Pensiones
Las rentas vitalicias aseguradas por mayores de 65 años crecen más del 44% en un año
A partir de los 65 no se tributa por la ganancia patrimonial si se reinvierte hasta 240.000 euros
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La transformación del patrimonio personal de los mayores de 65 años en un seguro de renta vitalicia, que garantice una fuente de ingresos hasta el fallecimiento, es un producto cada vez más vendido por las compañías aseguradoras. De hecho, al cierre del pasado mes de marzo, 28.728 personas de 65 o más años transformaron el dinero logrado con la venta de algún elemento patrimonial (segunda vivienda, fondos de inversión, acciones, etc.) en un seguro de renta vitalicia, según reflejan las últimas estadísticas publicadas por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa @UNESPA), que cada trimestre facilita el volumen de negocio de este subsector.
La Ley establece que desde el momento de la venta del activo patrimonial y la contratación de la renta vitalicia no pueden transcurrir más de seis meses, ya que esta transformación de bienes en rentas vitalicias tiene un importante beneficio fiscal: los mayores de 65 están exentos de tributar por las ganancias patrimoniales obtenidas con la venta, con un límite de reinversión de 240.000 euros. Tal y como especifica la patronal aseguradora Unespa, si la reinversión en renta vitalicia es menor al importe de la venta, la exención se aplicará de manera proporcional. Lo mismo ocurre si el importe de la venta supera el mencionado límite de los 240.000 euros.
Estas rentas vitalicias aseguradas por jubilados y pensionistas acumulan un volumen de ahorro de 2.553,46 millones de euros a fecha 31 de marzo de 2019 (ver tabla superior), lo que, según Unespa, supone un crecimiento del 44,26% sobre el capital invertido un año antes. Si la comparación se realiza con respecto a enero de 2019, el aumento del ahorro que gestionan las aseguradoras es muy inferior, del 11,83%, de acuerdo a las estadísticas que maneja la asociación.
"Las rentas vitalicias aseguradas ganan terreno como sistema de previsión complementario", confirma Unespa, y asegura que "estas personas se acogieron a las ventajas fiscales que se establecieron para este producto a raíz de la última reforma del IRPF".
De 8.638 personas (marzo 2017) a 28.728 (marzo 2019)
En los dos últimos años, las rentas vitalicias aseguradas han ido ganando terreno. De hecho, los mayores de 65 años que transformaron su patrimonio en renta vitalicia no deja de crecer, y se constata una gran diferencia entre los 8.638 mayores que lo hicieron al cierre de marzo de 2017 y los 28.728 contabilizados por Unespa a finales de marzo de 2019.
| Nª PERSONAS (65 AÑOS O MÁS) | CAPITAL (MILL. EUROS) | |
| MARZO 2017 | 8.638 | 917 |
| JUNIO 2017 | 9.208 | 1.140 |
| SEPT. 2017 | 13.574 | 1.279 |
| DIC. 2017 | 17.754 | 1.611 |
| MARZO 2018 | 19.658 | 1.771 |
| JUNIO 2018 | 22.144 | 1.977 |
| SEPT. 2018 | 23.845 | 2.127 |
| DIC. 2018 | 26.711 | 2.282 |
| MARZO 2019 | 28.728 | 2.553 |
"Cuando una persona está en la fase de la vida de acumulación del ahorro, tiene a su disposición muchos productos: planes de pensiones, fondos, PIAS, seguros… incluso el colchón de su casa, si prefiere guardar ahí su dinero. Pero cuando llega a la fase de desacumular lo ahorrado, que puede ser al jubilarse o años después de haberse retirado, las rentas vitalicias son una fórmula muy beneficiosa”, asegura José Antonio Herce (@_Herce), director asociado de Analistas Financieros Internacionales (@Afi_es) y una autoridad en materia de pensiones.
Pese al fuerte incremento de los titulares y del capital transformado en rentas vitalicias, José María Mollinedo, secretario general de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), considera que "este producto es aún muy minoritario. Es innegable que en el último año ha experimentado un crecimiento espectacular, pero puesto en relación con la masa total de pensionistas existentes en España, continúa siendo un producto muy residual". Con los datos disponibles, en principio, esas 28.728 personas contabilizadas a finales de marzo estarían aportando de media un capital de unos 89.000 euros, que es una cifra muy inferior a los 240.000 euros exentos. Eso, a Mollinedo le hace pensar que detrás de ese repunte tan acusado del volumen de ahorro captado en el último año “quizás se encuentre el deseo de ciertas personas mayores de adelantar la herencia haciendo líquida la plusvalía, para que así a los herederos no les genere una carga demasiado onerosa”.
Mollinedo confirma que desde el año 2015 no ha habido ningún cambio fiscal que pueda explicar ese repunte de las rentas vitalicias. "En el año 2015 se establece para las personas mayores de 65 años que pueden transmitir cualquier bien inmueble y transformarlo en renta vitalicia sin pagar la plusvalía, con el límite máximo de 240.000 euros", y eso no ha cambiado. Tal vez el despegue del último año se explique "por algún tipo de colaboración de las aseguradoras con las entidades bancarias, que pueden identificar a sus clientes mayores susceptibles de contratar las rentas vitalicias", afirma el secretario general de Gestha.
Ventajas fiscales
Existen una serie de requisitos para poder acogerse a las ventajas fiscales de estas rentas vitalicias:
-Tener más de 65 años.
-Que no hayan transcurrido más de seis meses entre la fecha de la operación de transmisión y la contratación de la renta vitalicia.
-La exención fiscal únicamente se aplica a aquellos importe de hasta 240.000 euros. Por ejemplo, para un importe de 400.000 euros, tan sólo gozarán de exención tributaria los primeros 240.000 euros.
-Si lo que la persona vende es un inmueble (y luego reinvierte el dinero) sí está obligado a pagar el impuesto de plusvalía municipal.
-La renta que se cobra (mes a mes o como se decida) sí está sujeta a impuestos, pero con deducciones muy elevados. Además, el titular de este producto solo paga impuestos por una parte de la renta cobrada. Y hay que resaltar que esa parte sujeta a tributación se va haciendo más pequeña cuantos más años tenga la persona en el momento de percibir el primer pago.
“La renta vitalicia tiene grandes ventajas fiscales, por ejemplo, tomemos el caso de una persona de 70 años; de las rentas anuales que percibe solo tendrá que declarar por el 8% de esa renta, y ese 8% tributará a un tipo del 19%”, explica Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros (@EscuelaFEF).
Productos que complementan la pensión pública
Las rentas vitalicias pueden suponer un complemento a las pensiones públicas por jubilación, de ahí que numerosos bancos y entidades aseguradoras las ofrezcan a sus clientes de avanzada edad, sobre todo si responden al perfil de un ahorrador medio, con vivienda en propiedad, algunos incluso con segunda residencia o dueños de un garaje o local, acciones, etc. Su despegue como instrumento de ahorro es relativamente reciente, y coincide con la facilidad fiscal introducida en el año 2015 para los mayores de 65 años.
Existen otros muchos seguros de ahorro-jubilación, dirigidos a personas de todas las edades, pero tal y como reflejan las cifras disponibles en Unespa (ver tabla superior), las rentas vitalicias y temporales constituyen el producto más relevante en términos de ahorro gestionado por las aseguradoras. Acumulan unas provisiones técnicas de 89.428 millones de euros, el 2,12% más que un año atrás. Asimismo, la asociación destaca "la pujanza de seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP). Estas pólizas, popularmente conocidas como Planes de Ahorro 5, movían 4.055 millones al acabar marzo y crecen un 22,6% con carácter interanual".
En total, a finales de marzo pasado, los seguros de ahorro-jubilación movían un negocio de 185.197,60 millones de euros, que en términos relativos indican un aumento del 3,76% respecto a marzo de 2018.
