"Sube más el precio de la vida que la pensión"

La subida del precio de la cesta de la compra ya se nota en el bolsillo de los pensionistas. Y es que, según la OCU, algunos supermercados han encarecido muchos de sus productos, llegando hasta casi un 10% anual, con un incremento mayor en los últimos tres meses.

Sin embargo, las pensiones no han aumentado al mismo ritmo –oficialmente varían en función del IPC medio, el 2,5%–. Por ello, 65YMÁS ha salido a la calle (ver VÍDEO) para conocer cómo afecta al colectivo esta subida del precio de la vida. 

Así, en concreto, los pensionistas aseguran que lo que más ha subido, a su parecer, es "el aceite", "la pasta", "la leche", "el pescado", "la carne", "las verduras", entre otros productos.

Además, si bien cada entrevistado es un mundo y no a todos les cuesta igual llegar a final de mes, los pensionistas con menores ingresos coinciden en que este aumento ha provocado un cierto cambio en sus hábitos de consumo: apuestan por las ofertas o recurren más a productos congelados en vez de frescos. 

Pérdida de poder adquisitivo

"A la larga, no se nota mucho la subida del IPC de las pensiones", comenta un hombre mayor, entrevistado cerca del metro Prosperidad en Madrid.

"Sube más la vida de lo que sube la pensión", añade otro, a escasos metros. 

"Yo he tenido siempre la misma vida. Tuviera o no, no derrocho. Cuando algo va a caducar, me lo compro. Qué más da comerlo hoy", comenta una mujer.

Y no sólo es un problema que afecta a los pensionistas, afirma otra pensionista, puesto que, matiza, están en una mejor situación, ya que sus ingresos, al menos, han aumentado algo. 

"Han perdido poder adquisitivo, tanto los pensionistas como quienes están trabajando. Yo tengo hijos jóvenes y no les han subido el salario. Además, tienen más gastos: hipotecas, etc. Esto se tiene que moderar un poco, si no, la gente va a acabar saliendo a la calle", avisa. 

Eso sí, en el caso de las pensiones más bajas, la historia es diferente, puesto que su poder adquisitivo se ve más limitado con la subida de la cesta de la compra respecto a quienes están en edad laboral y cobran sueldos bajos.

"Antes me permitía ahorrar algo de la pensión –unos 100 euros–, y ahora, se va todo", reconoce una mujer mayor que ha tenido que cambiar sus hábitos por culpa de la inflación. 

Y pone un ejemplo muy concreto: "Mis hijos se han ido de puente, pero yo no he querido ir, porque costaba muy caro. Ellos querían que les acompañase a Granada, que no lo conozco, y les he dicho que no. Qué le vamos a hacer".