Desde el día 1 de enero de 2025, las aportaciones a planes de pensiones que cumplan 10 años de antigüedad podrán liquidarse libremente, sin justificar el motivo del rescate anticipado, ni demostrar la necesidad económica para sacar el dinero ahorrado. Se trata de una liquidez total, salvo por el requisito de los 10 años, tal como recoge el Real Decreto 62/2018, por el que se modifica el Reglamento sobre la instrumentación de los compromisos por pensiones de las empresas con los trabajadores y beneficiarios. En menos de dos años, se podrán recuperar tanto las aportaciones como los rendimientos.
En la práctica, esto significa que el titular de un plan de pensiones podrá rescatar en 2025 todo lo que haya ingresado hasta 2015, así como la rentabilidad que le haya generado la inversión. Del mismo modo, en 2026, podrá retirar las aportaciones y rendimientos efectuados hasta 2016. Y así, cada año, sucesivamente se podrán efectuar rescates conforme el dinero depositado en el plan vaya cumpliendo diez años.
Hace diez años, cuando se aprobó esta medida, el Gobierno de Mariano Rajoy pretendía hacer más atractivos los planes y atraer a los ahorradores jóvenes (muy reticentes a invertir en un producto que solo puede aprovecharse a muy largo plazo). Sin embargo, cuando faltan menos de dos años para disfrutar esta liquidezgratis (no habrá que pagar penalización, tan solo cumplir con Hacienda y devolver la deducción fiscal lograda durante los años), la industria de la previsión social reclama dar marcha atrás, limitando las extracciones de capital, y alerta del peligro de hundimiento de los planes de pensiones como fórmula de ahorro para la jubilación.
"Hasta 64.000 millones para retirar libres de requisitos"
Para Ángel Martínez-Aldama, presidente de la patronal de las instituciones de inversión colectiva, INVERCO (@INVERCOinfo), "es contraproducente y peligroso que se permita una liquidez gratis, es decir, sin justificación y simplemente por la conveniencia del titular. Porque un plan de pensiones no es una cuenta corriente que, pasados diez años, se puede disponer de un dinero que está destinado a la jubilación y que por eso tiene un diferimiento en la fiscalidad".
Este experto se opone rotundamente a la liquidez extra anticipada desde el día 1 de enero de 2025 y advierte de que "lo mejor para todos, y empezando por la propia estabilidad financiera del sistema, sería dar marcha atrásen esta barra libre de liquidez, porque estamos hablando de unos64.000 millones de euros, entre el sistema individual y el de empleo, que a partir de 2025 cumplen diez años entre todas las aportaciones acumuladas, y que estarían disponibles para ser retirados".
El presidente de INVERCO considera que los actuales supuestos de necesidad, que permiten sacar dinero de los planes, son suficientes ("a lo largo de los casi 20 años desde que se aprobaron los primeros supuestos, se han retirado 5.000 millones en pagos anticipados, que han beneficiado en torno a 900.000 familias"), y advierte de que "la nueva liquidez desde 2025 supondrá poner en riesgo, sin necesidad alguna, el ahorro que los españoles han dedicado en los últimos 35 años a este producto".
OCOPEN pide "dar marcha atrás en este despropósito"
Mariano Jiménez (@MjimenezLash), presidente de la organización de consultores OCOPEN y director general en Cpps Asesores, considera que "abrir la vía a la liquidez de los planes de pensiones en supuestos distintos a los que ya contemplaba la normativa (desempleo de larga duración y enfermedad grave) es claramente una medida contradictoria e incoherente con la naturaleza de los planes de pensiones, que son instrumentos de ahorro a largo plazo y, además, de un carácter marcadamente finalista, como es el de proporcionar ingresos en la jubilación".
En cualquier caso, le parece "sorprendente que las instituciones que más presionaron en su momento para que se aprobara esta medida de liquidez, se echen ahora las manos a la cabeza, rogando su eliminación o limitación. Desde luego, en OCOPEN instamos a que se analicen las posibilidades legales o reglamentarias para dar marcha atrás cuanto antes en este despropósito".
Aunque asegura que no se puede prever qué podría suceder en 2025 si no se adoptan medidas para limitar la liquidez, Jiménez aduce que "existe un precedente positivo en Euskadi, que habiendo contado con una normativa aplicable a EPSVs que contemplaba desde el inicio la liquidez a 10 años, los resultados demuestran que no ha existido una retirada de fondos relevante por este motivo".
'No' rotundo de UNESPA a la liquidez total
Para la patronal del seguro, UNESPA (@UNESPA), también debería eliminarse la posibilidad de disponer sin ningún tipo de límite del ahorro acumulado. "Cuando el Gobierno aprobó en 2014 una modificación legal que permitía, a partir de 2025, rescatar la totalidad del ahorro acumulado en sistemas de previsión social complementaria a cualquier partícipe, asegurado o mutualista, sin límite de importe y sin estar sujeta a situación de necesidad alguna, su objetivo era promover la contratación de instrumentos de previsión social. Dicho objetivo no se ha cumplido, dado que este supuesto de total liquidez a los 10 años no sólo no ha significado un incremento de las aportaciones, sino que ha erosionado el carácter finalista que debe tener este tipo de instrumentos. Debe recuperarse, por tanto, el carácter finalista de los sistemas de previsión social, eliminando el supuesto de liquidez total, a partir de 2025, y dejando sólo las circunstancias excepcionales de necesidad", manifiestan portavoces oficiales de UNESPA a 65YMÁS.
Esta patronal, que preside Mirenchu del Valle, no anticipa qué puede suceder a partir de 2025, pero advierte de que "la experiencia de otros países en los que se han adoptado iniciativas similares, como fue el caso de la reforma de libertad de acceso a las pensiones realizada por el Reino Unido en 2015 (Reforma Osborne), demuestra que sus efectos pueden ser muy perjudiciales. Del informe realizado por la Financial Conduct Authority (FCA) en 2018 se desprende que dicha reforma dio lugar a que más de millón y medio de personas (en el momento de realización del informe) accedieran anticipadamente a sus productos de pensiones", resaltan portavoces oficiales.
"Es irracional fomentar la retirada de dinero"
A juicio de José Antonio Herce (@_Herce), doctor en Economía, patrono de la Fundación AGE y socio fundador de LoRIS Retirement, "es irracional fomentar las retiradas de capital de los fondos de pensiones, aunque no se puede congelar el ahorro en un tipo de vehículo determinado, ni siquiera si este ahorro es para la jubilación. Pero, si queremos ahorro a largo plazo estable, sustantivo, que además de servir de complemento para las pensiones de la Seguridad Social sirva de combustible (el mejor, por cierto) para el crecimiento a largo plazo y el pleno empleo, tendremos que ser más coherentes, racionales y atrevidos con nuestra previsión social complementaria. Será un milagro que, con este estilo de gobernar el ahorro a largo plazo, lleguemos a tener siquiera el equivalente al 50% del PIB en esta modalidad. En Holanda tienen el 230% del PIB y podrían prescindir si quisieran de la Seguridad Social. Holanda no es la economía productiva que es por casualidad, sino porque tiene ahorro a largo plazo equivalente al 230% del PIB".
Según advierte Herce, "la arbitrariedad no sale gratis", y si bien admite que cada quien puede hacer lo que desee con su ahorro complementario para la jubilación, avisa de que "luego no tendremos derecho a quejarnos si la economía carece de financiación a largo plazo, el paro masivo es la norma y la productividad se estanca durante décadas. Empiezo a pensar que el sistema de deducciones fiscales y diferimiento de las mismas debería reemplazarse por eliminar todas las deducciones de las aportaciones y sus rendimientos y liberar totalmente de impuestos las prestaciones".
"Las gestoras deben estar preocupadas"
Los expertos en pensiones y en previsión social complementaria reconocen la inquietud por parte de las gestoras de fondos de pensiones, ante la eventualidad de que se produzca una retirada masiva de capital a partir del año 2025, aunque la mayoría de los especialistas confía en que no se produzca ninguna avalancha.
Enrique Devesa (@DevesaCarpio), profesor titular de Economía Financiera y Actuarial de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, considera que la nueva liquidez "puede ser un incentivo para atraer a nuevos ahorradores, que saben que podrán retirar su dinero a los 10 años, en vez de las restricciones actuales. De hecho, las ventanas de liquidez fueron propuestas por las gestoras de planes para que aumentara el volumen de aportaciones, mediante la eliminación de uno de los inconvenientes teóricos: la falta de liquidez".
No obstante, Devesa resalta el poco éxito que han tenido en España los planes de pensiones. "Para que funcionaran mejor, tendría que producirse un cambio en la conducta ante el ahorro en general, y ante este tipo de productos en particular. El mantener la liquidez lo considero un acicate para seguir haciendo aportaciones, no al contrario. Entiendo que las gestoras tengan que reestructurar sus carteras, pero no creo que se produzcan retiradas de capital masivas".
A su vez, Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la UIB y CEO de Futurfinances.com. hace hincapié en que "la limitación actual está quitando incentivos a que la gente ahorre en planes de pensiones, porque la persona puede encontrarse en una situación de necesidad objetiva de disponer de dinero, y no poder retirarlo por no entrar dentro de los supuestos legales. El único incentivo real de los planes era el fiscal, que ahora se ha reducido drásticamente, y además se trata de un incentivo fiscal muy perverso, porque lo que ahorras ahora lo tienes que pagar a la hora de la jubilación".
En este sentido, afirma que "permitir mayor liquidez hará que las gestoras ofrezcan mejor rentabilidad en sus planes”, y se muestra muy crítico con la legislación, que "está mal estructurada y trata al ahorrador como si fuera una persona sin capacidad de juicio ni decisión. Tiene que desarrollarse la norma para permitir la liquidez de los planes, lo que además propiciará que los gestores de los planes tengan más incentivos para hacerlo mejor".
Para Monserrat, "no se trata de tener clientes cautivos, sino de aprovechar la educación financiera y ejercer, por ejemplo, la posibilidad legal de ir cambiando de plan de pensiones, o de gestora, que ahora casi nadie lo hace. Hay que incentivar más, con otras medidas, no solo el plan de pensiones, sino cualquier producto de ahorro de largo plazo para la jubilación".
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).