La Seguridad Social encadena 14 años en déficit, pese al aumento de cotizaciones y transferencias

La Seguridad Social dispara su deuda el 9,4% en un año, hasta cotas récord de 116.172 millones

2024 trae la segunda mayor subida de pensiones del siglo, por la inflación y la Ley de reforma

Ni el aumento de los ingresos por cotizaciones (186.666 millones, el 9,9% más que en 2022), ni las transferencias procedentes de la Administración Central (39.398 millones, el 4,6% más) alcanzan para pagar las pensiones y el resto de gastos (236.131 millones) de la Seguridad Social, que en 2023 ha vuelto a cerrar sus cuentas con déficit (8.211 millones en negativo), según confirman los datos de la ejecución presupuestaria de las Administraciones Públicas correspondientes al año pasado, publicados por el Ministerio de Hacienda, que dirige la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. 

De hecho, la Seguridad Social es la única Administración que subió su déficit en 2023 (sumó 0,12 puntos porcentuales de PIB a su desfase presupuestario), mientras que el Estado lo redujo en más de 10.000 millones, las comunidades autónomas lo rebajaron en 1.865 millones y los ayuntamientos y corporaciones locales clausuraron el ejercicio pasado con 282 millones menos déficit.

En detalle, los Fondos de la Seguridad Social cerraron 2023 con un desvío de 8.211 millones de euros, lo que supone 2.315 millones más de desequilibrio presupuestario que en 2022 (ese año acabó con 5.896 millones en rojo), con lo que el desvío registrado en el pasado ejercicio representa el 0,56% del Producto Interior Bruto (PIB). 

A pesar de este leve incremento del déficit del sistema de pensiones, el Ministerio de Hacienda asegura que el dato final se sitúa "en la línea de las previsiones del Gobierno".

Con estos datos, la Seguridad Social ha cumplido ya 13 años consecutivos en situación de déficit presupuestario, y entra en su 14º ejercicio con desfase en las cuentas, ya que el Gobierno prevé cerrar 2024 con un déficit del 0,2% del PIB, de acuerdo con el objetivo que establece el Programa de Estabilidad, remitido en 2023 a la Comisión Europea y que cuenta con el aval de las autoridades comunitarias.

Este recurrente déficit de la Seguridad Social se debe a que el aumento de los ingresos (total de 227.920 millones, 15,99% del PIB) no es suficiente para compensar el fuerte incremento del gasto (236.131 millones), fundamentalmente, pensiones, provocado por cuatro factores clave: el mayor importe de las nuevas pagas de los recién jubilados, gracias a las mejores carreras de cotización que generan pensiones más elevadas; la revalorización anual con el IPC, que se consolida año tras año en las nóminas; las subidas extra de las pagas mínimas y no contributivas, que en 2023 volvieron a creer por encima de del resto; y el incremento del número de pensionistas, que cogerá velocidad de crucero desde 2025, con el retiro de los boomer.  

Así evolucionó el déficit... y el previsto para 2024

En la primera década del siglo XXI, la Seguridad Social tuvo superávit continuo, de la mano de la expansión económica y el empleo. Incluso en 2008, cuando el mundo empezaba a sumirse en la gran crisis planetaria, el superávit fue del 1,3% del PIB; y en 2009, pese al desplome del 3,7% del PIB español, cerró con superávit del 0,8%, igual que sucedió en 2010, pese a la crisis. 

Sin embargo, en 2011, el primer Gobierno de Mariano Rajoy comunicó un déficit de la Seguridad Social de 487,3 millones de euros, que serían -5.812,79 millones en 2012 y -8.725,36 millones en 2013, tal como detallan los datos oficiales incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para 2023.

Llegado 2016, el desfase presupuestario fue de -18.536 millones (-1,7% del PIB), récord absoluto. El siguiente ejercicio, 2017, el descubierto en las cuentas de la Seguridad Social fue de -18.511 millones, casi la misma cantidad que el previo, aunque en porcentaje del PIB fue menor (-1,6%) (ver gráfico inferior).

El desequilibrio en las cuentas del sistema de pensiones iba en descenso cuando se produjo el cambio de Gobierno con Pedro Sánchez (junio de 2018). Ese año se cerró con un desfase de -16.834 millones (-1,4% del PIB), casi igual que en 2019 (-16.612 millones, el -1,3%). En 2020 y 2021, la Seguridad Social rebajó su déficit gracias a que el Estado, sufragó mediante transferencias, los recursos extra necesarios durante la pandemia del covid

En 2022, el desvío en las cuentas disminuyó hasta -6.170 millones (el -0,5% del PIB), debido a la Ley de reforma de pensiones de 2021, que liberó a la Seguridad Social de los gastos impropios, que ahora financia el Estado. De hecho, en 2022 el Ministerio se ahorró 18.396 millones, que es el importe de las transferencias recibidas para compensar esos gastos impropios. Y en 2023, recibió por este concepto 19.888 millones, a pesar de lo cual, el déficit aumentó al 0,56% del PIB.