La nueva reforma de las pensiones traerá consigo la revalorización de las pagas de acuerdo al Índice de Precios de Consumo (IPC) medio del año anterior (en vez de actualizarlas según el IPC previsto para ese año, como se viene haciendo hasta ahora), lo que en la práctica significa que va a desaparecer la paguilla de los pensionistas, algo que ya ha ocurrido este 2021, en este caso por la negativa evolución de la inflación.
Es decir, si se cumple el calendario oficial previsto y la reforma entra en vigor en 2022, a partir de entonces la revalorización de las pensiones se efectuará conforme al dato de inflación media del año precedente, y por lo tanto, no se producirá desviación alguna entre la evolución de los precios de consumo y el aumento de importe de las pensiones. Más en detalle: el 1 de enero de cada año las pensiones se revalorizarán tanto como haya subido el IPC el año anterior.
Ya en abril de este mismo año, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguraba en una entrevista concedida a Colpisa que la paguilla"dejará de existir", como consecuencia de la nueva fórmula de revalorización, consensuada por el Pacto de Toledo y aprobada en el mes de julio por Gobierno, sindicatos y patronal en la Mesa de Diálogo Social. Por lo tanto, desde el momento en que entre en vigor la primera pata de la reforma de las pensiones, la actualización anual de las pagas no se hará nunca más dependiendo del IPC previsto para ese año. Eso sí, los años en los que exista inflación media anual negativa (como ha sucedido en 2021), los pensionistas no sufrirán recorte alguno de sus pagas.
¿Habrá 'paguilla' en febrero de 2022?
La legislación actual y la costumbre inveterada de la Seguridad Social apuntan a que en febrero de 2022 los pensionistas cobrarán una paguilla, seguramente la última, ya que será preciso compensar el impacto de la inflación de 2021 sobre las pagas. Recordemos que la subida de las pensiones aplicada este año ha sido del 0,9%, mientras que la inflación del pasado mes de julio se sitúa ya en el 2,9% anual, dos décimas más que en mayo y abril. Eso significa que la inflación media en lo que llevamos de año (enero-julio) alcanza ya el 1,75%, y algunos institutos de análisis como Funcas, prevén que roce el 2,5% en el conjunto del ejercicio.
Fuente: INE
Por tanto, para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, la Seguridad Social deberá abonarles, presumiblemente en febrero de 2022, la diferencia entre el IPC final que se alcance en 2021 y el exiguo 0,9% de aumento que han mantenido durante todo este ejercicio. Casi con total seguridad, esa paguilla se situará en una horquilla del 1%-1,5%, según el dato final de incremento de los precios de consumo.
Fuente: INE
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).