferencias del Estado e internas de la Seguridad Social como a mayores cotizaciones sociales que en el cuarto trimestre de 2020. Así, en el cuarto trimestre de 2021, el Estado ha transferido 1.951 millones de euros más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que las cotizaciones sociales suman 4.757 millones más.
Fuente: Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social
También mejora el déficit anual contributivo (se excluyen los ingresos y gastos no contributivos y las transferencias internas), con una bajada a 26.705 millones de euros, equivalentes al 2,22% del PIB, frente al 2,38% del trimestre anterior y al 2,75% de hace un año. El dato anual de ingresos contributivos, que no tiene en cuenta las transferencias del Estado, ha registrado un aumento de 4.571 millones de euros, al desaparecer de la contabilización el último trimestre afectado por la pandemia.
Ahora bien, advierten los expertos, si la comparación se efectúa con el cuarto trimestre de 2019 (antes de la pandemia), se comprueba que en aquel momento el déficit contributivo era menor que el actual: 19.791 millones de euros, que suponía el 1,59% del PIB.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).