Los planes de pensiones son instrumentos de ahorro a largo plazo. Se trata de una herramienta diseñada para complementar la pensión pública de jubilación y, por tanto, se puede acceder a ese ahorro una vez que se alcanza la edad legal de jubilación. No obstante, existen otros supuestos que permiten su rescate y dan liquidez a este instrumento de ahorro.
Se puede cobrar el plan de pensiones “en caso de jubilación, incapacidad, dependencia o fallecimiento” explica la ‘Guía para tu jubilación 2022’ editada por Fundación Mapfre. “Adicionalmente, como excepción a la iliquidez de estos productos, se podrá percibir la prestación en los supuestos de enferme dad grave, desempleo de larga duración, así como en determinados supuestos de cese involuntario de la relación laboral”, añade.
Veamos, en detalle las contingencias para acceder al ahorro depositado en un plan de pensiones:
Jubilación: el titular de un plan de pensiones podrá acceder a su ahorro en el momento en que se jubile, tanto si lo hace en la edad ordinaria o legal para hacerlo, como si se jubila anticipadamente o se trata de jubilación diferida. Además, la contingencia de jubilación puede anticiparse en caso de verse afectado por un ERE o desde los 60 años si se causa baja en la Seguridad Social y no se puede acceder a la pensión pública.
Incapacidad laboral: ya sea total o permanente, según casos.
Dependencia: las situaciones de gran dependencia y dependencia severa también permiten acceder al ahorro depositado en un plan de pensiones.
Fallecimiento: Si fallece el titular del plan de pensiones, se generan derechos a favor de herederos o beneficiarios específicamente designados. Como explica la ‘Guía para tu jubilación 2022’, si el titular fallece antes de cobrar el plan de pensiones, “Lo percibirán los beneficiarios designados y, a falta de designación expresa, el cónyuge, hijos o herederos legales del fallecido (en este orden). La prestación percibida por estos tributará como rendimiento del trabajo en el IRPF del beneficiario”.
Supuestos excepcionales de liquidez
Existen además supuestos excepcionales de liquidez que posibilitan recuperar el plan de pensiones, como sufrir una enfermedad grave o desempleo de larga duración. En estos casos se puede rescatar el plan de pensiones y disponer de él, total o parcialmente. Según reciente criterio publicado por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), en el supuesto de desempleo de larga duración se permite rescatar el plan de pensiones, aún en el caso de que el partícipe haya contratado el plan de pensiones estando ya en dicha situación de desempleo de larga duración.
En ocasiones, se pueden abrir nuevas ventanas de liquidez para estos productos bajo circunstancias muy excepcionales. Ocurrió durante la pandemia de la COVID-19. Con el objetivo de ayudar a hacer frente a las consecuencias económicas y sociales provocadas por la pandemia, el Gobierno aprobó una nueva causa de rescate pensada para trabajadores en ERTE, autónomos cuya actividad estaba paralizada o empresarios con negocios cerrados por el estado de alarma.
Liquidez por antigüedad de las aportaciones
“A partir del 1 de enero de 2025, se podrá disponer de las aportaciones y los rendimientos generados por dichas aportaciones cuando éstas tengan más de 10 años de antigüedad, así como de los derechos consolidados existentes a 31 de diciembre de 2014”, recoge la guía de la Fundación Mapfre
Cómo rescatar un plan de pensiones
Ya hemos visto los supuestos de rescate del plan de pensiones por parte de los partícipes. Por supuesto, que se pueda rescatar el ahorro acumulado con la jubilación, o alguna de las otras contingencias, no quiere decir que haya que hacerlo obligatoriamente. De hecho, no son pocas las personas que se jubilan y aún esperan años antes de recuperar su dinero.
El cuándo rescatar, lo decide el titular del plan de pensiones una vez que se produce la contingencia o se da alguno de los supuestos excepcionales de liquidez, mencionados anteriormente. El cómo, también es decisión del titular. Una vez llegado el momento se puede recuperar el ahorro acumulado de varias formas diferentes:
Rescate en forma de capital. Esto supone cobrar el plan de pensiones todo de golpe.
Rescate en forma de renta. Así el partícipe cobraría una cantidad cierta de forma mensual, trimestral, semestral, etc. Asimismo, se puede decidir cobrar el plan de pensiones durante un determinado periodo de tiempo (renta temporal) o durante toda la vida (renta vitalicia). El importe a cobrar en el segundo de los casos será menor pero nos garantiza un complemento de la pensión pública hasta fallecimiento. Por tanto, ésta es la opción para quienes no quieren sobresaltos. En lugar de ir cobrando el plan hasta que se agote el dinero, se llega a un acuerdo con la entidad para que haga cálculos y estire ese dinero.
En función del importe a cobrar, el tipo impositivo puede incrementarse mucho si incluimos esos rendimientos del trabajo en bloque en el mismo año. Por ello, la opción de cobrar el dinero en rentas es una magnífica alternativa para diferir el impacto fiscal.
Rescate en forma de rescate mixto. Cuando hay aportaciones anteriores a 2007, por norma general, la solución óptima fiscalmente suele ser rescatar en forma de capital las aportaciones anteriores a 1 de enero de 2007 dado que gozan de un 40% de reducción en la Base Imponible si se rescatan de esa manera y esperar al ejercicio siguiente para establecer rentas sobre los derechos restantes.
En definitiva, “la prestación de un plan de pensiones tributa como rendimiento del trabajo” explica la la guía de la Fundación Mapfre. “Dependiendo de cómo se realice el cobro, el impacto fiscal puede ser muy diferente”, añade. Así, lo más recomendable a la hora de decidir cuándo rescatar el plan de pensiones y, sobre todo, cómo hacerlo, conviene buscar asesoramiento profesional para encontrar la fórmula más ventajosa en función de las circunstancias personales y necesidades de cada uno.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.