Si estás cerca de la jubilación, descubre cómo prepararte

Durante toda nuestra vida laboral, es muy común encontrarnos con muchas personas que tienen muy presente el momento de su jubilación, algunas incluso saben exactamente qué día se jubilarán y, cuando se va acercando ese momento, hasta realizan una cuenta atrás. Sin embargo, aunque mientras seguimos trabajando no somos conscientes de ello, el proceso de jubilación no es fácil. Muchas personas necesitan ayuda profesional para encarar este proceso de transición de una época a otra.

La jubilación no deja de ser una nueva aventura, muy diferente a todo lo que hemos tenido hasta entonces, pero también puede ser muy emocionante. El problema es que necesitamos ser conscientes de que este proceso supone un cambio drástico en nuestra vida. Pasaremos de tener una rutina y obligaciones diarias, a no tenerlas, pasaremos a ser esclavos de nuestro tiempo a ser dueños de él, pasaremos de estar poco en casa, a estar todo el día. Por lo tanto, esta situación requerirá tiempo para adaptarnos a ella. De hecho, según diferentes expertos en este tema, el tiempo para adaptarnos al hecho de estar jubilados es de entre seis meses y un año. Lo importante es que, en la medida de los posible, este proceso se haga de forma progresiva.

Otro cambio que conllevará este proceso es la relación que teníamos con nuestra familia. Si antes llegábamos tarde a casa, veíamos poco entre semana a nuestra pareja y a nuestros hijos/hijas (en el caso de tenerlos), ahora estaremos mucho más tiempo en casa, por lo tanto, mucho más tiempo con ellos. Así que también tendremos que acostumbrarnos a compartir muchos más aspectos de nuestro día a día con nuestra familia. Y es que la familia es un punto clave de este proceso de jubilación, el apoyo que necesitaremos para que todo sea mucho más llevadero.   

Para muchas personas, la jubilación es una etapa de nuevas oportunidades. Y así es como deberíamos encararlo. Oportunidades para hacer todo aquello que no hemos podido hacer hasta ahora, oportunidades para dedicar tiempo a nuestra familia, oportunidades para estudiar o aprender cosas nuevas, etc. Y es que cada persona afronta esta etapa de manera muy diferente, pero lo que sí es cierto es que, para intentar sobrellevarlo lo mejor posible, es importante hacer una planificación, tanto económica como ocupacional. Antes de llegar a este proceso, deberíamos tener claras qué cosas vamos a hacer para ocupar nuestro día a día, para poder marcarnos nuestra propia rutina. Podemos estudiar un idioma, hacer cursos de informática, aprender fotografía, etc. Hacer alguna actividad fuera de casa, con sus horarios y sus pequeñas obligaciones, nos puede ayudar mucho a mantener una rutina, aspecto importante para realizar esta transición.

También es fundamental hablar directamente de este tema con nuestra familia y trasladarles nuestros pensamientos, para que ellos también se sientan partícipes de este proceso. Si además podemos afrontar este proceso al mismo tiempo que nuestra pareja, también será de gran ayuda para poder compartir todas las inseguridades que podamos tener.

En definitiva, para afrontar este proceso de la mejor forma posible, es importante que tengas en cuenta que es un cambio drástico y que, como todos los cambios, tiene aspectos buenos y malos. Una vez lo hayas asumido, debes intentar organizarte y planificar tu propia rutina, sea la que sea, y si puedes realizar alguna actividad, mejor. Finalmente, pero no menos importante, debes rodearte de tus familiares y amigos para encarar todo este proceso de su mano.