Los sénior, en contra del retraso de la jubilación: sólo un 15% la alargaría más allá de los 65 años

El V Barómetro del Consumidor Sénior, del Centro de Investigación Ageingnomics (@FM_Ageingnomics) de Fundación MAPFRE (@fmapfre), en colaboración con Google (@Google), revela el desacuerdo entre la población sénior española respecto al retraso de la edad de jubilación, un tema de creciente debate en la actualidad. Así, destaca que solo el 15% de los sénior en activo desearía alargar su vida laboral más allá de los 65 años, y un porcentaje similar (15%) entre los ya jubilados hubiera preferido no retrasar su jubilación.

Esta contundente postura refleja una clara voluntad de disfrutar de la etapa vital posterior al trabajo, tras años de contribución a la sociedad. Los datos del Barómetro sugieren que los sénior valoran su tiempo y aspiran a emplearlo en actividades de ocio, viajes y cuidado de sus familias, más que en prolongar su vida laboral.

Otro aspecto clave del informe es que, si bien la mayoría de los sénior rechaza el retraso en la jubilación, un porcentaje significativo (38% de los activos y 25% de los jubilados) estaría de acuerdo con compatibilizar trabajo y pensión, lo que sugiere una búsqueda de flexibilidad y opciones para complementar sus ingresos sin tener que alargar su vida laboral de manera obligatoria.

El estudio, que analiza a la población de 55 años o más, pone de manifiesto que la mayoría de los sénior españoles se mantienen activos y comprometidos con la sociedad. Muchos de ellos no solo tienen ingresos propios, sino que también ayudan económicamente a sus familiares. Además, son un importante pilar de apoyo en sus familias, cuidando de nietos y familiares mayores.

Los datos del barómetro muestran que el 51% de los séniores ha ayudado económicamente a su entorno cercano en el último año. Además, un 42% de los que tienen nietos se encarga de sus cuidados al menos una vez a la semana. Este compromiso familiar se suma a su contribución económica, pues los sénior representan el 60% del gasto español y el 25% del PIB.

A pesar de este valioso aporte, muchos sénior sienten que la sociedad los "envejece" antes de tiempo y sufren discriminación por edad. De hecho, un 3,6 millones de personas mayores de 55 años se han sentido discriminadas por su edad, especialmente en el entorno laboral. Esta discriminación, que se produce mayoritariamente en las etapas activas de la vida laboral, choca frontalmente con la realidad de una generación que sigue en activo y con una alta capacidad de gasto y que, además, asume una parte importante de los gastos sociales.