Medio millón de jubilados anticipados sufre recortes eternos de pensión tras cotizar más de 40 años
ASJUBI40: "Los jubilados anticipados con 40 años cotizados hemos sido penalizados injustamente"
Las trampas de la nueva jubilación anticipada: los castigados por los nuevos coeficientes
A sus 59 años, Pepe Company acumula 45 años cotizados a la Seguridad Social (incluido el Servicio Militar Obligatorio) y trabaja desde hace 25 años en una pequeña empresa. Empezó en una fábrica en 1976, con tan sólo 14 años. “Quiero remarcar las consecuencias de trabajar ocho horas diarias de lunes a sábado para un niño de 14 años. Acababa de morir Franco, la situación política y económica andaba muy revuelta y los sindicatos eran ilegales. Se trabajaba con herramientas menos eficaces que hoy, y el esfuerzo requerido era mayor que en la actualidad. Hoy llamaríamos a esto explotación infantil”, resalta en su entrevista con 65Ymás.
Pese a todo, y como era buen estudiante, logró completar una carrera universitaria (“en escuelas nocturnas, pasando mucho sueño desde muy joven y dejándose la salud por el camino”) y desarrollar una profesión menos dura. Después de trabajar durante toda su vida, la ley le impide acceder a la jubilación anticipada, a la que solo podría optar cuando cumpla los 61 años (si tuviera la desdicha de sufrir un ERE o caer en paro de larga duración), y en ese caso, podría sufrir un recorte de pensión de hasta el 30% de por vida.
A la hora de la jubilación, "existe una discriminación clara según dónde prestas tus servicios: funcionario, gran empresa privada, pequeña empresa o incluso autónomo", lamenta Company, para quien "por justicia, no puede ocurrir que quien ha cotizado más años y más cantidad se vea más castigado que quien ha contribuido menos".
“Es injusto que un trabajador mayor se vea forzado a jubilarse con recortes de pensión de hasta el 30%"
P.- Lleva usted trabajando toda su vida, desde los 14, pero le faltan varios años para optar a la jubilación anticipada, pese a que ya acumula 45 años cotizados. ¿Le parece justo?
R.- Me gustaría poder acogerme a la jubilación anticipada, pero todavía me quedan varios años de trabajo para poder planteármelo. La inseguridad en la que vivimos los de nuestra generación es frustrante: la crisis económico-sanitaria actual (o la siguiente, porque me da la sensación de vivir en una crisis permanente) puede llevar a la quiebra a cualquiera de las empresas en las que trabajamos, y esto nos sacaría inmediatamente del mercado laboral a los más mayores. Y si nadie nos contrata, ¿que nos queda? Es posible entonces que se nos obligue a malvivir con el desempleo o subsidio, antes de forzarnos a jubilarnos con reducciones de pensión importantes, del orden del 30% de por vida. Últimamente me da la impresión de que cuanto más te esfuerzas menos se te gratifica.
“La reforma de pensiones empeora la jubilación anticipada, pues la penalización se aplicará sobre la pensión"
P.- Con la reforma de las pensiones se endurecerá la jubilación anticipada y cambiarán las reglas de juego, también para quienes, como usted, tienen una larga carrera laboral. ¿Se siente desprotegido?
R.- Creo que la reforma en curso de las pensiones no será favorable para nadie. Lo que más me preocupa es cómo se nos vende esta reforma, también por parte de los agentes sociales. Se nos explican las bondades de un acuerdo que mejora los coeficientes anteriores en la mayor parte de los tramos analizados, pero no se dice que los anteriores porcentajes se calculaban sobre la base de cotización, mientras que ahora se tomará como base la pensión resultante. En el caso de que tu base de cotización sea mayor que la pensión máxima, la diferencia es más que notable. Pongamos un ejemplo: sea un trabajador que se ve forzado a retirarse con 61 años y con una base de cotización de 3.500 euros (por la que ha estado pagando religiosamente durante muchos años). Anteriormente, se le reducía ese 30% sobre esa base, por lo que su pensión podía resultar en unos 2.450 euros ya que no supera la paga máxima (si la superase se le recortaría en consecuencia). Sin embargo, con la reforma, lo primero que se hace es recortar la base de cotización hasta la pensión máxima, que actualmente se cifra en 2.707 euros, y es ahora cuando se le aplica ese 30% de reducción, por lo que la resultante puede ser de unos 1.900 euros, para todo el resto de su vida. En este caso simple la diferencia alcanza el 22%, y podría ser peor.
P.- La justificación para los nuevos recortes es que el gasto en pensiones se va a disparar con la jubilación del baby boom...
R.- Es una injusticia para muchos trabajadores de nuestra generación que, con los años, por experiencia y formación, hemos conseguido poco a poco puestos de trabajo mejor remunerados, y que ahora vemos cambiar las reglas del juego en el último minuto del partido, sin capacidad de reacción, y en medio de una crisis económica profunda. No se nos puede hacer esto: cuando empezamos a trabajar firmamos un contrato con la sociedad, con nuestro esfuerzo la hemos reforzado, hecho crecer y modernizado, pero cuando necesitamos ayuda, cuando nuestro cuerpo ya no responde de la misma manera, cuando vienen mal dadas, se nos excluye de la misma y se nos trata como una carga, boicoteando si es necesario el sistema y sus valores.
"Para jubilarte, hay una discriminación clara según seas funcionario, autónomo, trabajes en una gran empresa o una pyme"
P.- ¿Cree que la ley es igual para todos a la hora de la jubilación?
R.- No es igual. Están las excepciones de los funcionarios de clases pasivas, y también podríamos hablar de los múltiples ERES de grandes corporaciones (recientemente varios bancos), en los que prejubilan a trabajadores con 54 años y el 100% de su pensión. La reflexión obligada es la falta de equidad, porque aquí hay una discriminación clara según dónde prestas tus servicios: funcionario, gran empresa privada, pequeña empresa o incluso autónomo. Por justicia no puede ocurrir que quien ha cotizado más años y más cantidad se vea más castigado que quien ha contribuido menos. Y ese mismo concepto de injusticia también debiera aplicarse a las diferencias entre quien ha cotizado 35 años y se retira a los 65 años con un 100% de su pensión, y otro trabajador que ha cotizado 49 años, pero se jubila a los 63 años.
P.- El ministro Escrivá ha anunciado un plus para compensar a los prejubilados con más de 44,5 años cotizados… ¿Le parece justo que suba a 44,5 años el listón para hablar de largas carreras de cotización?
R.- No se conocen los detalles, y además el número de afectados será muy pequeño. Además, molesta el hecho de que ese punto no haya sido tratado en la mesa de negociación con los agentes sociales, no haya sido acordado con nadie y se haya incluido a última hora. Tiene todo el sello Escrivá: precipitación, decisión unilateral y estilo gran dictador. “Yo elijo qué es una larga carrera de cotización y actúo de forma caritativa para acallar la presión de la calle que se me viene encima”. Nosotros no queremos ni pedimos caridad, sino justicia.
P.- ¿Confía en que el Gobierno resuelva la reclamación de los prejubilados con largas carreras laborales, que defiende Asjubi40?
R.- Siendo sincero, no soy muy optimista visto lo visto, incluso el chapucero informe del ministro José Luis Escrivá, que también sacó de la chistera precipitadamente a últimos de julio, con cuatro meses de retraso y hecho ad-hoc para justificar el incremento en los coeficientes reductores para largas carreras de cotización. Solo me queda alguna esperanza en que la movilización social sea lo suficientemente dura como para que remueva alguna conciencia y obligue a rectificar al ministro y su equipo.
"No confío en poder terminar mi carrera laboral en activo"
P.- ¿Cómo ve su jubilación, si con la reforma de pensiones no les levantan las penalizaciones a quienes han cotizado más de 40 años?
R.- Para mí, el principal problema es la falta de certidumbre al respecto. No confío en poder terminar mi carrera en activo. No confío en que este sea el último ajuste que me toque vivir en lo que me queda en el mercado laboral. No confío en que este ajuste sirva para asegurar la sostenibilidad de las pensiones futuras. Y lo peor de todo es que no depende de nosotros: estamos a merced de esta sociedad que ahora nos da la espalda.
"El Pacto de Toledo, los partidos y el Gobierno han jugado con nuestras expectativas"
P.- ¿Se siente decepcionado con el Gobierno, los sindicatos y el Pacto de Toledo, que parecía que apoyaban sus reivindicaciones y aún no hay noticias positivas para ustedes?
R.- Ciertamente, la decepción es grande, porque han jugado con nuestras expectativas. Al principio parecía que los miembros del Pacto de Toledo sí tenían una cierta sensibilidad ante nuestras reivindicaciones. El ministro José Luis Escrivá manifestó que la situación era intrínsecamente injusta. Varios partidos políticos, todos los Parlamentos autonómicos y muchos ayuntamientos han refrendado nuestras peticiones. Sin embargo, nos encontramos vendidos, porque el único argumento para no hacer justicia es que cuesta dinero. ¿Qué nos parecería si un juez absolviese a un delincuente probado y confeso con el alegato de que nos va a salir más caro mantenerlo en la cárcel? ¿Qué Estado de derecho es éste?