El señuelo de Escrivá para subir el periodo de cómputo de pensión: quitar los peores años cotizados

Qué pasará con las pensiones en septiembre: del polémico periodo de cómputo al destope

Contar toda la vida laboral rebajaría la pensión, aunque beneficiaría al sistema

La próxima 'reforma Escrivá': destope y ¿eliminar los peores años del cálculo de la pensión?

"Cuando el río suena, agua lleva", dice el refrán popular. Y en la segunda parte de la reforma de las pensiones, que toca aprobar antes de finales de 2022, no deja de sonar la intención del Gobierno de ampliar el periodo de cómputo de las pensiones, situado en los últimos 25 años cotizados. De hecho, esta ampliación es un compromiso que España ha contraído con Bruselas, y así consta por escrito en el componente 30 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Ahora bien, ¿qué se considera aumento: pasar a contabilizar los últimos 30 años, los últimos 35, como ha trascendido en alguna ocasión; o seguir contando 25 años, pero sin que sean necesariamente los últimos?

El propio ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha lanzado este lunes mensajes en apariencia contradictorios, ya que por la mañana negó que se vaya a aumentar a 35 años el periodo de cálculo de las pensiones, y a mediodía admitió que "ampliar el periodo de cómputo puede tener sentido, pero al mismo tiempo permitir que se excluyan los peores años de cotización, que ahora mismo no se puede hacer en España". De hecho, fuentes directas de la Mesa de Diálogo de las Pensiones, que se ha activado este lunes 12 de septiembre, reconocen que "el Ministerio quiere ampliar el cómputo, pero aún no ha presentado ningún documento, dato ni cifra, ni de cuántos años, ni de qué periodo transitorio, ni si pretenden que afecte a todos los trabajadores o solo a quienes tienen peores bases de cotización en sus últimos años laborales".

Y varios expertos coinciden en que, de hecho, la medida adelantada por Escrivá de excluir los peores años cotizados, combinada con la mejora del tratamiento de las lagunas de cotización (la Ley vigente ya compensa con el 100% de la base mínima en las 48 primeras mensualidades del trabajador cuando no existan cotizaciones con el 100% de cotización mínima, y con el 50% desde el mes 49), es el señuelo del Gobierno para que los agentes sociales accedan a una eventual extensión del periodo de cómputo.

🔹Hay que mejorar las pensiones de las personas con carreras irregulares, que cada vez son más

🔹Se pueden ajustar 3 elementos (periodo de cómputo, exclusión de los peores años y cobertura de lagunas)

🟢Lo discutiremos con los agentes sociales para lograr un sistema más justo pic.twitter.com/CT1yiEmrbj

— José Luis Escrivá (@joseluisescriva) September 12, 2022

Otra muestra de que, "cuando el río suena, agua lleva", es que los sindicatos y partidos políticos como Unidas Podemos se han apresurado a recordar a Escrivá su "no" a extender el número de años que se cuenten para hallar el importe de la pensión. Por parte de UGT, el vicesecretario general de Política Sindical, Mariano Hoya, rechaza de plano una eventual ampliación, puesto que "implicaría recortes en la cuantía de las pensiones". Y CCOO critica que las propuestas de ampliación que se están trasladando desde el Gobierno, "que se dicen nuestras en términos presupuestarios", no se corresponden con las recomendaciones del Pacto de Toledo. 

En cuanto Unidas Podemos, también este mismo lunes, y un par de horas antes de la comenzase la reunión entre Gobierno y agentes sociales, han reiterado su "frontal oposición" a ampliar a 35 años el período para calcular las pensiones, ya que supondría un recorte del 6%. El grupo rechaza esta medida, "que se filtró como globo sonda al principio de la negociación" de la reforma de pensiones.

Rechazo frontal de los sindicatos a contar 35 años

Fuentes directas de la Mesa de Diálogo de las Pensiones han confirmado a 65YMÁS que en la reunión de este lunes, el Ministerio no ha presentado "ninguna propuesta por escrito, ni informe alguno o datos que apoyen las dos grandes medidas de reforma que quieren negociar antes de fin de 2022. Todo ha sido muy vago, no hay documentos ni textos, sus propuestas son muy difusas. Todo nos lo han comunicado verbalmente, sin detallar si quieren hablar de extender el cómputo a 30, 35 años, o cómo pretenden hacerlo. Lógicamente, les hemos dicho que para poder valorar cualquier propuesta, necesitamos que las presenten con documentación".

Y lanzan una dura crítica: "Más ha contado el ministro Escrivá en los medios de comunicación con su particular verborrea, que lo que nos han contado a nosotros en la Mesa de Diálogo esta mañana". 

En la reunión de este lunes han participado el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, y en representación de los agentes sociales, Rosa Santos, directora de Relaciones Laborales de CEOE; Teresa Díaz de Terán, directora del departamento Sociolaboral de Cepyme; Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, y Cristina Estévez y Mariano Hoya, secretaria de Política Institucional y vicesecretario general de Política Sindical de UGT, respectivamente.

La fecha de la próxima reunión no se ha cerrado, pero lo que es seguro es que no será el próximo lunes, 19 de septiembre, por compromisos del Ministerio.

El señuelo para convencer a los sindicatos

Detrás de estos mensajes aparentemente contradictorios, algunos expertos creen que se esconde la intención real de ampliar el periodo de cómputo de facto, es decir, proponer que se tomen en cuenta 35 años de cotización, pero dando la posibilidad de escoger por ejemplo los 25 mejores años, lo que significaría seguir contando 25, pero dentro de un marco global de 35. Según un estudio del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, compuesto por expertos de la Universidad de Extremadura y de Valencia, con este sistema, los futuros pensionistas podrían lograr una pensión el 6,5% más alta.  

Tal como señala José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía y socio fundador de LoRIS Retirement, "el ministro insiste en que no se aumentará hasta los 35 años, pero también dice que se descartarán los peores años y que se mejorará el tratamiento de las lagunas de cotización. En puridad, ninguna de estas dos medidas obligan a aumentar el periodo de cómputo de los 25 años actuales. Basta con decir que se tomarán los mejores 25 años (de los últimos 30, 35 o de toda la vida laboral) et voilà, tenemos un periodo de cómputo de 25 años, aunque sean los primeros de una carrera de 45 años".

Este experto detalla asimismo que "menos aún se alteran los últimos 25 años actuales si mejoramos todas las lagunas que se encuentren en este periodo y las equiparamos al mejor año de todos ellos, o las interpolamos. De ninguna de estas manera se alteran los 25 años del periodo de cómputo actual, solo que ya no son los últimos y solo son los mejores (o mejorados)", pone de relieve Herce.

Con 35 años, dos de cada tres pensionistas pierden

La ampliación hasta los 35 años supondría una previsible mejoría de la pensión para un tercio de los trabajadores, ya que el Ministerio calcula que uno de cada tres presenta en sus últimos años de carrera laboral peores bases de cotización, por pérdidas de empleo, y si se contabilizaran 35 años podrían sumar los años previos con mayores cotizaciones.

Pero, como señalan los sindicatos y partidos como Unidas Podemos, de aplicarse los 35 años como norma general, saldrían perjudicados dos de cada tres futuros pensionistas, que sí logran mantener unas carreras de cotización crecientes a medida que avanza su vida laboral. Si en vez de contarles 25 años les aplicaran los 35 últimos cotizados, lograrían pensiones más bajas que con la fórmula de cálculo habitual.

Por el contrario, y según cálculos realizados por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, IVIE, la ampliación hasta 35 años implicaría una mejora de la contributividad del sistema, al aumentar la relación entre cotización y pensión; pero, también, de la sostenibilidad financiera, puesto que "en términos globales supondría una disminución de la cuantía inicial de las pensiones de casi un 9%. Sin embargo, si esta ampliación a 35 años se acompaña de la elección de los mejores 25 años, entonces se produciría el efecto contrario respecto de la situación actual, empeorando la contributividad (menor relación entre cotización y pensión) y también la sostenibilidad del sistema, ya que la cuantía de la pensión inicial aumentaría un 5,6%.".

Descartar los peores años "va contra el sistema"

En efecto, si, como asegura el ministro Escrivá, no se pretende aumentar a 35 años el periodo de cómputo, pero sí permitir que se descarten años de cotización, sería una mala noticia para el sistema de pensiones, al decir de varios expertos.

"No subir el periodo de cómputo a toda la carrera laboral, manteniendo los actuales 25 años, supone que no va a mejorar la equidad contributiva (relación entre aportaciones y prestaciones). Si, además no se contara la totalidad de los actuales 25 años (se eliminara alguno de ellos), entonces empeoraría la contributividad, aumentando la cuantía promedio de algunas pensiones", explica Enrique Devesa (@DevesaCarpio), doctor en Economía e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.

Para este experto, "parece que todo apunta a que la reforma va hacia un sistema menos contributivo y que dará lugar a un mayor gasto al aumentar la cuantía inicial de algunas pensiones, empeorando, por tanto, la sostenibilidad". Con respecto a otra de las opciones anunciadas por Escrivá, la de mejorar el tratamiento de la integración de las lagunas de cotización, Devesa teme que, de adoptarse finalmente junto con la elección de los años de cotización "seguirá empeorando la equidad, porque estaría sumando cotizaciones que no se han efectuado (ficticias) y aumentaría la cuantía de las pensiones".

Los sindicatos sí apoyan destopar la pensión

Donde parece que la negociación irá bastante rodada es en el aumento "suave" de la base y la pensión máximas. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, apoya el aumento de las bases máximas de cotización, que "es una reivindicación del sindicato desde hace años, y sería un elemento recaudador interesante que quienes más cobren, coticen más".  En parecido sentido, CCOO respalda que se aborde el destope de las bases máximas de cotización, así como recuperar y revisar la modalidad de la jubilación parcial y reforzar el papel que el sistema de Seguridad Social puede jugar en la lucha contra los efectos de la brecha de género.

Tal como sostiene el Ministerio de Seguridad Social, la pensión máxima en España es "relativamente baja" en comparación con la de otros países y ha indicado que si ésta se eleva "de forma suave y gradual" al tiempo que se incrementa la base máxima, aumentarán los ingresos del sistema en las décadas de los 30 y los 40, que es donde el sistema sufrirá "un poco más de tensión" por la jubilación del baby boom. De hecho, este destope es uno de los compromiso del Gobierno en su Plan de Recuperación, dentro del llamado componente 30.

Destopar, pero sin "excesos confiscatorios"

Sobre el aumento de la base máxima de cotización, José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía y socio fundador de LoRIS Retirement, afirma que "convendría esperar, ver y actualizar la base máxima de cotización dentro de parámetros que, sin dejar de rendir mayores ingresos al sistema, no representasen aumentos excesivos ("destopes") que sonasen a confiscación. Siempre, claro está, aumentando correspondientemente la compra de derechos de jubilación por esas bases más elevadas y "destopando" correspondientemente la pensión máxima". Y hace hincapié en que, "con una inflación media en el año prevista por encima del 8%, la cuestión es saber cómo van a actualizarse los salarios. Los salarios cercanos a, o por encima de, la base máxima de cotización", por lo que habría que ser prudentes. 

En todo caso, a Herce no le cabe duda de que estas medidas de reforma del ministro Escrivá "nos van a costar más que lo que tenemos, aunque sigamos anclados en los 25 años de periodo de cómputo. Está muy bien ayudar a los trabajadores que han sufrido desempleo, reconversiones o saltos profesionales que han disminuido sus salarios. Pero si el problema es de justicia social, que se ocupe el sistema impositivo, no la Seguridad Social, que no va a ser más sostenible, sino menos". A su juicio, "estas soluciones que nos ofrece el MISSM no son de justicia actuarial. La justicia actuarial no es un ente abstracto. Si no hay justicia actuarial en el sistema de pensiones (y esta falla por todos los lados en el español), los efectos de ello pueden ser tan devastadores como si no hay justicia social".