La 'reforma Escrivá' beneficia a las mujeres y a las pensiones mínimas, incluso las no contributivas

BOE 17/03/2023: Reforma de las pensiones

Escrivá pacta que los pensionistas elijan entre contar 25 o 29 años, quitando los dos peores

Reforma de pensiones: cambio en el periodo de cálculo, cuota de solidaridad y mejora de las mínimas

Escrivá adelanta las claves de la reforma de pensiones, que negocia a tres bandas

El Gobierno permitirá jubilarse eligiendo el sistema de cómputo de la pensión que resulte más beneficioso para el pensionista, a escoger entre los últimos 25 años cotizados (el modelo actual) o los últimos 29 años, pero eliminando los dos peores. Un régimen dual que estará vigente durante los próximos 20 años, y que se aplicará progresivamente durante 12 años a partir de 2026.

Esto implica que el cálculo se mantendrá en 25 años, siempre y cuando no resulte más positivo el tener en cuenta 27 años. La Seguridad Social aplicaría, de oficio, el mejor de los cómputos, según el proyecto de reforma de las pensiones que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha detallado este viernes a los agentes sociales, tras haberse asegurado el plácet de la Comisión Europea y el apoyo de su socio de gobierno, Unidas Podemos.

Con esta opción de computar en un rango de 29 años se mejora la pensión de los trabajadores con carreras profesionales más volátiles, que presenten amplios periodos en paro o lagunas de cotización, o personas que en sus últimos años ven reducido drásticamente su sueldo y, por tanto, su base de cotización. 

Además, con esta medida de reforma del sistema de cómputo, Escrivá contenta a los sindicatos y a sus socios de gobierno, puesto que la modificación no supondrá recorte de pensión, pero a cambio se ha tenido que comprometer con Europa a incrementar los ingresos, a base de subir las cotizaciones, a los sueldos más elevados, y a través de duplicar la cobrecotización que ya supone el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).

En su propuesta, el Ejecutivo mejora las pensiones de las mujeres, mediante la actuación sobre las lagunas de cotización, pues compensará los vacíos de cotización con el 100% de la base mínima los primeros 48 meses (4 años), y con el 50% de la base mínima a partir del mes 49, añadiendo para las asalariadas el 100% de la base mínima entre el mes de vacío 49 y el 60 (hasta el quinto año) y el 80% de la base mínima entre el mes 61 y el 84 (del quinto al séptimo año). Asimismo, el complemento de brecha de género subirá un 10% extra sobre su revalorización anual, en el bienio 2024-2025.

Aumento de las pensiones mínimas

Tal como había avanzado el viernes la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el acuerdo logrado en el seno del Gobierno de coalición ha sido posible porque los cambios no suponen un recorte de la pensión futura, ya que se trata de una reforma que, "por primera vez", se centra en incrementar los ingresos del sistema de la Seguridad Social en lugar de recortar sus gastos. A cambio, por ejemplo, se van a “incrementar los ingresos que aportarán las empresas por los salarios más altos". 

Díaz ha ensalzado asimismo que con las nuevas medidas "se protegerán más las pensiones más bajas, que afectan especialmente a las mujeres”, y para ello el Gobierno va a proceder a mejorar el tratamiento de las lagunas de cotización, que perjudican a aquellos trabajadores víctimas de la inestabilidad laboral, quienes sufren periodos de desempleo debido a despidos, EREs, etc, y también las mujeres, por causa de la maternidad y/o su mayor responsabilidad en los cuidados familiares, que las hacen recurrir en mayor porcentaje a las jornadas parciales, permisos sin retribuir, excedencias, etc.

Se introducen asimismo mejorías en las pensiones mínimas, hasta que lleguen a suponer, "como mínimo", el 60% de la cuantía de la pensión media. Fuentes del Ministerio de Seguridad Social detallan que "se establecen medidas para que la cuantía de la pensión mínima contributiva se aproxime al 60% de la renta mediana, tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, que alcanzaría entre 2024 y 2027 el 60% de la renta mediana correspondiente a un hogar de dos adultos. Se establece un proceso similar para la evolución de las pensiones no contributivas, que crecerían hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal".

Elegir 25 o 27 años subirá el gasto, dicen expertos

Para Enrique Devesa (@DevesaCarpio), profesor titular de Economía Financiera y Actuarial de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, la posibilidad de dar a elegir entre 25 o 29 años cotizados (descartando los dos peores) "va a aumentar el gasto del sistema y, por lo tanto, será negativa para su sostenibilidad, si bien la cuantía total va a ser poco importante. Tampoco mejora la equidad contributiva, al permitir descartar dos años de contribuciones a la Seguridad Social. Ningún futuro jubilado sale perjudicado, porque en el peor de los casos se quedará igual que con la normativa actual".

Por su parte, José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía patrono de la Fundación AGE y socio fundador de LoRIS Retirement, insiste en que el acuerdo de reforma de las pensiones conocido este viernes "es un déjà, porque las medidas anunciadas ya estaban comprometidas en el componente 30 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es decir, el Gobierno no hace sino cumplir lo que había prometido". Herce resalta lo "inaudito del protocolo que tiene España, que ningún país tiene, y que consiste en que, primero aprueban las medidas el gobierno de coalición, en segundo lugar, los interlocutores sociales (a resaltar aquí el gran poder de decisión de los sindicatos, que no se produce en otros países), en tercer lugar, la reforma la debe aprobar el pacto de Toledo, y en cuarto lugar, el Congreso de los Diputados. Y en todos esos pasos, brillan por su ausencia los técnicos".

En materia de pensiones, Herce afirma que "son habas contadas", y se muestra muy crítico son la reforma en curso, porque "ninguna medida que se vaya a adoptar ahora va a allegar recursos netos suficientes para la sostenibilidad del sistema. Ninguna, ni a corto ni a medio ni a largo plazo". Respecto al cambio en el cómputo de la pensión, vaticina que "solo van a elegir los 25 años aquellos que evitan quedar perjudicados, de forma que, con esta modificación, el sistema va a ahorrar un solo euro neto, al contrario, el sistema va a perder".

Tal como advierte el catedrático y subdirector de FEDEA, José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), la novedad de que se pueda escoger entre el sistema actual (25 años cotizados) o el nuevo (29 descartando las 24 peores mensualidades), "probablemente tenga un impacto de aumento del gasto, aunque sea ligero, y por lo tanto, este tipo de medidas, si además viene acompañada de que se pueda elegir el sistema más beneficioso, desde luego, no es algo que ayude a la sostenibilidad de las pensiones".

"No se reduce el peso del gasto en pensiones"

Para Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la UIB y CEO de Futurfinances.com, advierte de que la modificación del periodo de cómputo "es un truco para contentar a la Comisión Europea, porque en realidad no es una ampliación como tal, ya que se podrán suprimir los dos peores años cotizados, y la Seguridad Social escogerá el cómputo más beneficioso para el pensionista". 

Para este experto, a falta de leer la letra pequeña del acuerdo, "aquí no hay ninguna reforma, ya que no se produce una ampliación real de años cotizados, y por tanto no se logra lo que pretendía Bruselas, que era reducir la carga de las pensiones, es decir, reducir las pensiones, con vista al fuerte gasto que supondrá la masiva jubilación del baby boom. Salvo sorpresas, con esta reforma no se reduce el peso del gasto en pensiones respecto a lo que tenemos hasta ahora".

Las caras B: cuota de solidaridad, MEI

El proyecto de reforma de las pensiones planteado por el Ministerio contempla varias medidas clave para aumentar los ingresos del sistema de la Seguridad Social.

Una de ellas, una cuota de solidaridad para la parte del salario que no cotiza por superar el tope máximo, que será del 1% en 2025 y que irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año, hasta llegar al 6% en 2045. Por ejemplo, a una persona que gane 500 euros por encima del tope máximo de cotización, sólo se aplicaría por esos 500 euros, y no por todo su salario, cotizando 5 euros adicionales en 2025.

Otra medida para reforzar los ingresos es la duplicación, de manera progresiva, de la sobrecotización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Fuentes del Ministerio confirman que se va a pasar desde los 0,6 puntos porcentuales actuales a 1,2 puntos porcentuales en 2029, a un ritmo de una décima de subida por año, con el objetivo de reforzar el sistema durante los años en los que puede haber una mayor tensión por la jubilación de la generación del baby boom.

La reforma incluye también una subida de las bases máximas de cotización, hasta un máximo cercano al 35%, pero sin que ello signifique un incremento de la pensión máxima en esa cuantía. Esta subida de las bases máximas se hará entre 2024 y 2050, sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Las pensiones máximas se revalorizarán año a año con la cuantía anual del IPC, más un incremento adicional de 0,0115 porcentuales acumulativos cada año hasta 2050. A partir de 2050 y hasta 2065, habrá incrementos adicionales, tal como especifican fuentes del Ministerio.

¿Es positivo que los sueldos altos coticen más?

El economista Miguel Ángel Bernal explica a 65YMÁS que el aumento de las cotizaciones a los sueldos más altos "busca claramente aumentar la financiación del sistema de la Seguridad Social. Lo que se quiere es aumentar las bandas de cotización, llevando el máximo hasta los 70.000 euros. Pero el problema es que esa mayor cotización no va acompañada de una subida de la pensión en igual proporción. La subida sería del 20%-30 % de la base de cotización, mientras que el incremento de la pensión sería más modesto, entre el 15%-20%, y se llevaría a cabo de modo gradual en el tiempo".

Para este experto, dejar que sea cada pensionista el que decida si su pensión se halla contando 25 o 29 años cotizados (quitando los dos peores, en el caso de escoger 29) tiene como objetivo "no perjudicar a las carreras laborales más volátiles y con mayor discontinuidad en sus cotizaciones. La medida busca la posibilidad de alargar el periodo para el cómputo de la pensión hasta los últimos 29 años, siempre y cuando no perjudique al trabajador, en cuyo caso se tendrían en cuenta los últimos 25 años". 

Escrivá se asegura el sí de los sindicatos

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ya había avanzado este viernes que el acuerdo es "posible, viable", tras argumentar que "es un gran paso y un cambio radical" sobre "la perspectiva de cuál es el problema de las pensiones". Eso sí, advierte de que van a ser exigentes con aspectos como la subida de las pensiones mínimas, los complementos para superar la brecha de género, y las lagunas de cotización de hombres y mujeres en los últimos años de su carrera laboral.

Sordo hace hincapié en la gran diferencia con la anterior reforma, del Partido Popular, que decidió que, para hacer frente a la jubilación del baby boom, había que recortar las pensiones medias, "con el razonamiento de que si se iban a jubilar cinco o seis millones de personas, que cobraran menos para mantener un gasto de pensiones, que como mucho, fuera del 10%-12% del PIB".

Igualmente positiva ha sido la reacción de Pepe Álvarez, secretario general de UGT, para quien la propuesta de reforma de las pensiones planteada por el Gobierno es "extraordinariamente positiva", y sobre la medida concreta de ampliar los años para el cálculo de la pensión, afirma que "mejor, imposible", por lo que no duda en instar a los partidos políticos de la Comisión del Pacto de Toledo a apoyar la reforma de las pensiones.

Ambos sindicatos han publicado un comunicado conjunto con su valoración positiva, que podrían rubricar este mismo lunes, en la próxima reunión de la mesa de diálogo social. CCOO y UGT celebran que el proyecto del Ministerio recoge la propuesta sindical de incremento progresivo de las bases máximas de cotización, garantizando ahora por Ley un incremento anual superior al de la inflación media registrada. Además, les parece positivio que se refuerce el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) con destino exclusivo a la dotación del Fondo de Reserva y el establecimiento de una cuota de solidaridad para los salarios más altos que aún queden por encima de la base máxima incrementada. "De este modo se garantiza que cotizarán la totalidad de los salarios, estableciendo por primera vez un sistema de cotización por ingresos reales en el sistema de Seguridad Social", apuntan.

Rechazo frontal de CEOE-Cepyme

El giro del Gobierno hacia el refuerzo de los ingresos, para no adoptar medidas de recorte de la pensión, implica una subida de las cotizaciones sociales, tanto para contentar a Bruselas, como para avanzar en la sostenibilidad del sistema de cara a los próximos 20 años, cuanto se produzca el máximo nivel de gasto en pensiones, en torno al año 2048-2050, debido al pleno impacto de la jubilación del baby boom.

Ante este importante recargo de cotizaciones, las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme han adelantado su "frontal oposición" a la reforma de pensiones propuesta por el Gobierno, al que acusan de tener una "voracidad recaudatoria". En un comunicado, los empresarios denuncian que el sostenimiento del sistema de pensiones "se hace recaer en los trabajadores y las empresas del país mediante una subida generalizada de cotizaciones" que, según advierten, "mermará los salarios de todos los trabajadores e incrementará los costes laborales, poniendo en peligro la creación de empleo".

Subrayan que la propuesta que se pretende aprobar "es regresiva en toda su extensión, porque implica más años de trabajo, más esfuerzo contributivo y menos pensión".

ATA condena la "voracidad recaudatoria de Escrivá"

El presidente de la federación de autónomos ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor (@lorenzoamor_ata), ha expresado su oposición a lo que denomina "la voracidad recaudatoria de Escrivá", a través de un mensaje lanzado en sus redes sociales, donde ha dejado clara su postura contraria a algunas de las medidas contenidas en la segunda pata de la reforma de las pensiones. "El Gobierno no tiene límites Todo apunta a que el incremento del coste de pensiones lo cubrirá con un fuerte incremento de las cotizaciones, poniendo en serio riesgo el empleo y la viabilidad de empresas y autónomos, a las que seguirá esquilmando". 

La reforma asegura a España recibir 10.000 millones

En las últimas semanas, el ministro Escrivá ha mantenido contactos "intensos" con la Comisión Europea sobre la reforma del sistema de pensiones, una de las condiciones a las que está sujeto el desembolso de los 10.000 millones del cuarto pago del fondo anticrisis que España aún no ha solicitado.

Tras el sí de Bruselas y de Unidas Podemos, ahora solo falta que la reforma de pensiones reciba el visto bueno de los agentes sociales, CCOO, UGT, CEOE-Cepyme, miembros de la mesa de diálogo social. Aunque este acuerdo no es imprescindible, el ministro cuenta con obtener el sí de los sindicatos, mientras que los empresarios es de prever que se opongan, debido al fuerte aumento de cotizaciones que supone.