La Seguridad Social arrastra 1.022 millones de déficit hasta mayo, pese a ingresos récord de cuotas

La Seguridad Social, ¿condenada al déficit? Cumple 13 años seguidos con las cuentas en descubierto

Escrivá se ahorra 38.284 millones de gastos impropios, pero el déficit no baja del 0,5% en dos años

Si se cumple lo planificado en los Presupuestos Generales del Estado, en 2023, la Seguridad Social se ahorrará 19.888 millones de euros en gastos impropios, que hasta la aprobación de la última reforma de las pensiones se venían pagando a cargo de las cotizaciones sociales y, por tanto, drenaban los recursos financieros del sistema de pensiones. Desde 2022, los gastos impropios los financia el Estado, mediante transferencias a la Seguridad Social, que ya en 2022 supusieron la considerable cifra de 18.396 millones de euros.

Así pues, en total, entre 2022 y 2023, el ministerio que dirige José Luis Escrivá se ahorra el pagar 38.284 millones en dos años (gastos que no le correspondían, pero que hasta 2021, incluido, costeó en cumplimiento de la ley del momento), que de no ser por el acuerdo del Pacto de Toledo y la posterior reforma, habrían seguido saliendo de las cotizaciones de trabajadores y empresas.

Con todo, y pese al nivel récord de los ingresos por cuotas, el déficit de la Seguridad Social sigue sin desaparecer, y entre enero y mayo suma 1.022 millones de euros, equivalentes al 0,07% del Producto Interior Bruto (PIB). Este dato representa una mejoría del 48% con respecto a los 1.970 millones que suponían los números rojos de las pensiones en mayo de 2022. 

Este saldo negativo del sistema de pensiones se registra tras haber logrado unos ingresos de 73.556 millones de euros (el 9,2% más), frente a unos gastos por valor de 74.578 millones (7,6% en tasa interanual), según los últimos datos publicados por el Ministerio de Seguridad Social.

Esta mejoría del déficit se debe a que el sistema logró hasta mayo un nuevo máximo histórico de ingresos por cotizaciones, con 62.977 millones de euros, un 9,7% más que en el mismo periodo de 2022, el mayor crecimiento interanual en 16 años en un periodo enero-mayo. Si se comparan los ingresos por cotizaciones de este año con los de 2019, último ejercicio no afectado por la pandemia, el aumento de la recaudación por cuotas alcanza el 23,5%, con 11.989 millones de euros más que entonces.

Sin embargo, esta fuerte entrada de dinero no ha bastado para acabar con el déficit, puesto que el gasto en pensiones se ha disparado también, drenando mayores recursos de los que llegan al sistema por distintas vías.

La subida de los ingresos por cotizaciones se vio impulsada por las cuotas de los ocupados, que se incrementaron hasta mayo un 9,6%, con 59.126 millones de euros, mientras que las efectuadas por los desempleados aumentaron un 11%, hasta los 3.851 millones de euros. En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanzó entre enero y mayo los 72.448 millones de euros, un 9,5% más, en contraste con unos gastos por valor de 74.250 millones, un 7,3% más que en el mismo periodo del año pasado.

En cuanto a las transferencias recibidas por la Seguridad Social, ascendieron a 10.030 millones de euros en los cinco primeros meses del año, con un repunte interanual del 7,1%. La partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos, que aumentó un 7,8%, hasta los 8.216 millones de euros.

64.262 millones para pagar las pensiones (+9%)

Por el lado de los gastos, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron los 70.098 millones de euros hasta mayo, un 9% más que en el mismo periodo de 2022. Esta cifra representa el 94% del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social.

La mayor partida, por importe de 64.262 millones, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un crecimiento anual del 8,7%. En concreto, el gasto en pensiones contributivas de invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares aumentó un 10,4%, hasta los 56.911 millones de euros, como consecuencia del mayor número de pensionistas (+1%), la subida de la pensión media en un 9,7% y la revalorización general de las pensiones contributivas en un 8,5% para este año.

En cuanto a las prestaciones en concepto de nacimiento y cuidado de menor, corresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores por cáncer u otra enfermedad, el gasto se elevó hasta los 1.625 millones de euros, un 7,5% más.

12% más de gasto en pagas no contributivas y mínimos

Otro capítulo de gasto que se ha disparado en los cinco primeros meses de 2023 es el dedicado a las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, que ascendieron hasta mayo a 5.836 millones, el 11,9% más que en el mismo periodo de 2022.

La razón de este fuerte incremento es la revalorización extraordinaria del 15% en las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez y del Ingreso Mínimo Vital (IMV), que se viene aplicando desde julio de 2022 y que el Gobierno de Pedro Sánchez ha prorrogado para todo 2023.