La subida de pensiones con el IPC la acabarán pagando las generaciones futuras, según los expertos

Pensionistas sobre la subida del 3% de las mínimas: "No da ni para una barra de pan"

Los puntos clave de los Presupuestos de 2022: pensiones, dependencia, bono social térmico...

El Gobierno sube las pensiones mínimas y no contributivas un 3%

Así quedan las pensiones mínimas para 2022 con la subida anunciada por el Gobierno

El Consejo de Ministros ha aprobado este jueves el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, que certifica el incremento de las pensiones contributivas (unos 9,6 millones de pagas) de acuerdo con la inflación media de los 12 meses anteriores hasta noviembre (promedio entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021), en tanto que las pagas mínimas subirán un 3%, igual que las no contributivas (449.724 prestaciones) y el ingreso mínimo vital. Según ha detallado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el gasto en pensiones requerirá un desembolso de 171.165 millones de euros en 2022, es decir, un 4,8% más en términos agregados respecto a 2021.

Ligar las pagas contributivas al IPC tensiona las cuentas de la Seguridad Social aún más, según expertos consultados por 65Ymás, ya que implicará un disparo del gasto de más de 3.000 millones de euros extras ya el año próximo, dependiendo del dato final de inflación media en 2021, que se conocerá en diciembre. Además, los expertos alertan de que revalorizar las pensiones de acuerdo a la inflación tiene un peligroso efecto acumulativo: lo que se sube un año, hay que seguir pagándolo los años siguientes, hasta que el pensionista fallece.

Fuentes gubernamentales apuntan a que el IPC medio en 2021 será del 2%-2,2%, y algunos institutos de análisis pronostican incluso porcentajes cercanos al 2,5%. En este panorama, el incremento de las pensiones en base a la inflación puede generar una factura que acabarán pagando las generaciones futuras, según los expertos.

"El problema es cómo vamos a pagar el coste extra de esos al menos dos puntos porcentuales de subida que habrá que aplicar sobre los 171. 000 millones de euros que nos gastaremos en pensiones el año próximo, y que van a suponer un desembolso extra de más de 3.400 millones de euros en 2022", argumenta José Antonio Herce (@_Herce), economista y socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions). En su opinión, "ya no cabe lamentarse ni criticar la vuelta al IPC como mecanismo de revalorización, porque figura en el proyecto de Ley de reforma de las pensiones y se va a aprobar con mayoría parlamentaria. Así que el 1 de enero de 2022 tendremos ya 3.400 millones de euros más de gasto en pensiones. La cuestión es ahora cómo se va a pagar. El Gobierno sabrá de dónde va a sacar los recursos necesarios, pero ahora mismo solo pueden ser generando más deuda, porque los ingresos fiscales no van a subir, ni siquiera contando con el recargo del IBI con las viviendas vacías".

POLÍTICAS EN LOS PGE CONSOLIDADOS 2022 

Importante coste adicional para el sistema 

Según José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), doctor en Economía, subdirector de Fedea y catedrático, "hay que distinguir dos planos: las pensiones no contributivas, complementos a mínimos o el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que se financian con los Presupuestos Generales del Estado y son para apoyar a las personas más vulnerables. Me parece bien que se suban, si se considera que estas prestaciones son bajas. El problema de sostenibilidad no viene por ahí, viene por no adaptar nuestro sistema de pensiones contributivo a la nueva demografía. Esta es la reforma pendiente, y confío en que se acabe haciendo, para evitar cargar todo el coste de la sostenibilidad a las futuras generaciones".

Para Mariano Jiménez Lasheras, presidente de la Organización de Consultores de Pensiones OCOPEN (@OCOPEN_) y director general de CPPS Asesores, el alza de pensiones consignada en los Presupuestos Generales del Estado "es una buena y saludable noticia para los pensionistas, que comparto plenamente porque se mantiene o incluso aumenta (para las pensiones mínimas, no contributivas e IMV) su poder adquisitivo. Para el sistema, está claro que supone un coste adicional que debe ser tenido en cuenta, pero no solo en el próximo ejercicio, sino también en los siguientes, porque el efecto es acumulativo. Habrá que tener en cuenta dicho coste para no agravar el déficit actual y, por tanto, su necesaria compensación vía recursos adicionales o contención de gastos".

Respecto al incremento de las pensiones mínimas y no contributivas en un 3%, y de las contributivas con el IPC medio, José Manuel Jiménez, director del Instituto Santalucía (@santalucia_inst), considera que, teniendo en cuenta el repunte de inflación de los últimos meses, puede que sea superior a la inflación prevista para 2022 (se espera que sea más baja). En caso de que sea más alta, existirá compensación para los jubilados, pero en caso de que esté por encima, será un beneficio adicional para ellos. Es una medida asimétrica. Por lo tanto, esta situación es positiva para los pensionistas".

Según Jiménez, tiene sentido que los jubilados mantengan su poder adquisitivo, incluso que los jubilados con pensiones más bajas mejoren ligeramente, "pero en paralelo se debería buscar las fuentes de ingresos o las soluciones para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social, que sufrirán a corto plazo, pero sobre todo a largo plazo, por el efecto acumulativo que tiene esta medida".

Un aumento que empeora el saldo de las Administraciones Públicas

El incremento del 3% en las pensiones no contributivas y en la pensión mínima para 2022, "no me parece mal porque, en realidad, no afecta al saldo contributivo de la Seguridad Social, aunque sí al saldo de las Administraciones Públicas", afirma Enrique Devesa, doctor en Economía e investigador del IVIE (@Ivie_news), a quien sin embargo, le llama la atención "que en el Proyecto de Ley de reforma de las pensiones está previsto que las pagas mínimas se revaloricen igual que el resto de pensiones, con lo que esto, o es una autoenmienda, o parece que van a incumplir la ley antes de aprobarla".

Respecto a si la anunciada subida tensionará más aún las cuentas de la Seguridad Social, Devesa confirma que "lo tensionará la revalorización de todas las pensiones con el IPC, porque el peso de las no contributivas y de la pensión mínima es pequeño".

Tal y como detalla Rafael Doménech (@rdomenechv), responsable de Análisis Económico de BBVA Resarch, "las proyecciones de ingresos presentadas en los Presupuestos Generales son optimistas, sobre la base de un cuadro macroeconómico con un crecimiento en 2021 del PIB difícil de alcanzar. En este contexto, el gasto en pensiones (previsto en 171.165 millones) crecerá un 4,8%, muy por encima del gasto público total sin fondos UE, que crecerá un 0,4% hasta alcanzar 431.336 millones. El gasto en pensiones aumenta hasta representar ya un 39,7% del gasto público total (sin fondos UE)".

"Difícil de sostener en el tiempo"

Indexar las pensiones al IPC será difícil de sostener en el tiempo, advierte Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la UIB. "Ya el año próximo se verá el enorme impacto de las actuales subidas de la energía, de los combustibles... Yo soy partidario de las pensiones públicas, pero para garantizarlas debemos asegurarnos de que sean sostenibles en el tiempo".

A juicio de Monserrat, "mantener el poder adquisitivo de las pensiones es una lucha constante de la sociedad, pero hay que pensar que esas pensiones van a ser pagadas con los sueldos de los que trabajan, y no tiene sentido luchar solo por las pensiones, si no se lucha por tener salarios y empleos suficientes. En mi opinión, para las pensiones más altas, que son de gente que ha vivido en otra época (grandes empresas, grandes bancos, empleo vitalicio...) y tienen pagas muy  elevadas, puede tener sentido que las revalorizaciones no sean de acuerdo al IPC, sino en función de la situación económica. En cambio, las pensiones más bajas, mínimas, no contributivas, etc, sí es más lógico indexarlas al IPC".

Para Eva Valero, directora del Observatorio de Pensiones Caser (@caser), "esta medida es cortoplacista ya que se enmarca en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022. Necesitamos que, además, de trabajar en acciones para el año que viene, se trabaje en acciones a medio y largo plazo con el objetivo de mejorar la educación y la formación financiera así como en incentivar el ahorro para que las personas puedan complementar su pensión pública de jubilación y no dependan sólo de este tipo de ingreso.”

El Estado traspasa 18.396 millones a la Seguridad Social

La tensión del creciente gasto en pensiones sobre las cuentas de la Seguridad Social es evidente. De hecho, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 incluyen una transferencia extraordinaria de 18.396 millones de euros desde el Estado a la Seguridad Social, con el objetivo de garantizar el pago de las pensiones, tal y omo consta en el proyecto de ley de las cuentas públicas aprobado este jueves.