El primer pilar de la previsión social lo constituye el sistema público de pensiones. Lejos de querer lanzar un mensaje alarma, las pensiones públicas de la Seguridad Social están garantizadas. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que cuando alcancemos la edad de jubilación, la pensión que recibamos será, con toda probabilidad, bastante inferior al salario que recibíamos cuando estábamos en activo.
La tasa de sustitución de ingresos a la jubilación es la relación entre la pensión media de jubilación de un país y el salario medio justo antes de la fecha de jubilación. Es decir, es el porcentaje de la pensión de jubilación respecto al importe del último salario recibido.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en España la tasa de sustitución, neta de impuestos, se encuentra en un 80% frente al 62% de media que tienen los países de la OCDE (74% en Francia, 53% en Alemania, 82% en Italia, etc.), teniendo en cuenta que la pensión de jubilación máxima en España en 2022 asciende a 39.468,52 € anuales.
Lejos de corregirse esta situación en el futuro, es probable que se incremente. Todas las reformas que se vienen acometiendo desde el año 2011 buscan garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones y conllevan, en la mayoría de los casos, una disminución de las expectativas de pensión. El progresivo aumento de la esperanza de vida que incrementa el importe de las pensiones que paga nuestro sistema público, unido a la dificultad de elevar las cotizaciones sociales, previsiblemente hará necesaria la introducción de nuevos ajustes para conseguir el equilibrio del sistema. El aumento de la longevidad, unido a la caída en la tasa de natalidad, suponen un enorme desafío para todos los países desarrollados.
Necesidad de ahorrar
Por eso, y para garantizar el mismo nivel de vida y la estabilidad de los ingresos cuando llega el ansiado retiro, es necesario recurrir a sistemas de ahorro privados que complementen la pensión pública de la Seguridad Social. Tal y como explica la ‘Guía para tu jubilación 2022’ editada por Fundación Mapfre, “necesitas ahorrar porque el importe de la pensión de jubilación será menor que tu salario”.
"Sabemos que no vamos a poder mantener nuestro nivel de vida con las pensiones públicas, por lo que es necesario tomar medidas cuanto antes”, decía recientemente en una entrevista a 65YMÁSRaúl León, subdirector general de Desarrollo de Negocio de Vida en Mapfre. La necesidad de ahorro debe inculcarse en la sociedad, porque, en contra de lo que pueda pensarse, "no es un lujo, sino una necesidad".
Previsión social privada
La parte privada del sistema de previsión social, es la encargada de complementar los ingresos de las pensiones públicas a través de sistemas de aseguramiento y ahorro voluntarios que se alimentan de aportaciones económicas, tal y como recoge la guía de la Fundación Mapfre. Son de dos tipos:
Empresariales: Se trata del segundo pilar del sistema de previsión social y se basa en las contribuciones empresariales en favor del empleado y otros sistemas de previsión social empresarial. Son, en definitiva, las aportaciones que en ocasiones realizan las empresas para sus empleados (planes de empleo, planes de previsión social empresarial, etc.).
Individuales: Se trata del tercer pilar del sistema de previsión social. Está conformado por los productos de ahorro e inversión que tienen como objetivo complementar la pensión pública de jubilación y se trata de un ahorro de carácter individual y voluntario. Son las aportaciones que los propios ciudadanos podemos realizar a través de los planes de pensiones y seguros de ahorro orientados a la jubilación (Planes de Previsión Asegurados, Planes Individuales de Ahorro Sistemático, etc.). Es la propia persona, el partícipe o tomador de estos productos, quien decide las aportaciones que realiza en cada momento.
En la elección del producto óptimo influyen diversas variables, como el perfil del contratante (conservador, moderado o agresivo), la fiscalidad, necesidades de liquidez o la situación de los mercados. Para ayudar a valorar todos estos parámetros, es crucial el papel del asesor financiero para poner cifras a las necesidades futuras y encontrar la mejor opción del mercado según el perfil del cliente.
Ventajas fiscales
El Estado favorece el ahorro privado aplicando ventajas fiscales a determinados productos. Todas las aportaciones realizadas en ellos podrán reducirse en la base imponible del IRPF, dentro de unos límites máximos que, pese a haberse reducido en los últimos años, siguen siendo interesantes. Los productos con esta desgravación fiscal son:
Planes de pensiones
Planes de previsión asegurados (PPA)
Seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP)
Planes individuales de ahorro sistemático (PIAS)
Existen simuladores y calculadoras de pensiones que orientan sobre la cantidad a ahorrar en estos productos.
Estrategias para ahorrar
El mismo Banco de España recuerda la importancia de ahorrar de cara al futuro y ofrece tres consejos o estrategias para acertar en la toma de decisiones de ahorro a largo plazo:
El Banco de España recomienda establecer un porcentaje fijo de los ingresos mensuales para destinarlos al ahorro para la jubilación. Por ejemplo, si se fija una transferencia automática para apartar de la nómina una pequeña cantidad todos los meses, se podrá ir constituyendo poco a poco un fondo para la jubilación, casi sin darnos cuenta.
Al mismo tiempo, la institución sugiere utilizar este simulador para calcular la renta de la que se podrá disfrutar en la etapa de jubilación si se comienza a ahorrar hoy mismo.
Por último, el Banco de España sugiere que nos proyectemos en el futuro y cada uno se visualiza a sí mismo con unos cuantos años más (¡actualmente es fácil encontrar aplicaciones para ello!). Seguramente ver nuestra propia imagen envejecida,ayudará a superar el sesgo por el presente.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.