Es la energía del futuro y está de moda. Aprovechando el tirón que tiene todo lo que suena a verde y sostenible en estos momentos, las principales compañías de energías renovables españolas se preparan para lanzarse al parqué y cotizar en Bolsa.
Hay otros factores que parece haber animado al sector: Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca se han disipado algunos temores y durante la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, ha sido uno de los sectores que mejor ha esquivado las caídas en Bolsa.
La compañía gallega Ecoener, que trabaja con energía eólica, hidráulica y fotovoltaica, es la encargada de romper el hielo en este boom de salidas a Bolsa de renovables previsto para este año, y quien ha enfriado un poco los ánimos y ha despertado algunos temores.
Apenas unas horas antes de su esperado debut bursátil, previsto para el 30 de abril, comunicaba por sorpresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que reducía casi a la mitad el tamaño de su salida a Bolsa (en concreto baja su expectativa de recaudación desde los 200 millones a 110 millones de euros) por la escasa demanda recibida y, además, retrasa el debut bursátil unos días. «Se ha dimensionado la oferta al apetito del inversor que busca Ecoener, fiel reflejo del estilo de gestión basado en la búsqueda constante de creación de valor a largo plazo», explicaba el presidente de la compañía, Luis de Valdivia.
Jarro de agua fría sobre el resto de compañías
Esto supone enfriar los ánimos de los inversores y un jarro de agua fría sobre el resto de compañías que también planeaban debutar en el parqué a lo largo del año. Destacan las ya anunciadas de Acciona Energía, OPDenergy (que tiene previsto debutar el próximo día 7 de mayo) o de la filial de renovables de Repsol, que también trabaja en un posible salto al parqué. Capital Energy, Factorenergía, EDiF y Gransolar, también exploran la opción de cotizar en bolsa.
En realidad, este proceso ya comenzó el año pasado. En el difícil año 2020, la única compañía que saltó a la Bolsa, Soltec, pertenece a este sector. Aun así, España se suma a esta tendencia con cierto retraso respecto a Europa, donde las Ofertas Públicas de Venta (OPV) de compañías relacionadas con las energías verdes han recaudado 336 millones de dólares en los últimos 12 meses.
De modo que estos días suponen una prueba de fuego para medir con exactitud el apetito del mercado por las renovables y calibrar si el excesivo interés y ofertas por las energías verdes es o no una burbuja. Y ahora parece haber más dudas que nunca.
Algunos analistas de mercado alertan de una posible saturación y recuerdan el caso de Iberdrola Renovables en el pasado. Su matriz, años después de sacarla a bolsa la reabsorbió a un precio un 45% inferior. Es cierto que el momento actual es diferente, pero también lo es algunas compañías del sector, como Solaria y Siemens Gamesa están en negativo en lo que va de año.