Las fiestas de Navidad estarán marcadas un año más por la estrechez económica para cerca de medio millón de pensionistas no contributivos, debido a que en 2024 siguen percibiendo pagas asistenciales de muy bajo importe, hasta el punto de que ingresan poco más de 1.000 euros de media, sumando la nómina del mes corriente más la paga extra, que cobraron a finales de noviembre.
Esto significa que, aun juntando las dos mensualidades, se quedan por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), establecido en los 1.134 euros mensuales en la actualidad.
Esta realidad de penuria afecta a 455.804 perceptores de pensiones no contributivas, según reflejan las últimas estadísticas oficiales. Las gestiona el Imserso, pueden ser de dos clases, jubilación e invalidez, se financian con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y su administración corresponde a las comunidades autónomas.
En los últimos años, su importe ha subido por encima del IPC (el Gobierno las revalorizó el 15% en 2023 y el6,9% en 2024), pese a lo cual, continúan siendo pensiones de cuantía ínfima, destinadas a las personas que no cumplen los requisitos para cobrar una pensión contributiva de la Seguridad Social, por no haber cotizado los 15 años mínimos que exige la ley.
Jubilados no contributivos: 1.007,3 € con 2 pagas
En noviembre de 2024, los 286.173 jubilados no contributivos cobraron en promedio 1.007,30 euros, sumando las dos pagas, mientras que los 169.631 pensionistas de invalidez ingresaron una nómina algo superior, de 1.118,69 euros contando con la extraordinaria (ver gráfico inferior).
Estos dos importes medios desembocan en una cuantía conjunta de 1.062,9 euros para el colectivo de los pensionistas de carácter asistencial a cargo del Imserso.
Si se exceptúan los meses de junio y noviembre (fechas en que cada año se les abonan sendas pagas extraordinarias), los más de 286.000 jubilados no contributivos contabilizados en España subsisten con una nómina medida de 519 euros (datos de octubre de 2024).
La penuria de estas pagas es una de las quejas de los movimientos y plataformas de pensionistas de todo el país, que reclaman desde hace años un incremento de las cuantías básicas no contributivas, "para que sus perceptores no caigan en un nivel de vida que raya en la pobreza", según un reciente comunicado de Unidad de Acción del Movimiento Pensionista.
Pensión de invalidez: 1.118,69 € sumando la extra
Las estadísticas del Imserso muestran asimismo que los casi 170.000 beneficiarios de pagas de invalidez no contributiva recibieron en noviembre 1.118,69 euros en promedio, contando las dos mensualidades (la corriente y la extraordinaria de Navidad). Una nómina doble, con la que tampoco consiguen llegar a un nivel de ingresos parejo al salario mínimo interprofesional.
La razón de que los titulares de invalidez cobren más que los jubilados, se debe a que 35.525 beneficiarios perciben el complemento del 50% por necesidad de otra persona y "porque el montante a percibir en nómina por atrasos es mayor al ser más compleja la gestión y el plazo de resolución", según explica el Imserso en su página web.
Estas pagas subirán más del IPC en 2025
Tal y como dicta la reforma de pensiones de 2023, las pensiones no contributivas subirán cada año más que el IPC (Índice de Precios de Consumo), es decir, su importe aumentará por encima de las pagas de la Seguridad Social.
De acuerdo con el calendario fijado, en 2027, deberán suponer el 75% del umbral de pobreza para un hogar unipersonal, que se define como el 60% de la mediana de ingresos anuales por unidad de consumo. Las proyecciones del Ministerio de Seguridad Social apuntan a que entre 2024 y 2027 se incrementarán el 22% (hasta suponer unos 8.300 euros en 2027).
Esto significa que deberían subir a un ritmo del 5,5% anual, con lo cual, llegaría a unos 543 euros mensuales en 2025, o unos 7.600 euros en cómputo anual. También podrían revalorizarse en mayor medida, si el Congreso de los Diputados, que debe autorizar unos eventuales Presupuestos, reclama una mejor revalorización.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).