Planes de pensiones

¿En qué se diferencia un plan de pensiones de un fondo de pensiones?

Toni Esteve

Foto: BIGSTOCK

Domingo 31 de mayo de 2020

4 minutos

Son productos financieros distintos, según se quiera ahorrar para la jubilación o para otros fines

¿En qué se diferencia un plan de pensiones de un fondo de pensiones?
Toni Esteve

Foto: BIGSTOCK

Domingo 31 de mayo de 2020

4 minutos

A menudo solemos hablar de planes y fondos de pensiones como si fueran la misma cosa, pero son productos financieros con características distintas.

Básicamente, en un plan de pensiones haces aportaciones periódicas que recuperarás en el momento de la jubilación y que te permitirán complementar los ingresos obtenidos de la pensión pública de la Seguridad Social. Es como una hucha en la que vas metiendo un dinero, que no podrás sacar hasta que te jubiles, aunque la Ley permite excepciones a esta norma (que hayan pasado al menos 10 años desde su apertura o que estés enfermo o en situación de desempleo de larga duración).

En cambio, los fondos de pensiones son instrumentos creados para dar cumplimiento a planes de pensiones, cuya gestión, custodia y control se realizarán de acuerdo con este reglamento. Estos fondos manejan el dinero aportado a los planes de pensiones individuales: una entidad gestora y otra depositaria se encargan de custodiar las aportaciones y gestionar las inversiones realizadas con ese dinero.

En definitiva, un plan de pensiones es un producto comercializado por una entidad financiera, mientras que un fondo de pensiones es el vehículo utilizado para llevar a cabo la inversión. Para entendernos: tu contratas un plan de pensiones con una entidad financiera y luego esta puede depositar tu plan, junto con el de muchos otros ahorradores individuales, en un fondo de inversión.

Penalizaciones por reembolso

Ambos productos buscan conseguir rentabilidad con nuestros ahorros haciendo una inversión colectiva a largo plazo, que acaba en el mismo tipo de activos financieros (principalmente en acciones, bonos o letras). Pero mientras los planes de pensiones buscan exclusivamente el ahorro para cuando llegue la jubilación, los fondos de pensiones pueden contratarse con otro objetivo personal (la compra de una propiedad, un viaje o cualquier otra compra). Por eso, el dinero invertido en un fondo puede ser recuperado cuando queramos, aunque si lo hacemos antes de lo estipulado inicialmente seguramente nos cobrarán una comisión por el reembolso.

 

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Rentabilidad

Ni los planes ni los fondos de pensiones tienen garantizada la rentabilidad, ya que esta dependerá de la habilidad de la entidad que hayamos escogido para que invierta con ellos en activos financieros. Como en todos los productos financieros, los hay para todos los perfiles: conservador, riesgo medio y alto riesgo. Ya sabes, si quieres lograr mayor rentabilidad, deberás asumir más riesgos.

La fiscalidad, el gran atractivo de los planes de pensiones

En la fiscalidad encontramos una de las grandes diferencias entre los dos productos: las aportaciones a planes de pensiones de hasta 8.000 euros anuales desgravan en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esto sucede porqué las aportaciones periódicas que hacemos al plan tributan como rendimientos del trabajo y reducen la base imponible (ingresos a declarar), por lo que a mayor aportación menos importe tendremos que declarar y, por tanto, pagaremos menos. En cambio, en los fondos de inversión solo hay que declarar por las ganancias obtenidas en concepto de rentas del ahorro. Así, los beneficios obtenidos hasta 6.000 euros tributan al 19%; entre los 6.000 euros y los 50.000 euros, al 21%; y a partir de esta montante, al 23%.

Sobre el autor:

Toni Esteve

Toni Esteve es redactor especializado en temas de economía y consumo.

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