Warren Buffet, 91 años; Peter Lynch, 77 años; George Soros, 91 años; Charlie Munger, 97 años. Entre todos suman 356 años de experiencia y sabiduría. Pero, más allá de la edad, si algo tienen en común, es que estos inversores son considerados verdaderos gurús de los mercados y, cada vez que abren la boca, las Bolsas de todo el mundo, escuchan. Y aunque el cine de los 80 se ha empeñado en fomentar la imagen del bróker como un joven agresivo, pocos ámbitos son tan dados a valorar la experiencia como los mercados.
Al margen de los inversores profesionales, también entre los pequeños ahorradores con inversiones financieras la edad es un grado. Nos hemos preguntado, cómo son los mayores cuando invierten en Bolsa, qué perfil tienen, cuanto riesgo son capaces de admitir y en qué títulos o activos invierten. Hemos hablado con dos expertos, Alberto Roldán (@_Alberto_Roldan), socio de Alphavalue, la primera casa independiente europea de análisis de renta variable y fundador de Copperpot consulting; y Roberto Moro, analista técnico independiente, creador de un sistema de formación personalizada de análisis técnico bursátil (@MoroRoberto). Y las conclusiones, según su experiencia con los mayores es sorprendente: conocimientos financieros, gusto por el riesgo y ganas de aprender.
A los mayores les gusta invertir en Bolsa
Más de la mitad de los ahorradores pertenecientes a la generación baby boomer, que tienen entre 51 y 70 años, según se desprende del VI Barómetro del Ahorro del Observatorio Inverco, son ahorradores con perfil conservador (61%) que piensan en ahorrar a medio plazo (1 a 3 años). Los principales motivos de ahorro para esta generación son complementar la jubilación (33%), los imprevistos (32%) y el crecimiento de capital (20%). El 48% tiene ahorros en planes de pensiones, 45% en depósitos y 33% en fondos de inversión.
Por su parte, los ahorradores pertenecientes a la silent generation (por encima de los 70 años) cuentan con un perfil mayormente conservador (58%) y piensan en ahorrar a medio plazo (1 a 3 o 5 años). Los principales motivos de ahorro para esta generación son complementar la jubilación (33%), los imprevistos (29%) y crecimiento de capital (29%). El 60% tiene ahorros en depósitos, 48% en renta variable y 41% en fondos de inversión. En ambos casos, se informan y contratan los productos financieros a través de su oficina bancaria.
Pero, hay un dato realmente sorprendente. Los mayores de 70 años son quienes más invierten en Renta Variable, por encima de ningún otro grupo de edad. A los mayores, les gusta la Bolsa.
Menos ataduras: el momento de la inversión
A partir del segmento de edad de los 55 o 60 años, nos encontramos con personas con empleo estable, ya al final de su carrera laboral, bien remunerados, con posibilidades crecientes de ahorro y, cada vez más, mejor instruidos en las nuevas tecnologías. Además, a partir de esta esta edad, las personas tienen gastos corrientes decrecientes por dos motivos: los hijos se emancipan y las hipotecas se liquidan. Y esto libera capitales para el consumo y la inversión.
A más edad, más aversión al riesgo… ¿seguro?
Según la teoría financiera tradicional, en los primeros años de un ahorrador, el objetivo es incrementar el capital, mientras que en las últimas etapas de su vida, el objetivo es preservarlo. Y por eso siempre se dice que a medida que cumplimos años, también se incrementa nuestra aversión al riesgo. “Es humano tener aversión al riesgo”, dice Alberto Roldán. “A partir de 50 años, el inversor tiende a ser más conservador, porque ya ha visto caer los mercados y tiene recuerdo de crisis y burbujas, y aunque la tendencia sea positiva a largo plazo, en el corto plazo tememos las caídas”. Si generalizamos, si”, coincide Roberto Moro. “la gran mayoría de los inversores, a partir de cierta edad, invierten sobre todo en fondos de inversión, muy orientados por su banco de toda la vida y con una motivación clara: la rentabilidad por dividendos”.
Pero, ¡ojo!, que también a partir de cierta edad, como hemos visto, los mayores aumentan su inversión en renta variable. “Sorprendentemente, hay un perfil inversor muy arriegado e gente de edad avanzada”, a partir de los 70 años, según ha podido comprobar Alberto Roldán a lo largo de su vida profesional, en banca privada y como gestor y asesor financiero.
“En los últimos años cada vez hay más personas mayores de 65 años con una cultura financiera tremenda, que han aprendido a utilizar herramientas muy sofisticadas y que son excelentes inversores muy alejados de ese estereotipo” asegura Roberto Moro. “La cuestión es que antes estos inversores eran casos muy aislados y ahora cada vez hay más”.
“He tenido muchísimos casos de inversores mayores con un gusto enorme por la Bolsa, es sorprendente”, dice Alberto Roldán. “Tuve un cliente de 80 años que invertía el 100% de su patrimonio en Bolsa, ¡el 100%!”, recuerda. “Era una persona adinerada, es cierto, tenía ya la vida solucionada y no lo hacía por conseguir la mayor rentabilidad, sino por una mezcla de diversión y también por la necesidad de ver su cartera continuamente en movimiento” dice.
“Recuerdo otro caso, un señor de 87 años que tenía una Sicav. Y que estaba empeñado en que, aunque por su edad y por su perfil no podíamos invertir más de un 40% en renta variable, tal y como establece la CNMV, él insistía en que quería un porcentaje mucho mayor. Quería inversiones de riesgo”.
Al fin, tiempo para invertir y aprender
“A medida que los inversores se liberan de cargas profesionales y comienzan a tener más tiempo, hay un gran número que tienen un auténtico entusiasmo por aprender” asegura Roberto Moro, quien da clases personalizadas de análisis técnico bursátil, y ve como muchos de sus alumnos son mayores, jubilados ya en muchos casos. “Están hasta las narices de operar con su banca tradicional y buscan formación y porque quieren invertir por su cuenta. Un gran porcentaje de quienes hacen este curso son personas que se acaban de jubilar”, asegura Moro.
Inversiones tangibles, empresas que entiendan
El principio de inversión más conocido de Peter Lynch es “invierte en lo que conoces”. También Warren Buffet es conocido por invertir en economía real, tangible sobre la que insiste en conocer antes de invertir. Parece que es algo general.
Los inversores mayores “buscan generalmente nombres conocidos o algo que les resulte familiar y que sea tangible” asegura Alberto Roldán. “No es que tengan que invertir en Telefónica, Santander o Repsol, pero sí que necesitan entender la compañía, ubicarla y poderla visualizar”. “Cuando he tenido clientes mayores, siempre me han pedido que les explique qué hace una compañía antes de invertir en ella si es que no la conocen”, asegura.
Y recuerda unos clientes mayores que antes de incorporar una compañía cotizada a su cartera de inversión, “siempre me pedían que les contara su historia y a qué se dedicaba”. Pero no querían saber nada más, lo les importaban los datos económicos de la compañía, ni sus resultados ni su PER ni su capitalización ni nada. “En cuanto entienden una empresa, no la perciben como un activo de riesgo”, asegura.
La experiencia es un grado: saber escuchar, gusto por aprender
Un inversor de 30 años te pide invertir en un sector concreto, o que “busques oportunidades que vayan a tener una subida del 80%” explica Alberto Roldán. “La gente joven quiere dinero fácil, rápido y ya, mientras que el inversor mayor escucha y lo que quiere es entender en aquello en lo que invierte”, añade. “Y solo por su experiencia tienen mucho terreno ganado cuando comienza a aprender a usar nuevas tecnologías o herramientas sofisticadas para invertir”, añade Roberto Moro.
Las personas mayores “tienen capacidad de escuchar y de absorber información, mucho más que la gente joven” dice Alberto Roldán. “No tienen esa impaciencia”. Roberto Moro coincide en que “saben escuchar”. Además, “los mercados no van de tener razón en tus ideas, sino simplemente de operar a favor de la tendencia”, y esto es algo que los mayores entienden mejor que los jóvenes.