El sistema público de pensiones en España está basado en un sistema de reparto, en el que las contribuciones se destinan al pago de las pensiones en curso. Es el esquema más habitual entre los países de nuestro entorno. Así, es la población trabajadora actual la que financia las pensiones de quienes ya están jubilados.
Es un esquema de carácter obligatorio, contributivo, y de gestión pública, a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social. En definitiva, un sistema de reparto y de solidaridad intergeneracional, al ser los trabajadores en activo quienes pagan las pensiones a través de sus cotizaciones.
“La situación financiera del sistema público de pensiones vendrá dada por el resultado de enfrentar los gastos con los ingresos de cada ejercicio. Si los ingresos superan los gastos, tendremos un superávit y, en caso contrario, estaremos ante un déficit” explica la ‘Guía para tu jubilación 2022’ editada por Fundación Mapfre.
La hucha de las pensiones
La hucha de las pensiones es como se conoce popularmente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. “Para prever situaciones de déficit, en el año 2000 se creó una especie de “hucha”, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, en la que se empezaron a acumular los superávits anuales que registraba el sistema de pensiones de la Seguridad Social al encontrarse en aquellos años aún en activo una proporción significativamente mayoritaria de la población, lo que además coincidió con una favorable situación económica general”, detalla la guía de la Fundación Mapfre.
La hucha de las pensiones nació de un gran acuerdo político, el Pacto de Toledo. El artículo 2 de la Ley 24/1997, de 15 de julio recoge: “Con cargo a los excedentes de cotizaciones sociales que puedan resultar de la liquidación de los Presupuestos de la Seguridad Social, de cada ejercicio económico, se dotará el correspondiente Fondo de Reserva, con la finalidad de atender a las necesidades futuras del sistema”.
De 66.000 a 2.138 millones
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social alcanzó su importe máximo en 2011, cuando sumó un total de 66.815 millones de euros. “Desde el año 2012, la crisis ha hecho necesario empezar a disponer del fondo antes de lo que se había previsto según las proyecciones demográficas. Esto, unido a la rentabilidad negativa de la deuda pública a corto plazo, ha contribuido a que su remanente se haya reducido de manera considerable en los últimos años”, detalla la ‘Guía para tu jubilación ’ de Fundación Mapfre.
En concreto, a partir de 2012, el primer año de disposición, se retiraron 7.003 millones de euros; en 2013, se dispuso de 11.648 millones de euros; en 2014, 15.300 millones de euros; en 2015, 13.250 millones de euros; en 2016 se dispuso de 20.136 millones de euros; en 2017, de 7.100 millones de euros, y en 2018 se retiraron 3.000 millones de euros. En 2020 la hucha de las pensiones cerró con apenas 2.138 millones de euros, cantidad que se mantuvo a cierre de 2021.
“Esta situación, junto a las desfavorables proyecciones demográficas, pone en cuestión el futuro de este fondo como un mecanismo estabilizador del sistema de pensiones de la Seguridad Social”, asegura la 'Guía para tu jubilación'. De hecho, “debido a la evolución del gasto en pensiones y del Fondo de Reserva de la Seguridad Social se ha aprobado que los Presupuestos Generales de Estado contemplen anualmente una transferencia del Estado al presupuesto de la Seguridad Social para su financiación”, añade.
La importancia de ahorrar
Las reformas que se vienen acometiendo desde el año 2011 buscan garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones y conllevan, en la mayoría de los casos, una disminución de las expectativas de pensión. “Aunque mantengan relación, son independientes del desarrollo y evolución del Fondo de Reserva o, lo que es lo mismo, de la hucha de las pensiones”, detalla la Guía de Fundación Mapfre.
El aumento de la longevidad, unido a la caída en la tasa de natalidad, suponen en un enorme desafío para todos los países desarrollados. Para garantizar el mismo nivel de vida y la estabilidad de los ingresos una vez que llegue la jubilación, es necesario recurrir a sistemas de ahorro privados que complementen la pensión pública de la Seguridad Social. Ahorrar no es un lujo, sino una necesidad de cara al futuro, y cuanto antes comencemos a hacerlo, menor será el esfuerzo. La clave no es ahorrar mucho, sino empezar pronto a hacerlo. Empezar a ahorrar antes supondrá un menor esfuerzo y mayor rentabilidad.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.