Soy viuda: ¿mi pensión seguirá siendo compatible con otras prestaciones?

“La reforma integral de la viudedad pasa por acomodar la configuración de la pensión a las nuevas realidades sociales y familiares, así como a las circunstancias socioeconómicas de los beneficiaros, a fin de mejorar la protección de los pensionistas sin otros recursos y de adecuar la protección de los colectivos menos vulnerables”, apunta el texto de recomendaciones del Pacto de Toledo. Unas palabras que han inquietado a todo el colectivo de beneficiarias de esta prestación.

Y es que el Gobierno, dentro del tan temido proceso de reforma de las pensiones, está estudiando modificar la pensión de viudedad y modularla según el nivel de renta. Por lo que hemos podido saber en 65ymás, no se trata de suprimir esta prestación, sino de adecuarla a determinadas circunstancias. Las pagas por viudedad cuestan a la Seguridad Social unos 1.700 millones de euros al mes, en parte debido a que se trata de una pensión de carácter vitalicio. En la revisión que se está planteando el Gobierno, se tendrían en cuenta la edad y las cargas familiares. Así, esta acción protectora se concentraría más en las personas a partir de 65 años, que son beneficiarios en los que esta pensión constituye su principal fuente de ingresos, por lo que se trataría de garantizar una situación equiparable a la existente antes del fallecimiento del cónyuge.

El futuro de la prestación

Los cambios propuestos podrían ir en la línea de lo que sucede en otros países del entorno. En España, por ejemplo, la pensión de viudedad puede compatibilizarse con otras prestaciones, como por ejemplo la de jubilación. Pero esto es algo que no ocurre en otros países de Europa. En los países nórdicos, esta paga es temporal e incompatible con otras prestaciones, mientras que en Alemania sí se puede compatibilizar con otras rentas siempre que no se superen ciertos límites. Los cambios en nuestro país podrían dirigirse por la vía alemana y no tanto por la nórdica.

Hay que tener en cuenta que la pensión de viudedad se estableció en una época en la que las mujeres tenían un acceso al mundo laboral muy restringido, por eso la nueva propuesta de reforma iría encaminada a proteger a los colectivos que más lo necesitan, como es el caso de las personas mayores de 65 años, y a limitarla en aquellos casos en los que la persona beneficiaria todavía se encuentra en edad legal para trabajar.